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Jaume Matas reaparece en una comida del PP y desata una nueva polémica previa a las elecciones

José María Rodríguez y Jaume Matas, durante el XI Congreso Regional del PP en Balears

Nicolás Ribas / Esther Ballesteros

Mallorca —

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Una nueva polémica salpica al Partido Popular de Balears. El expresidente del Govern Jaume Matas –inhabilitado a más de 50 años para cargo público y condenado a penas que suman más de ocho años de cárcel– reapareció el pasado viernes en el restaurante Mar y Paz de Can Picafort (Mallorca) junto a quien fuese su mano derecha, el exsecretario general del partido y conseller de Interior entre 2003-2007, José María Rodríguez, condenado con sentencia firme del Tribunal Supremo por el caso de corrupción Over Marketing, que apuntaba a la financiación ilegal del partido.

El caso salta a la luz poco más de un mes después de otra polémica comida que protagonizó Marga Prohens, la diputada nacional y candidata del PP al Govern para las elecciones del 28 de mayo. En aquella ocasión, Prohens participó en un almuerzo, precisamente, con Rodríguez. El Alto Tribunal declaró probada en julio del pasado año la intervención del histórico dirigente 'popular' en la financiación con dinero negro de parte de la campaña electoral de la formación en 2003.

En octubre, tan solo doce días después de ingresar en el Centro de Inserción Social (CIS) de la prisión de Palma para cumplir su condena por el caso Over, Rodríguez obtuvo el tercer grado penitenciario, paso previo a la consecución de la libertad condicional. Fuentes de su defensa consultadas por elDiario.es señalaron que el exalto cargo había superado los filtros que dan acceso a este régimen de tratamiento, como el hecho, principalmente, de tener 75 años en ese momento y que los hechos sucediesen hace casi veinte. A diferencia de su antiguo hombre de confianza, la presencia de Matas en espacios públicos no había trascendido a la opinión pública desde hacía más de tres años.

El PP balear reconoció el error

La líder del PP balear reconoció públicamente que la comida había sido un error, en una entrevista en la televisión Canal4, después de que las fotos del encuentro fueran publicadas por OkDiario. “Sabrá la persona que lo ha hecho por qué lo ha hecho. En un momento donde se hablan de candidaturas y unos están más pendientes del personalismo que del proyecto, han querido hacer esto”, respondió sobre esta cuestión Prohens, después de que la presentadora explicara que alguien del partido la había traicionado.

“Aquellos que pretendan utilizar esto políticamente se lo deberían pensar dos veces porque he sido muy transparente y muy clara en todas las cosas que se me han preguntado siempre a lo largo de mi vida política”, respondió Prohens. “He demostrado ser muy firme contra la corrupción (...). Siempre digo que la corrupción en el PP a quien más daño ha hecho es a los afiliados de base del PP. Cuando ocurrieron estos hechos yo no estaba en política”, dijo en referencia al caso que terminó con Rodríguez en prisión.

El caso de la comida de Prohens con Rodríguez y otros dirigentes del partido obligó a Borja Sémper, portavoz nacional del PP, a pronunciarse públicamente y reprobar la presencia de la líder del PP balear a la comida organizada por el ‘factótum’ de Jaume Matas. Después de haber sido preguntado sobre la posición de Génova respecto a la comida del partido en la isla, Sémper manifestó que la presencia de la candidata del PP al Govern “no fue la mejor de las decisiones”. “Evidentemente, no fue una decisión acertada”, dijo Prohens en Canal4.

Comida de la excúpula del PP balear

Los asistentes de esta nueva reunión –que no forman parte de la actual dirección del partido– compartieron bogavante con huevos fritos y hablaron de las expectativas electorales del PP de cara a las elecciones de mayo, según Diario de Mallorca. Además de Rodríguez, entre los antiguos cargos de confianza de Matas estaban Miquel Ramis, conseller en el primer Govern del expresidente, así como Joan Antoni Ramonell (exdirector general de Obras Públicas del Govern y exalcalde de Montuïri, Mallorca), así como otros exconsellers y exalcaldes populares, según el citado diario. Las imágenes difundidas, con antiguos dirigentes del PP compartiendo mesa y mantel, habrían molestado a la actual dirección balear, según Diario de Mallorca, aunque este extremo no ha podido ser confirmado a través de fuentes cercanas a Marga Prohens. Dichas fuentes no han respondido a la pregunta de este diario sobre si era cierto que el encuentro había incomodado a la actual cúpula de los populares en Mallorca.

Tampoco se había visto juntos, al menos públicamente, a Matas y Rodríguez, desde que compartieron banquillo de los acusados. El escándalo por el que el segundo terminó imputado y condenado por corrupción se inició en 2012, después de que el exjuez José Castro comenzara a tirar del hilo de la contabilidad en B del PP y el amaño de contratos públicos en favor de la empresa Over Marketing. Fue el propietario de la empresa publicitaria quien confesó que parte de la campaña electoral de 2003 había sido financiada irregularmente. Tras esas elecciones Matas volvió a presidir, esta vez durante cuatro años, el Govern balear, después de salir del Ministerio de Medio Ambiente en la segunda legislatura de José María Aznar en la Moncloa.

Rodríguez, que siempre había negado su implicación en la trama, era delegado del Gobierno en Balears con Mariano Rajoy como presidente del Gobierno cuando fue imputado por Castro en la causa, motivo por el que dimitió. Durante el juicio por estos hechos, admitió que por encima de él solo estaba Matas, pero aseguró que nunca había hablado con el propietario de Over Marketing, Daniel Mercado, y que, en lo relativo a la campaña electoral, únicamente participó en los mítines. La versión de la confesión del publicista fue otra: en varias ocasiones señaló que el hombre fuerte de Matas era el dirigente del PP balear que “realmente” tomaba las decisiones y que era él quien supervisaba los presupuestos que la mercantil presentaba en relación con los comicios.

Rodríguez controlaba la financiación ilegal

El tribunal que juzgó el caso apuntó, además, a la existencia de una “relevante prueba documental” que confirmaba que el partido realizó pagos irregulares a Over y que Rodríguez “tuvo participación directa en los gastos de campaña y en la deuda derivada”, entre ellos un correo electrónico y un documento en el que figuraba la mención 'Jose Ma Rodríguez 80.000'. “Es evidente que 80.000 euros de deuda de campaña electoral del partido solo tiene sentido que se reclamasen a una persona que tuviese puesto relevante en el partido y tuviese capacidad decisoria en materia de pagos de dinero por campaña electoral. Y esta persona era José María Rodríguez”, recogía la sentencia confirmada por el Supremo.

Matas y el caso ‘Nóos’

En cuanto a Matas, a finales de agosto de 2020 se le concedió el tercer grado, después de haber cumplido la mitad de los cuatro años y tres meses de prisión a los que fue sentenciado en el marco del caso Nóos, así como por las irregularidades en la adjudicación de Son Espases, el hospital de referencia balear. Su carrera política siempre estuvo marcada por su apuesta por el crecimiento económico y turístico de Balears.

Antes de su mandato más polémico, Matas ya había sido jefe del servicio de Presupuestos (1989-1993), cargo al que accedió por oposición en 1989 y que ocupó hasta que, en 1993, optó por acogerse a una excedencia para saltar a la primera línea política. Conseller de Economía entre 1993 y 1996, se convirtió ese año en presidente del Ejecutivo balear tras la dimisión de su antecesor en el cargo Cristòfol Soler, quien a su vez había sustituido, apenas diez meses antes, a Gabriel Cañellas. Este había dimitido por su implicación en la adjudicación irregular del túnel de Sóller, por la que obtuvo un cohecho de 50 millones de pesetas del que fue absuelto tras declararse prescrito.

En 1999 fue escogido ministro de Medio Ambiente, cargo desde el que dio impulso al Plan Hidrológico Nacional con el trasvase del Ebro como pilar fundamental. En 2003 concurrió de nuevo como candidato a la presidencia balear. Ganó por mayoría absoluta, igual que había hecho Aznar cuatro años antes. Corrían buenos tiempos para el Partido Popular, que por entonces se erigía en autor del “milagro económico”. Durante ese mandato en Baleares, la construcción de costosos proyectos -a menudo criticados por su elevado impacto ecológico- acabaron convirtiéndose en la marca personal del presidente autonómico que venía de ser ministro de Medio Ambiente.

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