Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

¿Dejarías que los medios te usaran para obtener datos? Llega el periodismo de sensores

Una placa Arduino

Laura Albor

Imagina que un periodista tuviera el ambicioso objetivo de saber en qué comunidad autónoma se hace más deporte, en cuál se duerme mejor o dónde se producen las hortalizas de mejor calidad. Son solo ejemplos ficticios, pero hoy sería posible que el propio reportero, echando mano de la colaboración ciudadana, llevara a cabo el estudio para descubrirlo. ¿Cómo? Aprovechando que todos llevamos un móvil en el bolsillo y que está plagado de sensores.

El llamado “periodismo de datos” está cobrando cada vez más protagonismo dentro de los medios. Esta rama de la comunicación procura ofrecer un tratamiento claro, ordenado y comprensible de los datos a la audiencia (aquí un manual). De hecho, según John Keefe, periodista de la WNYC radio de New York y pionero en esta materia, el correcto tratamiento de éstos marcan una diferencia sustancial a la hora de contar una historia.

“Candidatos a las elecciones, empresas, ayuntamientos, entes y organizaciones no gubernamentales; todo el mundo está utilizando datos. Y muchos tienen que ver commigo, contigo y con las personas de las que escribimos en nuestros artículos. Por lo tanto, para empezar, el periodismo necesita entender los datos disponibles y lo que se puede hacer con ellos”, afirmaba Keefe en una entrevista. “Hoy día, esto simplemente forma parte de la narración de una historia. Ignorar esta parte del mundo significaría quitar algo a tu público, a nuestra democracia. Hablo en serio. Por tanto, cuanto mejor seamos capaces presentar estos datos al público en general y de contar las historias que dependen de ellos, mejor conseguiremos hacer un gran periodismo”.

Y ahora volvamos a los sensores, unos dispositivos que hacen posible obtener esos datos de la fuente más directa y que van un paso más allá de lo que nos pueda contar un informe del Gobierno o estudios pagados por empresas. Van hacia el “hazlo tú mismo”: a través de la participación ciudadana, de drones o de redes, estos dispositivos permiten recopilar datos sobre prácticamente cualquier cosa que puedas imaginar.

Entre los ejemplos que siempre salen a la luz cuando se habla de este tipo de periodismo se encuentra el caso de Air Quality Egg, un dispositivo diseñado para medir la presencia de CO2 (dióxido de carbono) y NO2 (dióxido de nitrógeno), los principales y más tóxicos contaminantes de la atmósfera. En este proyecto, cada ciudadano funciona como una estación de lectura que puede compartir sus resultados a través de internet con otros usuarios y con los periodistas, que pueden utilizar esos datos como para sus artículos.

Otro ejemplo es el Cicada Tracker que desarrolló, precisamente, la radio en la que trabaja John Keefe. La idea era elaborar un mapa colaborativo con la probabilidad de aparición de cigarras (bastante conocidas por su peculiar 'canto') en diferentes puntos de Nueva York. Para ello se llamó a la participación de los ciudadanos que, haciendo uso de sensores, midieron la humedad y temperatura del suelo para determinar cuándo y dónde se daban las condiciones óptimas para la aparición de estos insectos.

También son experimentos curiosos los que realizó el profesor de la Universidad de Nebraska Matt Waite para ver el trato que recibía su maleta durante un vuelo o bGeigie, un proyecto de medición colectiva del nivel de radiaciones en Japón, nacido a raíz de la catástrofe de Fukushima.

“Además de 'open data' o de datos obtenidos de fuentes no abiertas, la difusión de sensores de bajo coste y de un movimiento de activismo cívico permite vislumbrar un futuro en el que el periodismo de datos también se basará en los datos producidos 'desde abajo', sobre todo en ámbito ambiental”, afirma Alessio Cimarelli, miembro del Spaghetti Open Data. “Las palabras clave del periodismo de sensores son pocas, pero decisivas: datos abiertos, códigos y 'hardwares', alianza virtuosa con la administración pública, creación de comunidades de usuarios involucrados y enfoque hiperlocal, pero exportable”.

Es fácil imaginar, por tanto, cómo toda esa cantidad de información generada por los propios ciudadanos genera grandes oportunidades en el ámbito periodístico. Se amplía el horizonte a la hora de abordar hechos noticiables y surgen nuevas fuentes a las que recurrir, pudiendo contrastar la información ofrecida por empresas u organismos públicos. Así, el periodista ya no depende de estudios o informes que elaboran cada cierto tiempo empresas o instituciones para conseguir una determinada información: él mismo puede organizar una comunidad para conseguirlo.

“El periodismo de sensores es especialmente útil en países en vías de desarrollo, donde en ocasiones los datos simplemente no existen”, afirma Pitt. “Creo que los sensores de bajo coste tienen potencial y, si bien no son los de mayor calidad, eventualmente pueden llegar a proporcionar algunos datos”.

Ahora bien, ¿cómo hacerlo? De momento parece que Arduino es la tecnología que mejor se está acogiendo en este campo. Se trata de un conjunto de componentes electrónicos y 'software', ambos libres, que permiten leer sensores, controlar motores... Según los expertos, las ventajas de usar esta tecnología radican en que permite hacer prototipos en poco tiempo, a un bajo coste y que cuenta además con una enorme comunidad a nivel global que brinda soporte y herramientas para mejorar la tecnología.

Ante este panorama, el reto que se plantea ahora para los periodistas es verificar toda esa información, procesarla, extraer conclusiones y sobre todo, ser capaces de contar una historia que resulte interesante para su audiencia. Aunque tal vez lo más difícil sea encontrar quien quiera participar como 'cobaya' en sus reportajes porque... ¿Tú lo harías?

----------------------

Las imágenes de este artículo son propiedad, por orden de aparición, de Arduino.cc, Mirkolorenz y Cristina Sánchez

Etiquetas
stats