Una Dirección General con un solo funcionario

Los trabajadores del IMIDA (Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario) predicando en el desierto del olvido y el abandono; las educadoras de las escuelas infantiles viendo pasar el tiempo entre hernias y cumpleaños; las trabajadoras del IMAS (Instituto Murciano de Acción Social) dejándose parte de su salud en atender a los más necesitados aún sabiendo que ello les acarreará para el resto de sus vidas una pérdida considerable de calidad de vida y miles de opositores esperando las ofertas de empleo y que se resuelvan las oposiciones mientras pasan los meses y los años.

Todo esto bajo una administración endeudada hasta los dientes y con déficit que nos sitúa a las puertas de ser intervenidos por la administración del Estado.

Es posible incluso que al Gobierno regional le venga bien ser intervenido por el Ministerio de Hacienda. Sería la mejor excusa para tapar su incompetencia y sus desmanes financieros.

Mientras todo esto ocurre la función pública es un ‘puto’ desastre, la descoordinación es surrealista. Nadie sabe ni a qué consejería pertenece. La última muestra de que esto es el ejército de Pancho Villa ha sido descubrir que hay una dirección general cuya estructura está compuesta por dos personas, una directora y un trabajador.

De la Consejería de Empleo, Investigación y Universidades cuelga la Dirección General de Innovación e Investigación científica, cuyas funciones son: ‘Las competencias del departamento en el fomento y coordinación general de la investigación y el desarrollo científico y técnico, academias científicas y culturales de la Región de Murcia, así como la innovación científica y la promoción de la transferencia de conocimiento, la generación de valor desde la ciencia hacia la sociedad, fomentando la conexión de los resultados de la investigación desde los organismo públicos y privados de I+D con la sociedad y el mercado a través de la I+D+I científico tecnológicas’.

Pues bien, para llevar a cabo todo esto solo hay un técnico dependiendo de la directora general. De hecho, en el organigrama de la propia Consejería esta Dirección General no dispone ni de servicios, ni de secciones, ni de negociados, ni de unidades administrativas asimiladas, tal y como dicen las normas que ha que tener.

La Consejería que está en manos de Ciudadanos -partido que vino a regenerar la vida pública y acabar con los gastos absurdos y enchufes- está demostrando que le importa muy poco la función pública y mucho el acomodo de altos cargos.

Ya no espero nada de los sindicatos de la función pública, espero por lo menos que la oposición en la Asamblea autonómica diga algo ante esta situación que es una muestra más de que en esta Región hay algunos riéndose de nosotros en nuestra cara.

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