La tecnología híbrida e híbrida enchufable de Renault, ya disponible en los Clio, Captur y Mégane familiar
A diferencia de otros fabricantes que han llegado al coche eléctrico después de haberse fogueado antes con los híbridos, Renault se ha servido de la experiencia acumulada desde mayo de 2013 con el Zoe -modelo 100% eléctrico- para presentar ahora su nueva gama híbrida e híbrida enchufable, denominada E-Tech, que también aprovecha el savoir-faire de la marca en la Fórmula 1.
Al mismo tiempo, la llegada de los Clio, Captur y Mégane Sport Tourer con tecnología E-Tech no puede ser más oportuna porque los híbridos (especialmente) e híbridos enchufables suman ya el 16% de las ventas totales en España, y ese porcentaje lleva camino de incrementase en los próximos años mientras el vehículo eléctrico continúa con su lento avance, que lo hace representar solo el 0,9% del mercado por el momento.
Renault, por último, parece haber acertado también con la fórmula concreta de su sistema híbrido, tan ingenioso como eficiente a la vista de los registros que hemos obtenido en una primera toma de contacto con los tres modelos que lo embarcan. Con una base común, la tecnología E-Tech se desdobla además en dos variantes: una full hybrid para el Clio y otra híbrida enchufable (PHEV) para el Captur y el Mégane de carrocería familiar. En la primera mitad de 2021 estará disponible también en el Mégane de cinco puertas.
Su esquema básico consiste en una arquitectura serie-paralela que permite combinar las virtudes de los distintos tipos de hibridación posibles (serie, paralela y serie-paralela). Los motores son capaces de funcionar de forma independiente o conjunta dirigiendo su energía hacia las ruedas o hacia la batería. El grupo motopropulsor gestiona estos motores y su aportación en función de las necesidades de aceleración y potencia eventual, así como de acuerdo con las oportunidades de regeneración de la batería. Dicha gestión se realiza según 15 combinaciones de funcionamiento entre los distintos motores y marchas engranadas en la caja de velocidades.
Los elementos comunes son un propulsor atmosférico de gasolina 1.6, dos motores eléctricos -un e-motor y un motor de arranque/generador de alta tensión- y un cambio multimodo de crabots sin embrague. La innovadora asociación entre los motores eléctricos y este tipo de transmisión optimiza y suaviza el cambio de marchas y mejora el rendimiento energético, como ha probado suficientemente la escudería Renault de F1. En función del voltaje (230 o 400 V), la potencia total es de 140 CV, en el Clio, y de 160 CV en los Captur y Mégane.
Lo que también varía es la capacidad de la batería de ion-litio según el tipo de sistema híbrido. La del Clio E-Tech es de 1,2 kWh y permite circular en modo 100% eléctrico hasta el 80% del tiempo en ciudad, además de reducir de forma considerable (hasta un 40%) el consumo y las emisiones. Durante el recorrido de 27,5 kilómetros, mayoritariamente urbano, de la presentación, obtuvimos un promedio muy destacable de 3,4 litros/100 km. Las cifras oficiales hablan de un consumo de 4,3 litros/100 km, unas emisiones de CO2 de 96 g/km y 9,9 segundos para llegar a 100 km/h desde parado.
Los Captur y Mégane PHEV disponen de una batería de 9,8 kWh con la que cubren 50 kilómetros en ciclo combinado WLTP y hasta 65 km en ciudad. Al término de una ruta de 60 kilómetros con más carretera y menos ciudad, el Captur consumió 3 litros/100 km y 10,7 kWh/100 km después de haber activado la función E-Save con el fin de reservarnos 22 kilómetros de autonomía, como si el último tramo del recorrido fuera a realizarse por una zona de bajas emisiones. Con el Mégane Sport Tourer obtuvimos 3,1 litros/100 km y 15,3 kWh/100 km tras 48,5 kilómetros y habiendo dejado en la batería energía para cubrir 15 km en modo cero emisiones.
El Clio híbrido dispone de un cuadro de instrumentos de 7 pulgadas que ofrece información específica sobre el sistema eléctrico y sobre la dirección de los flujos de energía. Tres son los modos de conducción disponibles: Eco, Sport y My Sense (híbrido), que es el que funciona por defecto, y a ellos se añade un modo EV (eléctrico puro) que se selecciona con un botón en el salpicadero y permite circular sin emisiones durante un corto periodo de tiempo, para acceder por ejemplo a una zona de circulación restringida o a un garaje. La posición B (Brake) del cambio, ya muy extendida en los vehículos electrificados, sirve para redoblar la recuperación de energía.
El look del Clio E-Tech es muy discreto, por voluntad de Renault, pero los clientes que quieran presumir de tecnología híbrida tendrán a su disposición la serie limitada Edition, más vistosa en este aspecto y disponible también en el Captur E-Tech. El Mégane Sport Tourer no ofrece esta opción, pero comercializa a cambio el también atractivo acabado deportivo RS Line, que es el que hemos tenido ocasión de conducir.
El Captur híbrido enchufable pesa 115 kilos más que sus hermanos de gama y conserva el asiento trasero con desplazamiento longitudinal de 16 cm a pesar de llevar la batería de 9,8 kWh bajo los asientos traseros. Sus 557 litros de maletero incluyen un espacio para transportar el cable de 3,6 kW con el que el vehículo se enchufa a la red eléctrica. La operación de llenar la batería lleva 3 horas con el cargador de serie y 5 horas con uno de 2,4 kW.
En el interior destaca la nueva consola flotante en la que se enclava una pequeña palanca de cambios de accionamiento suave y desplazamientos muy cortos, muy agradable de manejar. El cuadro de instrumentos de 10“ muestra en dos esferas independientes los datos de la parte térmica del coche y los de la parte eléctrica. Los modos de conducción se denominan en este caso Pure (100% eléctrico), Sport, My Sense (híbrido) y el ya citado E-Save, a los que se agrega aquí también el botón EV.
Casi todo lo dicho para el Captur vale igualmente para el Mégane, que recibe el tren híbrido enchufable coincidiendo con una renovación que ha integrado mejoras de diseño, tecnológicas y de equipamiento. Eso sí, la consola central y la palanca de cambios muestran en su caso un aspecto más convencional.
El Clio E-Tech está a la venta por 21.533 euros en acabado Intens, 22.482 euros en Zen y 23.970 en la serie Edition. El Captur cuesta 31.024 euros con terminación Zen y 32.306 euros en la serie Edition, y puede beneficiarse de un incentivo de hasta 2.600 euros del Plan Moves. La misma ayuda le corresponde al Mégane Sport Tourer, cuyos precios son de 30.906 euros (Intens), 31.830 euros (Zen) y 33.766 euros en versión RS Line. Existe una variante adicional para empresas denominada Business que sale por 31.170 euros.