Boicot a Coca-Cola en Malasaña
En el bar Baztán lo tenían claro. En una sociedad de consumo, la mejor manera de protestar era dejando de comprar. Fue lo que hicieron hace justo un año, cuando decidieron no servir más Coca-Cola ni otros de sus productos (Fanta, Nordic...) en protesta por la forma en la que la marca estaba tratando a sus trabajadores españoles.
Para advertir a sus clientes, los responsables del local ubicado en pleno Malasaña, en la plaza del Dos de Mayo, colocaron un cartel al pie de las escaleras de bajada a su planta inferior, con el siguiente mensaje:
Hoy, doce meses después, el personal del bar hace balance y se muestra orgulloso de su decisión, que supuso la desaparición de la marca de refrescos más conocida del mundo de sus neveras. “Hay gente que nos pregunta por qué no hay Coca-Cola y normalmente le contamos que tenemos otra marca. Si se interesan más por el tema les acabamos explicando toda la historia”, nos explica Alberto, uno de los camareros del local. “La mayoría de clientes se muestran deacuerdo con la iniciativa que hemos tomado, les parece bien”, revela. “La gente conoce la situación, lo cuentan en televisión a menudo”, añade.
A día de hoy, la empresa Coca-Cola ha cerrado la fábrica embotelladora que tenía en Fuenlabrada, lo que conllevó el despido colectivo de sus trabajadores y de los de otras plantas españolas. En total, 350 desempleados, de los que 70 llegaron a un acuerdo con la empresa. Una sentencia de la Audiencia Nacional anuló los despidos y obligaba a la empresa a readmitir a todos los empleados en su anterior puesto de trabajo, lo que implicaba reabrir la fábrica. Pero la empresa de refrescos no ha acatado la sentencia.
En protesta por la situación, los trabajadores que han de ser readmitidos siguen con sus movilizaciones. Ayer mismo se manifestaron de Callao a Sol y el 7 de abril se plantarán delante del Tribunal Supremo, estancia que tiene que decidir el día 15 del mismo mes sobre la sentencia de la Audiencia Nacional.
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