Prensa Ibérica despide a nueve periodistas de La Opinión de Murcia

Editorial Prensa Ibérica, presidida por Javier Moll, prescindió ayer de nueve periodistas de La Opinión de Murcia, uno de los periódicos de referencia en la Región. De la noticia se hizo eco Comisiones Obreras a través de un comunicado, además de algunos de los propios periodistas despedidos en sus redes sociales, que recibieron mensajes de apoyo por parte de compañeros del gremio. En 2013, el grupo editorial ejecutó un ERE que se llevó por delante a 15 personas, entre los que se incluían redactores, fotógrafos, administrativos y empleados técnicos, en una plantilla de 52 trabajadores.

La cabecera de Murcia se suma, de esta forma, a la oleada de reducción de plantilla que se está produciendo en los diferentes periódicos de Prensa Ibérica, que aduce la necesidad de un 'plan de viablidad' para hacerlos “sostenibles”: en mayo La Opinión de Málaga echó a nueve personas, mientras que en Canarias, La Opinión de Tenerife cerró sus puertas al adquirir el grupo el diario El Día, su competencia directa.

Los despidos en Murcia se han producido dos meses después de que Prensa Ibérica adquiriera el grupo Zeta por 40 millones de euros, que se impuso a otras ofertas superiores, como la de Mediapro de Jaume Roures. Según El Español, una de las primeras medidas que tomará Moll será poner en marcha un ajuste de plantilla en el grupo Zeta.

Comisiones Obreras emitió un comunicado en el que “lamenta” el despido de nueve personas de la plantilla del diario La Opinión de Murcia y su delegación en Cartagena. “Algunas de ellas llevaban 15 años luchando por el buen periodismo en la Región de Murcia”.

Desde el sindicato criticaron, en relación a la adquisición del Grupo Zeta por parte de Moll, que “los grandes empresarios están aumentando sus ganancias y concentrando poder a costa de la precariedad de los trabajadores de los medios, y a costa del periodismo fuerte, crítico y veraz que la sociedad merece y necesita”. CCOO lamentó la “grave desprotección” que viven las plantillas de los medios de comunicación, donde las condiciones laborales son cada vez “más penosas y la regulación más escasa”.