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ENTREVISTA | Raquel Martí, directora de UNRWA España

“Todavía no nos ha explicado EEUU los motivos de la reducción de los fondos para Palestina”

Raquel Martí, directora de UNRWA España, visitando uno de los campamentos de la Agencia en Homs

Cristina Armunia Berges

Primero fue Jerusalén y ahora los fondos humanitarios para Palestina. La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA) todavía no ha recibido ninguna explicación de por qué la Administración de Trump ha decidido congelar la mayor parte de la ayuda que destina cada año a la agencia.

Esta semana, como todos los años en enero, EEUU ha ingresado el primer pago que aporta a la UNRWA. Solo ha aportado la mitad del mismo (60 millones de 125) y ha anunciado que el resto y de los que se hacen durante el año (que en total suelen sumar en torno a los 350 millones) están congelados. Que se materialicen o no dependerá de una “valoración futura”.

La directora de UNRWA España Raquel Martí explica a eldiario.es cómo han encajado este anuncio y asegura que la agencia va a seguir atendiendo a todas las personas en sus cinco áreas de operaciones. “La decisión de la agencia ha sido firme y no vamos a dejar de hacer absolutamente nada. Nosotros no pensamos recortar servicios. Nosotros no vamos a ser los que decidamos a qué número de niños dejamos de educar o a qué número de pacientes dejamos de tratar”, dice tajante.

¿Qué consecuencias tiene el anuncio de que más de la mitad del presupuesto de EEUU ha sido congelado?

De momento se trata de la mitad del primer pago que nos hace EEUU. EEUU hace varios pagos al año. Lo que ahora mismo nos ha hecho es ingresar 60 millones del primer pago que esperábamos. Y lo que ha anunciado es que el resto, no solo del primer pago sino de toda la financiación, lo condiciona a una serie de condiciones que va a poner. No las conocemos porque tampoco las ha anunciado.

La financiación que nos dio el año pasado fue de 368 millones y esto era más o menos con lo que contábamos para este año.

¿Para qué se utilizan estos fondos?

Esta financiación se destina mayormente a cubrir nuestro programa de educación, nuestro programa de salud y de ayuda humanitaria en Gaza y en Siria. Con lo cual, prescindir de estos 350 o 360 millones realmente pone a la agencia en una situación tremendamente delicada. Porque nosotros somos una agencia que ofrece directamente los servicios a los refugiados de Palestina, con nuestras propias instalaciones y nuestro propio personal, lo cual significa que si esta financiación no se obtiene, en unos meses no tendremos fondos para pagar a nuestros médicos y profesores. Tampoco tendremos financiación para seguir distribuyendo alimentos en Gaza o ayuda humanitaria en Siria.

Las consecuencias pueden ser catastróficas para una población de refugiados que es la más vulnerable que existe en Oriente Medio.

¿Lo pedirán a otros países?

Sí, claro. Nosotros hemos lanzado ya una llamada internacional a la comunidad internacional para intentar cubrir el déficit que nos deja la falta de financiación de EEUU.

El Departamento de Estado de EEUU asegura que esto no es un castigo. ¿No lo es?

No lo sabemos. Todavía no nos han explicado los motivos de esta reducción.

¿Cuándo va a llegar esa explicación? ¿Se esperan reuniones?

Esperemos que sí. Esperemos que se sienten a hablar con UNRWA para explicarnos, siendo EEUU un país que hasta ahora ha sido el mayor donante de UNRWA y que siempre ha sido extremadamente generoso durante décadas con los refugiados de Palestina, por qué este cambio de rumbo. Y, sobre todo, saber a qué está condicionado.

¿Cuáles cree que pueden ser las condiciones?

Yo creo que es importante puntualizar que la última reunión que tuvo nuestro nuestro comisionado general con autoridades de EEUU fue el pasado mes de noviembre. Durante esta reunión se reconoció expresamente el trabajo de la agencia, el papel que tenemos con los refugiados de Palestina y de Oriente Medio, y la importante labor que llevamos a cabo.

Dos meses y medio más tarde nos encontramos con esta noticia. En este periodo de tiempo, hemos sido testigos del reconocimiento de Jerusalén [como capital de Israel] por parte de EEUU y también de la crítica que ha vertido la Asamblea General de Naciones Unidas a este reconocimiento unilateral. Quizá hay que analizar esta decisión de EEUU de no financiar a UNRWA dentro de todo este contexto.

¿Cómo debería responder la comunidad internacional?

Nosotros creemos que es importante que se busque y se encuentre una solución justa y duradera para los refugiados de Palestina. Si esto se produjera, los refugiados de Palestina no necesitarían la ayuda humanitaria de UNRWA. Entonces, la solución es que la comunidad internacional y los actores implicados resuelvan el conflicto y, por tanto, pongan fin al sufrimiento que esta gente lleva arrastrando desde hace 70 años.

Este año, los refugiados de Palestina cumplen 70 años bajo la condición de refugiados. Hay que resolver su situación y que paulatinamente la agencia dese de operar porque deje de ser necesaria. Mientras esto no se produzca, lo que pedimos a la comunidad internacional es que destine los fondos necesarios para que esta población pueda sobrevivir.

¿Qué pasa si la UNRWA no hace ese trabajo? ¿Quién pagaría la asistencia sanitaria y la educación?

No hay alternativa. Nadie va a hacer el trabajo de UNRWA. Se quedan sin sanidad, sin educación, sin ayuda humanitaria, sin servicios sociales, sin protección y, sobre todo, sin nadie que recuerde a la comunidad internacional que 5.300.000 personas llevan 70 años esperando un reconocimiento a su situación y una solución.

¿Qué se va a dejar de hacer sin esos 65 millones?

La decisión de la agencia ha sido firme y no vamos a dejar de hacer absolutamente nada. Nosotros no pensamos recortar servicios. Nosotros no vamos a ser los que decidamos a qué número de niños dejamos de educar o a qué número de pacientes dejamos de tratar. Esto no lo vamos a hacer nosotros. La decisión es firme de seguir proveyendo los servicios necesarios a la población refugiada de Palestina. Los esenciales, tanto la educación como la salud, pero también la ayuda humanitaria y la ayuda de emergencia.

Pensamos que la dignidad de los refugiados no tiene precio. En el momento en el que veamos que no hay financiación, entonces la comunidad internacional tendrá que decidir la paralización de los servicios de UNRWA.

¿Cuántas personas viven de los salarios que paga UNRWA a médicos, profesores y otros trabajadores?

En las cinco áreas de operaciones, tenemos 33.000 trabajadores. Es importante señalar que estos trabajadores, en el 99% de los casos, son refugiados palestinos. Con lo cual, la primera consecuencia de la paralización de los servicios de UNRWA sería que 33.000 personas y sus familias dejarían de percibir el sueldo por sus funciones.

¿Cómo afectará a Gaza el último anuncio de Trump?

La situación en Gaza es de catástrofe humanitaria. En total, hay 1,2 millones de refugiados que son los que atendemos nosotros en Gaza. Tenemos 245 escuelas, casi con 250.000 niños y niñas, un programa de distribución de alimentos a las familias más vulnerables que incluye a casi un millón de personas, que dependen exclusivamente de la ayuda de UNRWA para sobrevivir.

Imagina lo que supondría si estas personas dejan de recibir la ayuda. Estamos hablando de una franja de territorio de la cual no se pude escapar, con lo cual no hay alternativa a los servicios de UNRWA. No hay alternativa ni para la educación, ni para los alimentos, ni para los programas que hacemos de contratación de empleo temporal que hacemos allí. La franja es uno de los territorios del mundo con mayor índice de paro, llega casi al 47% en la población en general, 60% entre los jóvenes y 70% entre las mujeres. Con lo cual, sería un desastre terrible.

Teniendo en cuenta que además en el 2014 Gaza fue prácticamente destruida por el Ejército israelí y que todavía estamos, casi cuatro años más tarde, sin haber terminado de reconstruir... tenemos 55.000 personas que todavía están desplazadas desde el año 2014, sin que les hayamos podido reconstruir sus casas por falta de fondos y por todos los problemas que supone entrar materiales de construcción en Gaza. Realmente sería una catástrofe.

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