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Alpine reinterpreta la berlineta de los 60 en el eléctrico A-110 E-ternité

Alpine A110 E-ternité.

Paula Ulloa

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Menos de un año han tardado los ingenieros y diseñadores de Alpine en hacer su propia interpretación del deseo expresado por Luca de Meo cuando se hizo con las riendas del Grupo Renault, el de electrificar la compañía con el fin nada modesto de “inscribirla en la eternidad”. El fruto de su trabajo es el A110 E-ternité -el guiño queda claro-, un vehículo 100% eléctrico y semidescapotable que sirve de enlace entre un pasado legendario, el del A110 Berlinette (berlineta) que acaba de cumplir 60 años, y un futuro marcado por la movilidad eléctrica.

El pliego de condiciones que se autoimpuso Alpine era sencillo. Se trataba de electrificar el A110 igualando las prestaciones, el equilibrio y la agilidad de la versión térmica sobre la base de las fortalezas, la experiencia y las tecnologías del Grupo. Para añadir un toque picante al reto se añadieron cuatro innovaciones, el primero de los cuales es un sistema multimedia que, centrado en la tablet personal del conductor, ofrece una experiencia intuitiva y natural en Google o Android y permite así centralizar en un solo dispositivo todas las aplicaciones de su usuario.

A ello se agregan un equipo de sonido de última generación con ocho altavoces y efecto envolvente, materiales innovadores que aúnan rendimiento y sostenibilidad y una solución “semidescapotable” que hace posible apreciar el silencio de la tecnología eléctrica y circular en un Alpine enteramente eléctrico a cielo abierto, pero sin ruido.

Como marca del Grupo Renault, era natural que Alpine recurriera a lo que estuviera disponible para este proyecto en el banco de órganos y de tecnologías del consorcio. Así, el E-ternité, con casi 240 CV de potencia, emplea las mismas baterías que el Megane E-Tech 100% eléctrico, cuya capacidad es de 62 kWh. Pero para obtener un reparto óptimo de las masas y alojar los 12 módulos de batería, fue necesario diseñar unas carcasas de baterías específicas y adaptar la arquitectura del coche.

En una decisión poco tradicional, cuatro módulos se colocaron en la parte delantera y ocho en la trasera. A pesar de todo, el Alpine eléctrico sigue siendo notablemente ligero, con un aumento de solo 258 kilos gracias a un peso moderado del conjunto de las baterías, de 392 kilos. La masa en orden de marcha se sitúa en 1.378 kilos.

La tarea de gestionar la entrega de la fuerza se ha encomendado a una transmisión de doble embrague con pilotaje electrónico, como en el A110 térmico, pero con unos embragues dimensionados para transmitir un elevado par motor. La solución de doble embrague, compacta y ligera, era la idónea para no sobrecargar el conjunto.

El motor del E-ternité proporciona 178 kW de potencia y 300 Nm de par máximo, con lo que propulsa al vehículo hasta los 100 km/h desde parado en unos 4,5 segundos. Los 1.000 primeros metros los recorre en 23,7 segundos. En términos de autonomía, Alpine declara un dato homologado en ciclo WLTP de 420 kilómetros entre recargas.

Materiales de lino

Hacía tiempo que los fans de Alpine venían reclamando un A110 descapotable. De ahí que la firma francesa buscara una manera factible de resolver este desafío al tiempo que afrontaba todos los derivados de su electrificación. Los ingenieros dieron con una solución sencilla y ligera que, sin modificar la rigidez del A110 de serie, utilizara dos estructuras de techo fabricadas con carbono reciclado.

Ligeros y más respetuosos con el medio ambiente, los materiales utilizados en algunas piezas clave del E-ternité son de lino. Alpine explica que desarrolló de manera paralela un segundo coche de demostración 100% eléctrico y pudo aplicar esta novedosa tecnología en partes del vehículo como la estructura del capó, el techo, la luneta, la rejilla, los asientos y el faldón trasero. El lino procede de la empresa Terre de Lin, situada cerca de Dieppe (Francia), y es al parecer tan resistente como el carbono y permite una mejor acústica, lo que lo convierte en un material de lo más prometedor.

La marca francesa indica además que el diseño de las piezas actuales de sus modelos es compatible con una amplia variedad de materiales compuestos. Esto hace posible usar un mismo molde para producir indistintamente con fibra de carbono, vidrio o lino.

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