Terrazas en altura, un placer también en invierno

¿A quién no le gusta disfrutar de una buena conversación en una terraza con amigos frente a una copa de buen vino, una cerveza o una taza de café? Las terrazas, siempre y cuando sean legales y cumplan con todas las obligaciones impuestas por la normativa vigente, son oasis urbanos que enriquecen la vida social de la ciudad y, al mismo tiempo, sientan bien a la actividad económica de las urbes. Tanto es así, que cada vez son menos un servicio de temporada y tienden a mantenerse a lo largo de todo el año: sí, también en invierno. Claro está que hay terrazas y terrazas y que no es lo mismo una silla y una mesa al lado de una carretera ruidosa que una silla y una mesa situada en un rincón con encanto repleto de detalles.

Precisamente, buscando esos espacios especiales podemos encontrar unos cuantos en Malasaña y alrededores, máxime si alzamos la cabeza y escudriñamos en las alturas. De este modo, hallaremos unas terrazas encantadoras en la azotea del Mercado Barceló, en lo alto del edificio de El Paracaidista, en el interior del Mercado de San Ildefonso, en la última planta de Gymage -con vistas a la plaza de la Luna y a la cúpula de la iglesia de San Martín- o en lo más alto del Bastardo Hostel.

Mención aparte merece la terraza interior del Jardín del Magnolio del Museo del Romanticismo que, aún estando a ras de suelo, constituye un espacio único que no podemos olvidar. También la terraza de Espacio Pozas 14 resulta una agradable opción, sobretodo en días soleados y aunque nada tenga que ver con el estilo y el servicio que ofrecen las otras anteriormente reseñadas.

En Madrid existen muchas otras interesantes opciones de terrazas en altura en las que disfrutar. De entre ellas destaca la de Novotel del Campo de las Naciones, que incluye piscina y un ambiente privilegiado. Precisamente, desde Novotel han listado una serie de claves que debe tener una terraza en altura perfecta: