La estatua de Jacinto Ruiz estrena un nuevo ‘accesorio’

Una de las estatuas de la plaza del Rey, la dedicada al teniente Jacinto Ruiz y Mendoza, luce desde hace unos días un llamativo ‘accesorio’ en su pecho. Un objeto azul que brilla con el sol y no pasa desapercibido a las miradas de quienes pasan por allí.

Se trata de un aro de gran tamaño, compuesto por esferas metálicas de color azul con una letra blanca en su interior, y, aunque ya le faltan algunas piezas, se puede intuir perfectamente que se trata de una réplica del famoso rosco del televisivo Pasapalabra.

Un objeto que alguien colocó allí después de una noche de fiesta y que desentona con el estilo clásico de la escultura realista que Mariano Benlliure dedicó a Jacinto Ruiz y Mendoza en el año 1891.

No es la primera vez que esta estatua es protagonista de algún acto vandálico. Durante la celebración del Orgullo LGTB, cuando la plaza del Rey acoge parte de las actividades del programa, es carne de cañón de conductas incívicas y su peana se transforma en improvisado urinario.

Un homenaje a uno de los héroes del 2 de Mayo

Aunque son mucho más conocidos otros compañeros como Daoíz y Velarde, con su réplica escultórica en la malasañera Plaza del Dos de Mayo, Jacinto Ruiz y Mendoza tuvo también un importante papel en la defensa del Parque de Artillería de Monteleón.

Más conocido como el teniente Ruiz, su heroica intervención en esta cruenta batalla de la Guerra de la Independencia (en el que resultó gravemente herido, muriendo días después de la contienda) le valió que general Martínez Campos y el teniente de infantería Ibáñez Marín recaudaran los 17.000 duros de la época que el escultor Mariano Benlliure pedía por levantar un monumento en su nombre.

En el contrato el artista se comprometía a terminar la escultura antes del 2 de mayo de 1891 y a hacerse cargo del coste de todos los materiales, salvo el bronce, que lo facilitó el gobierno de España.

Así, en la parte superior Benlliure realizó una escultura a partir de un retrato al óleo que le facilitó la familia del militar, con una pose dramática y la tensión del momento reflejada en el rostro del teniente Ruiz.

Una curiosidad es que, para crearla Benlliure viajó a Roma y la pieza fue elaborada allí por la  la fundición Crescenzi. Tal y como había prometido el artista, la estatua estuvo lista el 1 de marzo, antes del plazo comprometido, y se inauguró el 5 de mayo.

Aunque su localización original era el centro de la plaza del Rey, en la remodelación del aparcamiento subterráneo realizada en los años 80 se trasladó a su ubicación actual, en un lado de la plaza y haciendo casi esquina con la calle Barquillo.

Víctima del paso del tiempo y de ataques de desaprensivos como el que se describe en esta noticia, en 1994 el monumento se sometió a trabajos de restauración. Además de la correspondiente limpieza y repatinado de la figura y de los elementos decorativos de bronce, se recuperó el pedestal con resinas y piedra del mismo origen que la obra original.