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El 'banco malo' Sareb fuerza el desahucio de familias con menores a pesar de ser vulnerables: “Estamos destrozados”

Paqui, Vanesa y Fuensanta, tres de las mujeres que ocupan las viviendas de la Sareb junto con sus hijos y que serán desalojadas por orden de un juez

Santiago Cabrera Catanesi

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El Juzgado de Instancia número 14 de Murcia ha ordenado el desahucio de dos familias con tres menores a su cargo de un bloque de viviendas abandonado en el que vivían desde hace cinco años. La sentencia, contra la que no cabe recurso, admite la situación de vulnerabilidad de los ocupantes pero no les reconoce opción de alquiler social, ya que no son deudores hipotecarios ni titulares de la vivienda ocupada. La propietaria de los pisos y demandante es la Sociedad de Gestión de Activos –Sareb–: el llamado 'banco malo' creado por el Gobierno central al calor de la burbuja inmobiliaria que explotó hace diez años para absorber activos tóxicos de entidades financieras para evitar su quiebra.

Desde la Plataforma Antidesahucio (PAH) advierten de que una de las órdenes de desalojo afecta en realidad a diez personas: “En una de las viviendas residen otros dos menores y otra mujer mayor”. Junto con ellas, otras seis familias que habitan en el mismo bloque –la mayoría con menores a su cargo–, están a la espera de una sentencia que tendrá el mismo final, según apuntan fuentes cercanas al caso. Paco Morote, portavoz de la PAH, señala que sin una ley de proporcionalidad en la legislación española que permita primar el derecho a la vivienda frente al de la propiedad privada, el juez dictará “sin duda” órdenes de desahucio para todas las personas que estén ocupando las viviendas.

Hace un año, la Sareb envió a sus pisos un mediador para identificar a las familias y, desde entonces, ha habido dos intentos de desahucios que la PAH ha conseguido parar. Pese a los intentos de negociar un alquiler social, el 'banco malo' decidió demandar el lanzamiento de las familias que habitaban las viviendas. Juan Antonio, miembro de la Plataforma Antidesahucio que ha hecho de enlace con la gestora de activos, cuenta preocupado los perfiles de los residentes en el bloque: “Son madres separadas con hijos menores, parejas jóvenes, algunas con minusvalía o pensionistas. También tenemos el caso de una mujer víctima de violencia de género con orden de alejamiento incluida a la que no le pasan la manutención. Ninguno tiene alternativa habitacional”.

“Cuando llegamos solo había ratas”

“Estamos destrozados, no tenemos adónde ir” cuenta a este medio Vanesa, una de las 'ocupas' que vive en los pisos de la Sareb desde hace cinco años, a la que la justicia murciana ha ordenado su desalojo junto con su dos hijas. Trabaja cuidando a un anciano, pero sin estar dada de alta en la Seguridad Social. “He conseguido una ayuda, además de la manutención de las niñas, pero no te alquilan nada si no tienes una nómina”. Vanesa se puso en contacto con la Sareb después de que le llegara la sentencia que ordenaba su desalojo para intentar pararlos, pero la entidad le dijo que era una “decisión del juez”.

Paqui es otra de las mujeres que reside en uno de los pisos abandonado desde hace siete años, junto a sus hijos de seis y once y no tiene trabajo. A través de la Seguridad Social hace cursos y ahora le han concedido una renta básica de inserción. Ha intentado alquilar un apartamento pero los precios “son abusivos, y sin nómina todos te cierran la puerta”. A ella aun no le ha llegado la sentencia, pero todo indica que el Juzgado también ordenará su desahucio, pese a su situación de vulnerabilidad.

A Fuensanta la operaron de un tumor en la cabeza, tiene esclerosis múltiple y no recibe ninguna ayuda. “La Seguridad Social me rechaza los informes y voy a intentarlo en el Instituto Murciano de Acción Social” lamenta la madre de tres hijos de 16, 11 y 9 años. Tampoco sabe qué hará si los desahucian. “Ahora mismo estoy cobrando una ayuda del paro, pero necesito que me reconozcan la minusvalía”. Su marido Juan no tiene trabajo y dejó de recibir el paro hace tiempo: “Estamos desesperados”.

Tanto las tres mujeres como el resto de familias piden a Sareb que les cobren un alquiler social: “Somos los primeros interesados en pagar”. Aseguran que cuando llegaron el edificio estaba completamente abandonado: “No había puertas ni ventanas, solo ratas. Nos metimos y lo arreglamos”.

Más viviendas sociales

Paco Morote asegura que todas las familias que ocupan el bloque de pisos son demandantes de viviendas sociales. “Las administraciones municipales y autonómicas no están haciendo nada para que la banca les ceda un hogar”. La Región de Murcia tiene un parque de viviendas que roza las 3.000 unidades, un 0,36 por ciento de las residencias disponibles a nivel de España. “Países como Francia, Reino Unido o Francia pueden llegar a alcanzar un 20 por ciento de viviendas públicas, mientras que en España tenemos un 2 por ciento”, critica Morote.

Desde la PAH han instado al Gobierno a que ponga a disposición el “enorme” parque de viviendas del que dispone la Sareb para la gente que no tiene alternativa habitacional, por lo menos de forma temporal. “No solo el 'banco malo' debería hacerlo, si no toda la banca. Se les ha olvidado que la rescataron”.

En un principio fuentes de la Sareb declararon a este medio que, mientras se pudiera demostrar la situación de vulnerabilidad, la entidad se mostraba favorable a conceder un alquiler social en aquellas viviendas ocupadas de las que se hiciera propietaria. Tras varias llamadas para saber si en el bloque de viviendas situado en Murcia habilitarían la opción para estas familias, Sareb no ha dado respuesta.

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