Los vecinos de la 'macrogranja de los horrores' denuncian ante la Guardia Civil un vertido de estiércol cerca de la explotación
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La plataforma Stop Macrogranja Llucmajor interpuso este miércoles varias denuncias ante la Guardia Civil por una presunta infracción penal como consecuencia del vertido de estiércol registrado muy cerca de la entrada de la ‘macrogranja de los horrores’, ubicada en Llucmajor (Mallorca), tal como ha confirmado a elDiario.es Lorenzo Peñas Roldán, abogado experto en derecho administrativo y penal que ejerce la representación legal de la plataforma.
La explotación avícola ha estado durante los últimos meses en el foco informativo a raíz de las imágenes publicadas en primicia por este diario el pasado 26 de mayo y que se hicieron virales por las condiciones de falta de higiene y suciedad extremas de su interior. Además, de las imágenes se desprendía una situación de presunto maltrato animal hacia las gallinas. Una vez estas imágenes se hicieron públicas, el Govern decidió abrir una investigación para constatar estos hechos, así como la penosa situación en la que viven las gallinas. En concreto, tras verificar que las imágenes de los grupos de protección medioambiental animal ARDE y Satya Animal eran ciertas, ordenó el sacrificio de casi 20.000 gallinas, el cierre de la nave 7 y propuso una sanción de más de 420.000 euros. Finalmente, la sanción se fijó en poco más de 200.000 euros, como informó este diario.
Según uno de los atestados del Seprona de la Guardia Civil, a cuyo contenido ha accedido elDiario.es, la denunciante afirma que durante la mañana del miércoles, mientras circulaba temprano por la carretera, comprobó que una unidad de bomberos se había desplazado hacia la zona debido “al vuelco de un camión que transportaba estiércol con la finalidad de verterlo” en la finca de Sa Llapassa, es decir, en el estercolero que hay en la granja de Llucmajor, propiedad de Avícola Son Perot S.A. (una de las sociedades que opera bajo la marca Avícola Ballester).
En la denuncia se recuerda que sobre la empresa pesan medidas cautelares dictadas por la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural, que dirige Joan Simonet (PP), debido “a las molestias que genera la actividad en ella” en cuanto a los malos olores y las plagas de insectos. Una de las medidas cautelas que se está incumpliendo, afirma la parte demandante, es la “prohibición de transportar restos de estiércol-gallinácea de otras fincas al lugar”, como pueden ser las explotaciones de Mirabó y Es Caparó.
Prohibición del transporte de estiércol
La presidenta de la plataforma Stop Macrogranja Llucmajor, Nati García, también ha presentado una denuncia por presunta infracción penal en las dependencias del Instituto Armado un presunto delito de “vertido de residuos tóxicos o peligrosos o de explotación de instalaciones con actividades peligrosas”. La denunciante, que afirma desconocer la autoría del responsable del vertido cuando es preguntada por los agentes, indica que como representante de la indicada asociación tiene conocimiento de las medidas cautelares impuestas por la Conselleria de Agricultura a la granja Son Perot S.A., situada en la finca de Sa Llapassa, que prohíbe “transportar estiércol de otras granjas”.
Como vecina de la urbanización de Tolleric —una de las afectadas por las actividades de la granja, algo que se ha considerado probado en expedientes del Govern— asegura que todos los días, entre las seis y media y las ocho y media de la mañana “escucha el paso de camiones y los ve dirigirse a la finca (...) transportando estiércol”. En este sentido, denuncia que durante la mañana de este miércoles se ha producido “un vertido de estiércol en la vía pública que va a dar directamente a la entrada de la finca”, lo que ha provocado el desplazamiento de varias dotaciones de Bomberos de Llucmajor, así como la Policía Local“. Además, afirma tener tres vídeos y nueve fotografías que demostrarían los hechos denunciados.
Fuentes de la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural explican a elDiario.es que este jueves una inspectora va a acudir a la granja de Llucmajor, propiedad de Avícola Son Perot S.A., para comprobar cómo está gestionando el estercolero y ver si se está cumpliendo con las medidas cautelares impuestas. Además, informan que la empresa ha presentado un plan alternativo para tratar sus residuos que todavía no ha sido estudiado por el Govern. Sin embargo, matizan que ese nuevo plan que deben presentar tampoco permitiría trasladar los residuos y excrementos de otras granjas al vertedero de Llucmajor. “Por ahora no vamos a hacer declaraciones”, aseguran fuentes de Avícola Son Perot S.A. tras haber consultado a la empresa este incidente ocurrido en las inmediaciones de su granja.
Irregularidades en la gestión del vertedero
Los vecinos de los alrededores de la granja de Llucmajor trasladaron una queja a la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural ya en marzo de 2023 “debido a las molestias por olores” provenientes de las instalaciones avícolas. Esta denuncia dio inicio a una investigación que certificó una serie de carencias e irregularidades. Por ejemplo, en una inspección del 7 de agosto de 2024, se revisa el estercolero para comprobar “el origen de la plaga de moscas”. En esta visita se verifica que, dentro del estercolero, alrededor de la gallinácea y del estiércol, hay “una gran cantidad de larvas y moscas” que desprenden “un fuerte olor”.
El mismo día, se realiza una segunda inspección por parte de dos veterinarias y un agente del Seprona. En ella, se comprueba la presencia de tres contenedores estancos en las naves 3C, 6F, 7G —las tres destinadas a gallinas camperas—. Estos depósitos están “llenos hasta media capacidad de cadáveres aproximadamente”. Por estos motivos, la Conselleria solicita a la empresa un nuevo plan de gestión del estiércol y los residuos, que garantice el cumplimiento de la normativa medioambiental.
En concreto, son dos los expedientes que luego fueron unificados en un mismo procedimiento. El primero acreditaba deficiencias en la gestión del estercolero de las explotaciones avícolas, así como respecto a la falta de un plan de producción y gestión del estiércol. El segundo proponía varias medidas cautelares: en primer lugar, la suspensión parcial de la actividad de la unidad de producción y reproducción de las gallinas; en segundo, la suspensión de la cría de las gallinas camperas de la granja de Llucmajor —donde la Conselleria de Agricultura acreditó a finales de mayo deficiencias, lo que supuso el cierre de una de las naves— y, por último, la suspensión temporal del uso del estercolero de Sa Llapassa. La empresa utiliza este estercolero para las explotaciones de la granja de Ses Cisternetes —la de Llucmajor—, así como las de Mirabó y Es Caparó.
Vertidos laterales y malos olores
Lo que concluye el informe y expediente sancionador que hacen referencia a la gestión del estercolero, así como a su plan de gestión—firmados los días 12 de diciembre de 2023 y 26 de septiembre de 2024, respectivamente—, es que se pueden haber cometido tres infracciones graves y dos leves. Según el documento consultado por elDiario.es, el estercolero presenta vertidos laterales que evidencian que la empresa no dispone de un sistema eficaz de recogida de lixiviados —líquidos contaminantes por filtración— ni se evitan filtraciones superficiales, lo cual podría ser el origen de las quejas de las asociaciones de vecinos por los malos olores. Estos hechos pueden suponer una infracción grave según el artículo 185.3 de la Ley 3/2019, referida a la legislación agraria.
El plan de gestión de la empresa no se adapta a la normativa vigente, según el expediente, lo cual puede suponer una infracción leve de acuerdo al artículo 185.1.f) de la Ley 3/2019. La explotación avícola no dispone de un plan de desinsectación, lo que puede constituir una infracción grave según el artículo 84.21 de la Ley 8/2003, de sanidad animal. La empresa tampoco tiene cubierto el sistema de almacenaje de estiércol, lo que puede suponer una infracción grave, como se desprende del artículo. Además, tampoco dispone de un plan de gestión ambiental donde se indiquen las medidas de control de emisiones de partículas y de olores. Esto puede suponer una infracción leve de acuerdo al artículo 83.4 de la Ley 8/2023.
Este informe, que se inicia el 24 de marzo de 2023, da lugar al inicio de un procedimiento sancionador, que es firmado el 26 de septiembre de 2024. Empieza a raíz de una queja de los vecinos de los alrededores de la granja “debido a las molestias por olores que provienen de unas instalaciones agrícolas”. Avícola Son Perot S.A. presentó alegaciones, el 13 de noviembre de 2023, sobre el informe desfavorable al plan de producción y gestión de estiércol de las explotaciones de Ses Cisternetes —la granja que está bajo sospecha por su estado de insalubridad y las condiciones perniciosas en las que viven las gallinas—, Mirabó y Es Caparó. Sin embargo, el 11 de diciembre de 2023, la jefa del Servicio de Producción Ganadera informa a Avícola Son Perot S.A. de que “las alegaciones realizadas no subsanan las deficiencias” en relación al estercolero, lo que fue indicado mediante informe el 5 de octubre de 2023. Por todo ello, la Conselleria de Agricultura propuso una sanción total de 17.000 euros, de acuerdo a lo dispuesto en los artículos 88 y 89 de la Ley 8/2003, de sanidad animal.
Reducción de gallinas ponedoras a 40.000
En cuanto al informe y expediente sancionador —firmados los días 20 y 26 de septiembre de 2024, respectivamente—, se desprende en sus conclusiones la necesidad de proponer medidas cautelares. En primer lugar, la suspensión parcial de la actividad de producción y reproducción de las gallinas de la explotación de Ses Cisternetes —de la cual es titular Avícola Son Perot S.A.—, de manera que se propone disminuir el número máximo de gallinas ponedoras que puede tener la explotación. El máximo se cifra en 40.000 de aves en un plazo máximo de tres meses. Más tarde, esta exigencia situó el plazo en el 31 de diciembre de 2025.
En segundo, la suspensión de la forma de cría de gallinas camperas de la explotación avícola de Llucmajor, que es la que está situada bajo el foco por sus condiciones de insalubridad y posible maltrato animal, según acreditó una inspección de la Conselleria de Agricultura a finales de mayo. En tercero, la suspensión temporal del uso del vertedero de Sa Llapassa, ubicado también en Llucmajor, por parte de las tres explotaciones de Avícola Son Perot “hasta que no se demuestre el derecho de uso”. Según se desprende del informe, “el estercolero ya no forma parte de la unidad de explotación Avícola Son Perot S.A., y Sa Llapassa no es un gestor SANDACH (acrónimo de ‘subproductos animales no destinados al consumo humano’)”.
Asimismo, se reitera el requerimiento del 12 de julio de 2024 de presentar, en la mayor brevedad posible, “un escrito donde se indique el sistema utilizado para almacenar el estiércol”. Por otro lado, se requiere aportar el plan de gestión actualizado de las tres explotaciones en un plazo de dos semanas. Como explotación, afirma el documento, puede disponer de un estercolero permanente “siempre que cumpla la normativa” y así lo traslade —y haya sido autorizado— por parte de la Dirección General de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural. Además, se le requiere a la empresa “el restablecimiento de las condiciones iniciales del estercolero permanente” que hasta ahora se utilizaba en Sa Llapassa, entendiendo como condiciones iniciales, el recinto mencionado libre de estiércol y gallinácea —gallinas o restos de las mismas—, así como cualquier tipo de plaga.
El documento considera probado —tras una inspección, el 18 de enero de 2024, de dos técnicos del Servicio de Producción Ganadera— que en la nave 6F los animales “no pueden acceder de manera ininterrumpida y durante todo el día al espacio exterior”, pese a que los huevos se estaban comercializando como “camperos”. Los sistemas de salida al exterior están abiertos desde las 17 a las 22 horas, en invierno y en verano, según el informe. Además, los espacios libres de los exteriores de la granja “no están cubiertos de vegetación”, pese a que el reglamento europeo obliga a ello en lo que se refiere a las gallinas camperas, tal como publicó elDiario.es.
Plaga de moscas y larvas
Del mismo modo, el informe señala que constan dos burofaxes en los que se comunica a Avícola Son Perot S.A. que desde el 1 de junio de 2024 “no se prorroga la autorización para utilizar el estercolero” situado en los recintos 85 y 91 del polígono 34, parcela 9, del municipio de Llucmajor. Por tanto, y a los efectos de la gestión de las explotaciones “no dispone de este lugar para hacer acopio del estiércol”. “Y pese a todo, tenemos constancia de que se están realizando vertidos de gallinácea al estercolero mencionado”, afirma el expediente.
El 7 de agosto de 2024 se lleva a cabo una nueva inspección en el lugar en el que se ubica el estercolero para comprobar “el origen de la plaga de moscas”. Para ello, se desplazan a las instalaciones dos veterinarias —una del Servicio de Producción Ganadera y otra del Servicio de Sanidad y Bienestar Animal—. Además, les acompaña un agente del Seprona de la Guardia Civil, según el informe.
En esta visita se comprueba que, dentro del estercolero, alrededor de la gallinácea y del estiércol, hay “una gran cantidad de larvas y moscas” que desprenden “un fuerte olor”. Las larvas y moscas se ubican en la extensión del estercolero permanente, sobre todo, en la zona donde están los lixiviados y en la parte central donde “no hay ningún tipo de residuo”. En la mencionada ubicación hay un trabajador de la empresa que informa de que, durante las dos últimas semanas, se han introducido en los mencionados recintos ocho camiones de gallinácea y estiércol. “Este hecho evidencia que Avícola Son Perot S.A. continúa usando este estercolero para la eliminación de estos residuos”, señala el documento.
El trabajador afirma a los inspectores que, en el último mes, han salido entre 40 y 50 camiones cargados de estos residuos. Cada uno, tanto de entrada como de salida, tiene una capacidad de 18 toneladas. El mismo día, se realiza una segunda inspección por parte de las dos veterinarias y del agente del Seprona. En ella, se comprueba la presencia de tres contenedores estancos en las naves 3C, 6F, 7G —las tres destinadas a gallinas camperas—.
Eliminación inadecuada de cadáveres
Estos depósitos están “llenos hasta media capacidad de cadáveres aproximadamente”. Además, pasando la nave 6F, limitando a un muro de piedra, hay “una fosa de un metro de profundidad con dos cadáveres de gallinas (restos de patas y plumas), así como tierra removida recientemente por todo el terreno que rodea esta fosa”. Del mismo modo, “se observan restos de huesos”. Estos hechos fueron documentados mediante fotografías y un plano de la ubicación de la fosa, sostiene el informe. El 19 de septiembre del 2024, el Seprona informa, respecto al estercolero, de que “se ha apreciado que continúa habiendo acumulación de gallinácea y que se habían realizado movimientos”, respecto al estiércol. No se puede precisar si estos movimientos han sido de entrada o de salida o únicamente por el cambio de ubicación o reacondicionamiento del estiércol en la plataforma.
Asimismo, de acuerdo a los archivos del Govern, Avícola Son Perot S.A. ha sido sancionada debido a las “denuncias de particulares”. Según el documento, por la eliminación inadecuada de cadáveres; por no tener un sistema de recogida de lixiviados —líquidos contaminantes por filtración—, por no disponer del plan de gestión de estiércol adaptado a la normativa vigente, por deficiencias en el Sistema Integral de Gestión de la Explotación (SIGE), por no tener cubierto el sistema de almacenamiento de excrementos y por no disponer de un plan de gestión ambiental.
Además, la explotación “no dispone a fecha de hoy de la autorización ambiental integrada”, necesaria para la actividad ganadera avícola, afirma el informe, de acuerdo a los archivos de la administración autonómica. Se trata de una “infracción grave” que está en trámite de expediente sancionador por parte de la Comisión Balear de Medio Ambiente, dependiente de la Conselleria de Vivienda, Territorio y Movilidad, según el documento.
El expediente sancionador, unido a este último informe, señala que la falta de comunicación del plan de producción y gestión de estiércol puede constituir una “infracción leve”, según el artículo 185.1.h) de la Ley 3/2019 que regula las actividades agrarias en Balears. El artículo 194 prevé, para las infracciones leves, una multa de hasta 3.000 euros.
Por otro lado, afirma que no aportar la documentación —requerida por el Servicio de Producción Ganadera— en relación al plan de gestión de estiércol, puede suponer una “infracción grave”, según el punto ocho del artículo 84 de la Ley 8/2003. El artículo 88 prevé que las sanciones, en el caso de que sean infracciones graves, consistirán en una multa de 3.001 a 60.000 euros.
En tercer lugar, el abandono de animales, de sus cadáveres o de productos o materias primas que comporten un riesgo sanitario para la sanidad animal, la salud pública o el medio ambiente, puede suponer una “infracción grave”. También se considera infracción el envío a destinos no autorizados. Así lo estipula el artículo 84.20 de la Ley 8/2003 y el artículo 88 de la misma ley prevé, para las infracciones graves, una multa de entre 3.001 y 60.000 euros.
En último lugar, se señala que el hecho de haber sido sancionado anteriormente “indica que es un establecimiento de mayor riesgo”, según el artículo 9.1 del Reglamento 2017/625. Este reglamento europeo se refiere, entre otras cuestiones, a los controles realizados para garantizar las normas sobre salud y bienestar de los animales. El artículo mencionado tiene en cuenta el historial del establecimiento, incluyendo los resultados de inspecciones pasadas y si ha cumplido con las normas.
Suspensión del sello de bienestar animal
Debido a su actividad irregular, AENOR suspendió el sello de bienestar animal Welfair a Avícola Ballester. Sin embargo, la empresa ha seguido vendiendo los huevos de ‘gallinas camperas’ con el sello de bienestar animal en algunos supermercados de Mallorca, según pudo comprobar elDiario.es. Welfair, consultada por este diario, dio una versión distinta.
Fuentes de la entidad señalaron que la granja de Llucmajor tiene suspendido el sello de bienestar animal hasta el 31 de diciembre de 2025, a la espera de que se presenten medidas correctoras. Estas fuentes indicaron que la suspensión se hizo efectiva el pasado 1 de julio. Por tanto, no pueden comercializarse huevos tipo camperos con el sello Welfair. Para recuperarlo, además de presentar un plan de medidas correctoras, deben pasar una nueva auditoría anual, ya a partir de 2026. Por otro lado, fuentes de Avícola Son Perot negaron, telefónicamente, que sigan vendiendo huevos de gallinas camperas con el sello de bienestar animal.
Las imágenes comprobadas por este diario mostraban cajas de huevos de gallinas camperas, con el sello de bienestar animal Welfair y el código sanitario ES 14.003332/IB, que indica la trazabilidad del producto. Cuando se introduce este número de registro a través del buscador de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, dependiente del Ministerio de Consumo, se comprueba que los huevos provienen de la explotación de Llucmajor, conocida como la ‘macrogranja de los horrores’, que es la que está en el punto de mira de las autoridades.
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