Siete años de cárcel para el utillero de un equipo de fútbol de Madrid por agredir sexualmente a cinco jugadoras menores
En 2015 un hombre empezó a trabajar como voluntario en un equipo de fútbol femenino de la localidad madrileña de Colmenar Viejo. Ejercía como utillero –la persona que se ocupa del material de las jugadoras–, pero durante cuatro años aprovechó su cercanía con las jugadoras menores de edad para hacerles comentarios soeces y tocamientos hasta que varios asaltos perpetrados en 2019 llegaron a manos de la Justicia. La Audiencia Provincial de Madrid le ha impuesto un total de siete años de cárcel y multas que suman 7.000 euros por cinco delitos de agresión sexual, además de la prohibición de trabajar con menores de edad durante más de una década.
La sentencia, a la que ha tenido acceso elDiario.es, explica que este hombre, que no tenía antecedentes penales, empezó a ejercer como utillero voluntario en este equipo de fútbol femenino de Colmenar Viejo en 2015 y durante cuatro años, hasta la primera denuncia de una de las niñas en 2019, estuvo agrediendo al menos a cinco jugadoras, todas menores de edad. Hasta que fue denunciado.
Las agresiones empezaban con comentarios aparentemente inocentes que, con el tiempo, se transformaban en exabruptos machistas en las instalaciones o en los vestuarios. Un “¡qué guapa estás!” acompañado de un intento de besar en la boca a una de las niñas, palmetazos en los glúteos a las jugadoras o incluso tocamientos mientras espetaba a una de las niñas: “¡Qué cachondo me pones!”.
El condenado, para quien la Fiscalía llegó a pedir 16 años de prisión, utilizó su puesto de utillero para tener acceso total a las cinco víctimas a las que atacó y, según reconoció él mismo durante el juicio, solo se paró ante dos cosas: cuando una de las menores fue especialmente contundente al exigir el final de los comentarios, o cuando eran demasiado mayores y se daban cuenta del contenido sexual de sus actos. “Por miedo a ser descubierto, prefería dirigirse a niñas más jóvenes que no atisbaran el componente sexual que guiaba sus actos”, declaran probado los jueces.
Finalmente ha sido condenado por cinco delitos de agresión sexual, tres de ellos sobre menores de 16 años y otros dos sobre mayores de esa edad. Son, en total, siete años de prisión y multas que suman 7.000 euros además de una década de prohibición de trabajar con menores y la obligación de indemnizar a sus cinco víctimas con cantidades que, entre todas, suman 85.000 euros.
Agresiones hasta 2019
Fuentes del caso explican a este periódico que las últimas agresiones, perpetradas en el primer trimestre de 2019, fueron las que precipitaron que el caso llegara a manos de los tribunales. Cuatro años después de empezar a asaltar a las jugadoras del equipo, se ofreció a atender y llevar a la sala de fisioterapia del campo municipal a una de las chicas que había sufrido “un vahído”. En esa situación de vulnerabilidad de la joven, el utillero se abalanzó sobre ella y empezó a practicarle tocamientos mientras le hacía comentarios de contenido sexual.
La víctima “huyó apresuradamente” del lugar y fue de las primeras en relatar lo que sucedía en los vestuarios de esta localidad del norte de la Comunidad de Madrid. Pocos días después intentó hacer lo mismo con otra jugadora aprovechando que estaba agachada atándose los cordones. Las diligencias se abrieron en un juzgado de la localidad ese mismo año.
El propio acusado, que ha recurrido la sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia de la región, reconoció los hechos y se limitó a pedir las condenas mínimas como finalmente ha sucedido, pero los jueces avalan también la declaración de las víctimas: “No se conocen motivos espurios que pudieran justificar una denuncia falsa, las versiones de las perjudicadas son coherentes, han sido constantes en el tiempo y se refuerzan mutuamente”, explica la resolución.
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