Radiografía (real) del hipster español
Sorprende que de un fenómeno cultural tan presente en la actualidad como el de los hipsters haya tan poco escrito en España. Esta tribu urbana que se importó de EE.UU. hace años no contó con ningún texto impreso que la explicara en nuestro país hasta la llegada del (controvertido) libro de Víctor Lenore Indies, hipsters y gafapastas. Por eso, cuando supimos que también se había escrito una obra de teatro sobre hipsters y que se empezaba a representar en Madrid, nos pusimos rápidamente en contacto con su intérprete y cocreador, el actor Rafa Maza, para ahondar más en un mundo que en Madrid se identifica a menudo con Malasaña pero que va mucho más allá de este barrio.
“Yo no no soy hipster, pero no tengo nada en contra de ellos”, nos aclara al inicio de la entrevista, en tono conciliador. En realidad, su comedia Hey Bro Hipster Show es más un documento histórico de una época que una obra que se mofe de este grupo social. Aunque las risas estén aseguradas gracias a Andy, su alter ego de barba de lana, tirantes, camisas estampadas y un postureo difícil de superar.
Andy es el único actor en una obra es difícil de clasificar: conjuga monólogos, imitaciones, mimo, interpretación musical, imitaciones de famosos y hasta malabarismos. Una mezcla sorprendente, ejecutada a un ritmo frenético, que mantiene al espectador riendo y pegado al asiento mientras el protagonista explica en una conferencia el supuesto origen del movimiento hipster (una barbacoa vegetariana en el barco de Bjork, sobre el Hudson) y va soltando frases en inglés con cada una de sus acciones. “Yo no sé cómo calificar lo que hago”, admite Rafa Maza sobre el género de su obra. “A mí no me gusta quedarme en una butaca y contar un monólogo. Prefiero que el público viaje conmigo o llevar más allá la imitación de un personaje, ponerlo en una situación extravagante”, indica.
La radiografía que Maza traza de los hipsters fue escrita hace unos meses a cuatro manos, entre el propio actor y Alberto Gálvez. Aunque confiesa que no viajó hasta Williamsbourgh para estudiar in situ el fenómeno, sí que tomó muchas referencias reales de hipsters nacionales, personajes como Gala González, Miranda Makaroff, David Delfín... de cuyas publicaciones en redes hay frases literales en la obra. “En general me fijé en gente relacionada con la moda, que viaja mucho a Nueva York, Londres, Tokio, que suelen darle mucha trascendencia a cosas pequeñas que no la tienen”. También tomó nota del libro antes citado de Lenore y de sus propias vivencias personales con el mundo de la publicidad o con sus amigos más modernos: “Se puede decir que los de mi quinta somos una generación hipster, que puebla todas las empresas de creativos y que está asentando esa tendencia de moda, que ya ha llegado hasta a los Zaras”.
Del libro de Lenore tomó su visión política para la obra: “Él cuenta muy bien que antes las tribus urbanas eran muy contestatarias y ahora el hipster no es nada rebelde a nivel político. El hipster no deja de ser un pijo que se puede permitir el lujo de comprar un café caro, de viajar a la Gran Manzana, de acudir a lugares remotos en busca de inspiración”, dice antes de afirmar también que esta figura responde a una figura clásica más reconocible: “Es el moderno de toda la vida”. Con estas vivencias, muy pegadas al día a día, construyó su personaje, que sigue evolucinando en cada representación: “Para hacer reír tienes que tener contacto con la realidad y deformarla un poquito, esa es la clave”, apunta.
Una obra a la que acuden hipsters... y se ríen
Una obra a la que acuden hipsters... y se ríen
La entrevista con Rafa Maza transcurre en el entorno más hipster que hemos podido encontrar: un bar del centro de Malasaña con cajas de fruta de madera mal pintadas, redes de pesca de cangrejos y muchos anglosajones alrededor. El sonido de la flautilla del afilador que pasa por Espíritu Santo termina por redondear la escena.
“Hay gente que quiere vivir una vida más folk en la ciudad y a mí me hace gracia”, cuenta Maza. “Mi padre es de pueblo y he visto a mis abuelos matar gallinas, conejos... lo rural a veces no es tan divertido”, bromea. En su Huesca natal -dice- hay más “culturetas” que hipsters, pero su obra, que ya empezando a mostrar por toda España, se entiende en entornos urbanos y más provincianos. En Madrid afirma que la experiencia está siendo muy buena: “Viene público hipster y les está gustando muchísimo, les sorprende. En realidad, nos estamos riendo de nosotros mismos. La obra es una excusa para hablar de las contradicciones del ser humano”.
Los habituales de los teatros de Malasaña conocerán a Rafa Maza por su personaje de pijo en la obra Solo Fabiolo Solo Fabioloque interpretó en el Alfil y con la que sigue cosechando bastante éxito. No es el único lugar en el que el lector de este artículo puede habérselo encontrado. La pasada temporada colaboraba en el programa de radio de Juan Luis Cano, comentando la jornada deportiva con uno de sus personajes, un negro congoleño muy naif y divertido, que también aparece en Hipster Show, en medio de una mina de coltán. Sus excepcionales imitaciones de famosos le llevaron hace unos años a colaborar con Gwyoming en El Intermedio, poniendo voz a un falso Jiménez Losantos.
- ¡Cool!
- ¡Apunta! Datoos
- Estoy cansadísimo
- Luego hablamos del postfolk
- Qué lástima que no traje mi ukelele
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