Al menos 16 muertos en Filipinas tras el paso del tifón Phanfone el día de Navidad
La celebración del Día de Navidad en Filipinas ha quedado oscurecida por la tragedia debido al tifón Phanfone, que se ha cobrado al menos 16 víctimas mortales, según el último recuento de las autoridades, y ha dejado un rastro de destrucción tras su paso por la región central del país asiático.
Las últimas cifras también alertan de seis desaparecidos y al menos dos heridos. El tifón ha afectado a alrededor de 45.000 personas, de las cuales casi 39.000 han tenido que resguardarse en refugios temporales, según un comunicado oficial del Centro Nacional de Reducción de Desastres (NDRRMC, por sus siglas en inglés). Se han cancelado 115 vuelos domésticos y cerca de 15.800 pasajeros han quedado varados por la interrupción del transporte marítimo.
La mayoría de los fallecidos se han registrado en Batad, en la provincia de Iloilo, en el noreste de la isla de Panay, donde una familia fue arrastrada por una gran riada, según ha informado personal del servicio provincial de emergencias a la emisora DZMM.
Phanfone también ha llegado a Boracay, Coron y otros famosos destinos vacacionales. El aeropuerto de Kalibo, que da servicio a Boracay, ha sufrido grandes daños, según las imágenes que han proporcionado varios turistas a la agencia AFP.
El tifón, llamado Úrsula por el servicio meteorológico local PAGASA, se adentraba de madrugada en el mar de China Meridional con vientos de 130 kilómetros por hora y ráfagas de 160, y se espera que salga del área de responsabilidad filipina el sábado.
Entre 15 y 20 tifones golpean cada año Filipinas durante la temporada de lluvias, que comienza en torno a los meses de mayo y junio y suele concluir entre noviembre y diciembre. En 2019 han fallecido más de medio centenar de personas debido a tifones y tormentas tropicales, a pesar de que esta temporada ha sido menos intensa que en años anteriores.
En noviembre de 2013, el supertifón Haiyan provocó más de 6.300 muertos, un millar de desaparecidos y 14 millones de damnificados con vientos sostenidos de 235 kilómetros por hora que causaron un tsunami que arrasó kilómetros de costa.