El cuatripartito frena que los críticos de Podemos se hagan con la portavocía en el Parlamento
La crisis de Podemos es cuestión prioritaria para el cuatripartito. Lo que está en juego es la estabilidad política del Gobierno de Barkos hasta el final de la legislatura, de manera que los cuatro partidos que sustentan al Ejecutivo han decidido intervenir en la disputa interna que vive la formación morada en el Parlamento. El cambio de portavoces tramitado la semana pasada por los cuatro parlamentarios críticos con la dirección de Podemos, Laura Pérez, Carlos Couso, Rubén Velasco y Fanny Carrillo, que suman mayoría en el grupo parlamentario, no ha sido tramitado ante la Mesa por decisión de la Junta de Portavoces. A la reunión de la Junta se ha presentado el portavoz oficial de Podemos, Mikel Buill, afín a la dirección del partido, y sus socios del cuatripartito han admitido el escrito de alegaciones que ha presentado fuera del orden del día para impedir que los críticos se hagan con la portavocía del grupo. En una situación inédita en la Cámara navarra, Geroa Bai, EH Bildu, Izquierda Unida y el portavoz oficial de Podemos han votado retrasar la toma en consideración del cambio de portavoz del grupo hasta que los servicios jurídicos del Parlamento elaboren un nuevo informe al respecto.
Esta intervención de otros partidos en la designación de un portavoz de otro grupo parlamentario no tiene antecedentes. De hecho, el nombramiento del propio Buill como portavoz de Podemos por designación de la dirección de la formación morada se tramitó sin ningún inconveniente. La Mesa se limitó a darse por enterada del cambio en el grupo, y ningún portavoz de otro partido pidió retrasar el nombramiento para que lo estudiasen los servicios jurídicos. Posteriormente, tras el recurso de los críticos a este cambio, se emitió un informe jurídico que señalaba que el cambio en las portavocías tenía “legitimidad”.
Pero la división en Podemos ha tensado tanto la cuerda que los demás socios del cuatripartito han decidido intervenir. Se trata, aseguran voces de los grupos parlamentarios, de dar tiempo (una semana) a Podemos para que encuentre una solución “civilizada” a la crisis que no ponga en peligro la mayoría parlamentaria de la que ha disfrutado el Gobierno hasta el momento. Aunque los portavoces de Geroa Bai, EH Bildu e Izquierda Ezkerra aseguran no haber tomado partido por ninguno de los bandos de Podemos, su decisión de retrasar el cambio de portavoz en el grupo morado supone un desaire y un aviso hacia la exhibición de fuerza de Laura Pérez, ex secretaria general de Podemos, en la Cámara. Pérez tiene mayoría dentro del grupo de siete parlamentarios de Podemos, han venido a decir sus socios de programa, pero el cuatripartito suma muchos más votos que los cuatro que aglutina Pérez, y si la estabilidad del Gobierno se pone en peligro, el cuatripartito no está dispuesto a ponérselo fácil a la anterior líder de Podemos.