Minicuentos de la calle Pez: los tres ganadores de su II concurso de microrrelatos

Las pasadas Fiestas de Pez celebraron un concurso destinado a narrar la propia calle en pocas palabras. Organizado por varias librerías de la zona, capitaneadas por Cervantes y Cía -que inició en 2015 el proyecto- escritores de todo tipo presentaron sus textos con motivo de los festejos.

Estos fueron los tres microrrelatos ganadores y las imágenes que sirvieron para ilustrarlos:

1º Premio: “Los cambios buenos son”, de Nerea Gallego

1º Premio: “Los cambios buenos son”, de Nerea Gallego

Aquel día Ana paseaba sin rumbo de aquí para allá. A Ana le gustaba caminar entre la multitud, sorteando a la gente y acelerar el paso al ritmo de su música, tuviera prisa o no.

Su mirada disfrutaba del recorrido: el sol reflejado en las ventanas de los edificios, un puesto de flores improvisado con la tendera tejiendo en la puerta, los ojos de un joven en bici, sus pies en movimiento sobre los adoquines… “Berlín”.

Una palabra escrita la hizo detenerse en seco y pensar. Sin vacilar entró en la librería y compró la guía de segunda mano. Esa misma tarde cogió un vuelo que la alejaría de ésa ciudad que tanto amaba. Eligió el cambio; decidió avanzar.

2º Premio: “Memoria de Pez”, de Carla Hermo

2º Premio: “Memoria de Pez”, de Carla Hermo

Pensaron que aquello que sentían duraría eternamente, pero en realidad nunca soñaron con quererse. Aun así se comprometieron incluso a compartir lo más duradero que hay hoy en día: la hipoteca. De lo que no se percataron es que el amor no paga las facturas y la paciencia es finita. Él dejó de preparar café por las mañanas y ella ya no le dedicaba sus poemas. Así que un día a media tarde, y sin preaviso, se despidieron el uno del otro. Él se fue con sus ilusiones y ella se quedó con su destino. Sorprendentemente borraron de sus recuerdos todo aquello que habían vivido y experimentado juntos; me imagino que porque ambos tenían memoria de PEZ.

3º Premio: “Tu que tanto has besado”, de Inés Fernández

3º Premio: “Tu que tanto has besado”, de Inés Fernández

Por la calle del Desengaño Julia caminaba con la mirada perdida mientras intentaba olvidar la guerra fría que acababa de vivir entre sus sábanas. Al entrar en el Palentino, pidió un café bien caliente, con la esperanza vana de que calentara también su corazón, cansado de latir.

Desde el rincón junto al ventanal escuchaba las conversaciones de un grupo de jóvenes, conversaciones que sabían a vida. Al marcharse recogió un libro olvidado sobre una mesa. Unos metros más allá ocupó su esquina. Los clientes que solicitaban sus servicios se marchaban molestos ante su indiferencia. Como una estatua de bronce allí parada, Julia dejo por un momento su vida cenicienta a un lado, y voló entre historias con final feliz.

Además de estos relatos, resultaron finalistas en el concurso: