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La “Murcia soterrada” recibe a La Vida Moderna

La vida moderna Oh my LOL

Víctor Peñalver

Murcia —

La “Murcia soterrada” recibió al famoso show de Broncano, Quequé e Ignatius (La Vida Moderna) con un lleno hasta la mismísima bandera de Moderdonia. El Teatro Circo de Murcia concentró a 800 personas en torno a tres cómicos con un micrófono, un Ipad y un proyector para ver noticias y vídeos graciosos sacados de internet. Esto es algo que sueles hacer en esas tardes de fin de semana de `mantita, sofá y tele´, sólo que en La Vida Moderna pagas 20€ y además puedes gritar, pegarle a Ignatius Farray, vitorear al partido de UPyD o reírte por ser murciano mientras pides que nuestra dicción sea considerada un idioma al igual que el bable asturiano. “Venga, idioma bable, mete otra ”u“ en esa palabra”, exclamaba Broncano mientras continuaba la ácida crítica contra todos aquellos que creen que su tierra/pueblo/cultura es especial y mejor que las demás.

Hablar de La Vida Moderna es hablar de humor transgresor, que se cuela en la ética y la moral de los asistentes para pisotearlos mientras ambas partes, supuesto agresor y supuesta víctima, se ríen hasta llegar a un clímax que en algunos casos alcanza tintes propios de freakismo.

Si eres un puritano que te ofendes por todo o te ofendes porque los ofendidos no se ofenden, abstente de ver La Vida Moderna. Si crees que eres un ciudadano ejemplar que defiende en Twitter causas justas como el feminismo, el pacifismo, ¿la independencia de Cataluña? o el reparto igualitario de la riqueza, puedes asistir al show, pero saldrás pensando que con tu mainstream lo único que haces es “postureo del bueno”. ¿Crees que formas parte de ese grupo? Entonces seguro que alguna vez habrás recurrido al manido argumento de “nadie piensa en los niños”, afirman los de La Vida Moderna.

En la República Independiente de Moderdonia queda claro que no habrá leyes que castiguen la apología del terrorismo, del Holocausto o que protejan el derecho al honor. Así es el universo creado por La Vida Moderna, al que se han adherido jóvenes, cuarentones y el resto de fans de Stars Wars, El Señor de los Anillos, Juego de Tronos y demás sagas del estilo.

Los protagonistas del show no son votantes del PP ni de Cs, sin embargo disparan contra el discurso de los grupos de izquierda por haber conseguido que las clases obreras hayan desconectado de sus proclamas. “Ganó Malasaña y perdió Carabanchel”, señaló Quequé en una entrevista tratando de indicar la deriva que lleva la izquierda desde el 15-M.

El show finalizó con un público cantando al unísono el himno de Moderdonia y tras una gran dosis de risas a costa de los murcianos, los autistas, los nazis, Huelva (ciudad y provincia), los disfuncionales como Echenique y, sobre todo, riéndote de ti mismo y de todos tus principios que consideras inalterables.

Es cierto que La Vida Moderna hace una fuerte crítica sobre la sociedad actual dominada por “lo cuqui”, aunque no propone cómo podemos mejorarla. Pero, ¿ese es el papel de los cómicos? A eso que se sigan dedicando los licenciados y los que tengan un máster (Universidad Rey Juan Carlos incluida).

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