Calasparra, destino turístico seguro para disfrutar en la nueva normalidad

La directora general de Competitividad y Calidad Turísticas, María Esther Tenza Pérez, ha visitado esta semana Calasparra y se ha reunido con las concejalas Debora Cassinello, edil de Turismo, y María del Carmen Carmona, edil de Promoción Municipal, con las que ha visitado diferentes zonas de interés turístico del municipio.

Las Cuevas del Puerto ha sido una de las paradas obligatorias, esta joya geológica ya ha abierto sus puertas al público adaptando sus instalaciones y actividades subterráneas a los protocolos y normativas de seguridad sanitaria actuales. Seguidamente visitaron la zona de los arrozales, en el paraje de El Bayo, ya que en esta época se puede disfrutar de los mantos verdes que forma el arroz sembrado en las terrazas. Después, se desplazaron hasta el Santuario de Nuestra Señora de la Esperanza junto a la presidenta de la Mayordomía, Fulgencia Sánchez Ruiz, donde hablaron sobre el estado actual de las terrazas del santuario, cuyo entorno resultó deteriorado por episodios de lluvias torrenciales y crecidas del río Segura.

Durante esta reunión se trataron temas de interés turístico, local y comarcal, como es la acreditación de destino seguro, a través de certificación de declaración responsable, que permite reconocimiento a nivel nacional e internacional, o a través del sello de calidad certificada. Este último creado por el Instituto para la Calidad Turística Española (Icte) y avalado por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, comunidades autónomas y ayuntamientos. El Safe Tourism Certified aúna ambos reconocimientos como marca de garantía y certificación de calidad, para todos los sectores turísticos. La Oficina de Turismo de Calasparra ya está certificada, y cumple con los requisitos de Calidad establecidos por el Instituto de Turismo de la Región de Murcia.

Desde el Ayuntamiento de Calasparra se ha realizado un “importante” esfuerzo para hacer de la localidad un lugar seguro para el visitante. Esto ha requerido la implantación de protocolos específicos para cada actividad o lugar de visita, siguiendo las recomendaciones sanitarias pertinentes. Un esfuerzo necesario que permite a la localidad estar lista para recibir al visitante con todas las garantías de seguridad, y que la sitúa como un destino de interior en el que poder disfrutar en cualquier época del año.