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The Guardian en español

El Partido Laborista se abre a un segundo referéndum y se ahondan las divisiones

El líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, se enfrenta a la posibilidad de que haya más bajas en su partido.

Jessica Elgot / Heather Stewart

Al Partido Laborista no le queda otra que prepararse para el rechazo colectivo a su reciente anuncio de apoyar una enmienda para celebrar un segundo referéndum sobre la salida de Reino Unido de la Unión Europea, incluido el proveniente de aquellos al cargo de la representación en las negociaciones sobre el Brexit. Varios de los parlamentarios ya han amenazado con negarse a votar a favor para tirar abajo la iniciativa.

Finalmente, Jeremy Corbyn se ha servido de otra votación sobre el Brexit para ensalzar el peso político de su partido. Lo ha hecho asegurando su respaldo a un referéndum fresco en el caso de que los laboristas no logren que salga adelante su versión del acuerdo de retirada de la UE, y así asegurar la permanencia del bloque.

Fuentes del partido señalan que la negativa ante esta iniciativa ha resonado en una reunión que el gabinete a cargo de la discusión del Brexit ha mantenido este martes, empezando por el hecho de que la decisión no había sido debatida ni aprobada por consenso. Este grupo no se reunió la semana pasada al completo, pero la jugada fue propuesta en una serie de encuentros y conversaciones de otros de los dirigentes, entre ellos Corbyn, Keir Starmer, Emily Thornberry y Diane Abbott.

El presidente laborista, Ian Lavery, y el secretario de Justicia, Richard Burgon, ya habían manifestado previamente su escepticismo a respaldar un segundo referéndum. “Sospecho que hoy damos un poco marcha atrás”, dijo un parlamentario laborista. Ocho de los encargados interinos de estas negociaciones se abstuvieron en el primer intento de la parlamentaria Yvette Cooper de extender el artículo 50 y retrasar la salida de Reino Unido de la institución.

Tres diputados de alto perfil, Stephen Kinnock, Lucy Powell y Caroline Flint, también se encuentran en la lista de los posibles que se opondrían a una votación para un segundo referéndum. Powell dice que al menos 25 parlamentarios más se plantarían ante una enmienda de estas características. El laborista John Mann, a favor del Brexit, tildó de “absurda” la iniciativa de su partido. “Nuestro manifiesto fue inequívoco: aceptaríamos el resultado del referéndum. Una segunda consulta no sigue esa línea y gran parte de los votantes no aceptarán esto”, dijo al programa de la BBC Radio 4.

Keir Starmer dijo estar al tanto de las diferentes visiones que conforman su partido. El portavoz laborista sobre el Brexit ya se esperaba el enfado de sus colegas. “Hay suficientes parlamentarios laboristas contrarios a esta iniciativa para tumbarla. El jefe [Starmer] lo sabe”, dice uno de los diputados. “Todos los caminos desembocan en el fracaso en cuanto a un segundo referéndum, más retraso y para, finalmente, acabar en un acuerdo o no-acuerdo. ¿Qué hacemos en ese escenario? Y nadie contesta”, asegura.

Thornberry y Watson no se tomaron a bien las amenazas de un diputado de que el partido no aceptaría una consulta ciudadana para decidir entre quedarse en la UE o aceptar el acuerdo de la primera ministra, Theresa May. “Lo que buscamos es prevenir un referéndum así”, dijo el político en cuestión. Thornberry había dicho a la prensa previamente que esos serían los términos de un futuro referéndum.

“He reconocido algunas tonterías que dije mal sobre una votación ciudadana”, dijo. “Es bastante difícil hablar mal de forma idéntica en diez entrevistas”, ironizó, “pero solo por aclarar: si Theresa May no acepta nuestro acuerdo, entonces decidirá la gente. ¿Aceptamos cualquier acuerdo que ponga sobre la mano o nos quedamos? ¿Está claro?”

Watson se unió a la crítica: “Quienquiera que haya sido el que ha criticado la exposición de mi colega [sobre los términos de la consulta], es que está desautorizando la soberanía de nuestro gabinete de negociación”, tuiteó.

Traducido por Naiara Bellio

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