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Sardinas vs. selfies: ambiente de plebiscito sobre Salvini en un feudo histórico de la izquierda italiana

Imagen aérea de la protesta del movimiento 'Sardinas' este domingo 19 de enero.

Icíar Gutiérrez

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“Sardinas, recuperemos nuestro mar. Vamos a votar el 26”. Frente a una marea de globos celestes, carteles apelando al “respeto” o la “solidaridad” y pancartas de cartón con forma de pez, la actriz Matilda De Angelis finalizaba con estas palabras su discurso en la plaza Ocho de Agosto este domingo. Se dirigía a las cerca de 40.000 personas que, según los organizadores, se congregaron contra el líder de extrema derecha Matteo Salvini. El movimiento que se ha esparcido por plazas de toda Italia regresaba a su lugar de origen, Bolonia, para “aglomerarse como sardinas en lata” contra las políticas discriminatorias, homófobas y antimigración, como hicieron por primera vez en noviembre del año pasado.

Esta vez eran más del doble y los manifestantes tenían en su punto de mira una fecha concreta: las elecciones del próximo domingo en Emilia Romaña, región al norte del país que ha estado gobernada por la izquierda durante los últimos cincuenta años. Desde su capital, uno de los impulsores del movimiento, Mattia Santori, volvió a lanzar un mensaje de confrontación a las políticas promovidas por Salvini: “Estamos aquí en Bolonia para decir que hay una alternativa”.

Escasas horas antes, el líder de la ultraderechista Liga y exministro del Interior se daba un baño de multitudes en la feria de otra de las ciudades de la región, Rimini. Allí volvió a protagonizar uno de sus rituales más habituales en los actos públicos, en línea con su uso intensivo de las redes sociales: los selfies con sus seguidores.

Como puede verse en el siguiente vídeo, Salvini avanzaba entre decenas de simpatizantes que se agolpaban a su paso para hacerse una foto con él. El encuadre y el clic corrían de su cuenta.

El político de extrema derecha también fue inmortalizado bebiendo café y sirviendo el tradicional helado italiano en el recinto ferial de Rimini. Se trataba de una de las paradas de su gira electoral por la región, con la que ha visitado más de 100 municipios para pedir el voto para la candidata de la Liga, Lucia Borgonzoni.

Pero Salvini –al que los sondeos otorgaban en agosto un 36% en intención de voto– quiere forzar elecciones generales anticipadas en el país desde la ruptura de la alianza con el Movimiento Cinco Estrellas (M5S) que le permitió estar durante algo más de un año al frente de Interior y la vicepresidencia del Ejecutivo italiano.

En todo momento, Salvini ha hecho en sus mítines una lectura nacional de los resultados del próximo domingo, llamando a tumbar en las urnas el Gobierno de coalición entre el Partido Demócrata (PD) y el M5S o a desalojar a la izquierda. “El 26 de enero no son solo elecciones regionales (...) será un día histórico”, ha insistido. “El 26 de enero será una cita para esculpir. Será como el referéndum entre monarquía y república”, ha dicho en otro de sus actos este fin de semana, según recoge la prensa local.

La incertidumbre marca la recta final de la campaña. A pesar de que Emilia Romaña ha sido históricamente un bastión de la izquierda, el PD sufrió una fuerte derrota en los comicios generales de 2018 frente a la coalición de derechas, formada por la Liga, Forza Italia y Hermanos de Italia, que fue la más votada. El batacazo se repitió en las elecciones europeas, en las que la Liga cosechó el 33,77% de los votos, frente al 31,24% que obtuvo el partido de centroizquierda.

Para el próximo domingo, las últimas encuestas, publicadas antes del 11 de enero, pronostican una victoria muy ajustada del candidato del PD y actual presidente de la región, Stefano Bonaccini frente a Borgonzoni.

En sus últimos mítines, Salvini ha hecho un llamamiento claro a los indecisos. El líder ultraderechista ha centrado gran parte de su campaña por la región, una de las más ricas de Italia, en el rechazo a la llegada de personas migrantes, en línea con su marcado discurso xenófobo y la política de mano dura que aplicó durante su paso por el Ejecutivo, con el cierre de puertos como máxima expresión. Este lunes, ha publicado una imagen en sus redes sociales en la que posa en un selfie con un hombre negro, una táctica que ya ha empleado en otras ocasiones para tapar su retórica xenófoba. “¡Larga vida a los inmigrantes regulares e integrados que han creado y están creando la riqueza de Emilia Romaña!”, reza el mensaje.

En sus actos, también ha arremetido contra el movimiento de 'Las sardinas'. “Somos el único país del mundo en el que se organizan manifestaciones contra la oposición y no contra el Gobierno”, dijo este domingo en otra de las ciudades de la región, Cervia, mientras decenas de miles de personas se concentraban en Bolonia. Asimismo, ha terminado algunos de sus mítines entonando, de forma jocosa, la canción Romagna mia, uno de los himnos del movimiento junto al Bella ciao. “Respondimos a los hermanos resentidos y a los pececitos cantando con una sonrisa”, sostiene Salvini en su perfil de Facebook.

La confrontación entre el político de extrema derecha y 'las sardinas' se ha materializado, incluso, en una disputa por el uso del espacio público. La Liga había anunciado que el municipio de Bibbiano iba a ser la última parada de la gira regional de Borgonzoni y Salvini, pero los activistas se adelantaron y reservaron la plaza del municipio para ese día. Tras días de controversia, según informa Efe, el “sardina” Mattia Santori explicó este sábado que la Policía les ha sugerido que den un paso atrás y permitan la celebración del mitin de cierre de campaña de Salvini ya que, según las reglas de campañas electorales, los partidos tienen preferencia sobre cualquier espacio público frente a entidades que no participen.

Durante la demostración de fuerza de este domingo en Bolonia, los activistas dijeron que “su esperanza es que estas plazas se traduzcan en participación electoral, en concienciación”. “Salvini se está jugando en Emilia Romaña una parte importante en su futuro político”, expresó Santori, que en alguna ocasión también se ha referido a las elecciones del domingo como un “referéndum” a favor o en contra del líder ultraderechista.

No son los únicos que ven en los comicios una prueba crucial para el futuro de La Liga, así como para el Gobierno de coalición. “Salvini ha estado atrayendo a gente de lugares olvidados mientras intentaba nacionalizar estas elecciones. El PD no ha hecho nada para involucrar a la sociedad de una manera diferente; han estado en el poder durante tanto tiempo que se creen inmortales”, apunta The Guardian Mattia Diletti, un profesor de política de la universidad de Roma, La Sapienza. “Pero si pierden en un lugar como Emilia Romaña, se demuestra que la rabia contra la clase política es más fuerte de lo que pensábamos. Si Bonaccini pierde, ellos [las sardinas] también pierden”, zanja.

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