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“Tenemos que volver a movilizarnos para conseguir una mayoría progresista en nuestro municipio”

Mariano Vicente Albaladejo es el candidato de Podemos + Equo a la alcaldía de Molina de Segura

Víctor Peñalver

Mariano Vicente Albaladejo (1967) es la apuesta de los militantes de la formación morada para concurrir en las próximas elecciones municipales de Molina de Segura. Este funcionario de carrera subraya en su carta de presentación que no quiere convertirse en político sino estar en política “un tiempo para ponerse al servicio de los demás”.

El candidato de Podemos-Equo aspira a que, el 26 de mayo, Molina de Segura deje de ser conocida como “una ciudad dormitorio de Murcia” y que el municipio se convierta en un espacio más dinámico y ameno, pero sin descuidar la sostenibilidad. Vicente Albaladejo garantiza a eldiario.es que tras las elecciones intentará llegar a acuerdos con las otras fuerzas progresistas (IU y PSOE), aunque será firme a la hora de exigir medidas que pongan fin al crecimiento urbano “compulsivo” y en reducir las brechas sociales entre los vecinos. Si los números no dan para un gobierno de izquierdas, el candidato a la alcaldía tiene clara la receta que impondrán PP, Cs y Vox en Molina de Segura: “recortes, privatización y exclusión de quienes están más abajo”, afirma.

Usted será el primer candidato bajo las siglas de Podemos que concurre a unas elecciones en Molina de Segura. En febrero de este año se impuso en las primarias de su partido por un solo voto. ¿Qué recuerdo guarda de ese proceso interno?

Procesos internos llevamos unos cuantos ya y siempre son un desgaste, o al menos yo lo he percibido así. Las organizaciones políticas tienen que definirse y tienen que escoger a quienes desempeñan funciones internas o de representación, pero nuestra energía debe estar hacia afuera, hacia la gente, hacia realmente ser útiles ahí afuera. Hubiese preferido mil veces un proceso interno colaborativo en Podemos Molina que uno de competición. Hubiese preferido no encabezar una lista que sí fuese claramente integradora, y trabajé para ello. Creo que la colaboración es la cultura que tenemos que promover, y lo que nos convocó del 15M a tanta gente fue la ausencia de personalismos en aquel movimiento, por eso tanta gente se sintió apelada.

¿Qué balance hace de la última legislatura de Molina de Segura? ¿Qué grandes asuntos han quedado sin abordar?

El gobierno “progresista” se materializa casi de casualidad, debido a un proceso judicial que iniciaron los regantes tradicionales de Molina, que en el momento clave impulsó Podemos por un (presunto) 'chanchullo' urbanístico del anterior alcalde, y por la visceralidad y torpeza de parte de la vieja derecha molinense, incapaz de llegar a acuerdos por sus rencillas y disputas personales. Ahí tenemos un primer y gran aprendizaje. De los tres años progresistas hago un balance positivo y también hemos aprendido. Las concejalías gestionadas por personas de Cambiemos Molina han mejorado en términos generales y en algunas áreas se ha podido visibilizar un gran trabajo. En otras, como Medio Ambiente, podíamos haber llegado mucho más lejos, pero no se nos ha dejado desplegar el potencial de cambios que pretendíamos.

El rumbo del gobierno lo han manejado unos pocos concejales del PSOE, que ha gestionado todas las áreas críticas del funcionamiento municipal. Se han visto avances innegables, sobre todo al flexibilizarse las políticas de reducción del déficit y aumentar mucho la inversión en obra pública, pero en otras áreas ha habido más gestos y eventos que verdaderos cambios de rumbo. En algunas áreas críticas, como el urbanismo, no se ha notado el cambio de gobierno y en la gestión de servicios públicos se ha consolidado el modelo de externalización de servicios (caso SERCOMOSA). En esta próxima legislatura, si se puede materializar un nuevo gobierno progresista, Podemos-Equo será muy firme con un cambio de rumbo en el modelo de prestación de servicios, profundizará en políticas de cohesión social y medio ambiente y pondrá orden en un urbanismo desnortado y poco resolutivo.

En las pasadas elecciones generales del 28A Podemos fue la quinta fuerza política con un 11,16%. ¿Tiene en cuenta ese resultado a la hora de afrontar la campaña o cree que en las elecciones municipales se votará de manera diferente?

Las dos cosas. Una consulta reciente siempre debe ser tenida en cuenta, pero en las municipales se vota distinto. En abril hubo una apelación al voto útil para frenar a la ultraderecha que se apoyó en la tenebrosa imagen de Rivera, Casado y Abascal en Colón. Me parece importante el cambio de estrategia de los tres partidos de la derecha, que ahora guardan más silencio y se muestran con un perfil más moderado. Pero tenemos que volver a movilizarnos para conseguir una mayoría progresista en nuestro municipio . Esa movilización se alimenta de debate de propuestas, de confrontación de programas y proyectos de ciudad, y por eso creo que es una pena que el PSOE esté esquivando un debate de candidatas y candidatos en los medios y lo fíe todo a la visibilidad de las nuevas inversiones y el marketing. Puede beneficiarle en términos partidistas y le facilita un acuerdo poselectoral con Ciudadanos, pero perjudica al bloque progresista, que creo que en conjunto cuenta con mejores candidaturas y mejores propuestas.

Por eso pienso que la candidatura Podemos-Equo es la más fiable, solvente y útil para que las políticas municipales de Molina de Segura graviten en el ámbito progresista, y también para contribuir a que en la Región y en el gobierno estatal el centro de gravedad de la política se desplace en la misma dirección, con presencia de Podemos y sus políticas en el gobierno regional y de España.

Podemos incluye en su programa electoral un modelo para mejorar el municipio. ¿En qué consiste? ¿Pretende con esto acabar con el manido cliché de “Molina de Segura es una ciudad dormitorio de Murcia”?Molina de Segura es una ciudad dormitorio de Murcia“

No es exclusivo de Molina, sino bastante generalizado: aquí se ha crecido de forma compulsiva y sin un modelo claro en cada ciclo económico. En el último hemos pasado de ser cabecera de comarca con economía potente, muy vitalista, con vida ciudadana y cultural muy rica… a convertirnos en una “cosa” mucho más grande pero con una ciudad semivacía, de persianas bajadas, envejecida y empobrecida. En este sentido, Molina tiene al 25% de la población más joven, de mayor renta, capacidad de consumo y demandante de servicios culturales que vive, consume y organiza su ocio de espaldas a Molina.

La brecha económica, social, demográfica y cultural que se ha producido es abismal. Esa ha sido la gran consecuencia del modelo del Partido Popular. Ese es el modelo que tenemos que cambiar. Mirando a nuestra huerta para hacerla productiva y recuperando nuestro centro y nuestros barrios. Cosiendo las barreras entre las urbanizaciones y la ciudad. El futuro crecimiento de Molina debe ser recomponiendo la ciudad, haciéndola renacer con un urbanismo más sostenible y amable, y convirtiéndola en un centro de actividad social y cultural con identidad propia para ofrecer servicios urbanos de calidad a toda la comarca de la Vega Media.

Cuando llueve con relativa fuerza en el municipio se producen fuertes inundaciones que afectan a la movilidad y al bienestar de los vecinos. ¿Cómo se puede evitar que esto siga sucediendo?

El crecimiento compulsivo y desastroso, sin una planificación digna de llamarse así, del que hablaba antes ha generado muchos problemas. En los 70 se ocupó el cauce de la Cañada de la Eras y hasta el Ayuntamiento actual (de los 80) está construido sobre él. Ahí se ha invertido muchísimo dinero público durante décadas en obras, y los resultado no terminan de ser definitivos porque continúa agravándose el problema.  El 90% de las zonas generadoras de escorrentía hacia la ciudad y la huerta, y una parte importante de los cauces, están edificadas o calificadas para urbanizarse. Solo el parón del estallido de la burbuja inmobiliaria ha dado una tregua, pero no se ha tomado ni una sola medida cautelar, ni siquiera en los tres últimos años.  Lo que desde Podemos-Equo planteamos es que el ayuntamiento ejerza sus competencias y ordene los usos del suelo de una forma más racional. No se trata tanto de grandes proyectos de obras, de eficacia dudosa y pagados con el dinero de los impuestos, como de respetar los cauces, arbitrar las medidas preventivas y correctoras en origen, incluyendo actuaciones específicas de retención de escorrentías en los sectores de suelo que conforman esas cuencas, tanto en las zonas que se prevé urbanizar como en las zonas agrarias, muchas de ellas transformadas en agricultura intensiva de regadío con sistemas de explotación que están acelerando la erosión. Eso debe hacerse con un Plan específico y con las necesarias modificaciones del PGOM. Molina tiene capacidad para abordar este problema asumiendo su responsabilidad  y su capacidad de gestión.

En los últimos meses se han producido robos y asaltos en viviendas, algunos con violencia, sobre todo en las urbanizaciones del municipio. ¿Es la seguridad un problema en Molina de Segura?robos y asaltos en viviendas, algunos con violencia, sobre todo en las urbanizaciones del municipio

Antes decía que la herencia del Partido Popular es que había creado una ciudad con grandes fracturas. Pues además de fracturas ha creado inseguridad. El modelo de urbanizaciones dispersas tan brutalmente generalizado como en este municipio, que además en parte no están totalmente ocupadas, junto al vaciado de la propia ciudad o la proliferación de viviendas dispersas y con escasa ocupación en la huerta (donde también hay muchos robos) hace mucho más difícil gestionar este problema y mucha gente se siente insegura. De todas formas las cifras no hablan de un repunte de la delincuencia, así que tenemos que distinguir entre delincuencia efectiva y percepción de inseguridad, que es muy grande y tiene casos concretos que generan alarma. Según datos de la Junta Local de Seguridad la tasa de criminalidad es de 25 delitos por cada 1.000 habitantes, frente a una tasa nacional de 34 por cada 1.000 habitantes. Nosotros apostamos por que se recuperen las plantillas de los cuerpos de seguridad que se han visto muy mermadas por las políticas de recortes, pero sobre todo apostamos por medidas que llenen nuestras zonas urbanas de gente y actividad, porque esa es la mejor vacuna contra la inseguridad.

Podemos e IU no llegaron a un acuerdo en el municipio para organizar una confluencia. Tras los resultados electorales es muy probable, al igual que ocurrió en 2015, que los pactos sean imprescindibles para formar gobierno. ¿En qué estado se encuentran las relaciones con IU y PSOE?

No llegamos a un acuerdo de coalición electoral, pero la confluencia, y esto lo tenemos muy claro ambas formaciones, es mucho más que elaborar una papeleta conjunta, se hace en el día a día, los 1460 que dura la legislatura. Hemos conseguido un cambio de gobierno en el municipio porque hemos sido capaces de colaborar y entendernos, y eso es lo que tenemos que seguir haciendo.

Con el PSOE las relaciones también son muy buenas. Tenemos muchas diferencias en algunas cosas importantes, pero somos conscientes de que la ciudadanía va a exigir entendimiento y por nuestra parte siempre vamos a intentar llegar a acuerdos que hagan avanzar Molina por el lado progresista, por buscar un futuro nuevo para Molina.

Las competencias de un Ayuntamiento son limitadas. ¿Qué medidas debe aprobar el futuro Gobierno autonómico para mejorar la calidad de vida de Molina de Segura?

Las competencias y los recursos son muy limitados, pero los recursos se amplían con buena gestión y las competencias se ejercen con visión política de fondo. Nosotros somos conscientes de que muchas competencias vitales para la calidad de vida son de la Comunidad Autónoma o de la Administración General del Estado, pero estamos dispuestos a apostar por el ejercicio de competencias impropias para corregir el desastre que está provocando el PP; por ejemplo, en ámbitos como los servicios sociales, vivienda o la educación. No puede consentirse que los ciclos infantiles en los coles públicos se estén vaciando y poniendo en peligro líneas completas en algunos colegios porque se tiene miedo de informar a las familias e “interferir” en esa falsa libertad de elección; o que los equipamientos de los centros estén obsoletos, sin climatización, sin sombra, con amianto…; o que los centros públicos de secundaria sigan sin servicio de comedor o carezcan de un transporte escolar suficiente. Y que el ayuntamiento no haga todo lo que está en su mano... En ese sentido vamos a ser muy políticos y vamos a tensar la cuerda todo lo que haga falta para defender los servicios públicos. Otros ayuntamientos de la región donde PODEMOS ha tenido responsabilidades de gestión en estos ámbitos han avanzado mucho más que Molina, lo que demuestra que “sí se puede”.

¿Qué se juega Molina de Segura el próximo 26 de mayo?

Nos jugamos la oportunidad de darle un giro de futuro a nuestro municipio. Si las derechas suman mayoría volveremos a la Molina sin proyecto que va a buscar culpables de los problemas en la gente que lo está pasando peor, y seguiremos la senda de los recortes, de la privatización de los servicios y la exclusión de quienes están más abajo. Si los números dan para que el PSOE no se eche en los brazos de Ciudadanos para conservar la alcaldía, tendremos una Molina en la que nosotros nos vamos a encargar de que las políticas sean ambiciosas en Medio Ambiente, Igualdad y haremos un modelo de ciudad sostenible e inclusivo. En realidad, lo pienso sinceramente, tanto importa que las derechas no sumen, como que el resultado de nuestra candidatura nos haga determinantes en las políticas de Molina, y nuestra capacidad de diálogo y entendimiento va a estar ahí para lo que haga falta.

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