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¿Deben las instituciones navarras recibir la imagen de San Miguel de Aralar?

El Ángel de Aralar asciende por las escaleras del palacio.

Miguel M. Ariztegi

La separación Iglesia-Estado es una de las cuestiones nunca resueltas de la democracia española. Una de las demostraciones más arraigadas en Navarra de esa zona gris en nuestro ordenamiento legal es la tradicional visita de la imagen de San Miguel de Aralar a las más representativas instituciones políticas de la Comunidad foral, como el Gobierno de Navarra, donde la presidenta ha recibido hoy la efigie con honores, antes de que el alcalde de Pamplona, Joseba Asiron (EH Bildu), hiciera lo mismo en el Consistorio.

Pero no solo visita el palacio de Navarra o el Ayuntamiento de Pamplona, el arcángel abandona su santuario de Aralar el Domingo de Resurrección y recorre casi 280 poblaciones, donde es alabado por los fieles locales y agasajado por autoridades civiles.

Izquierda-Ezkerra ha criticado un año más que el alcalde, Joseba Asiron, “haya vuelto a convocar una recepción oficial de carácter religioso” con motivo de la visita del Ángel de Aralar al Ayuntamiento y ha defendido “la laicidad de las instituciones públicas”.

En un comunicado, I-E consideró que “la realización de una ceremonia de contenido religioso en un edificio público, sede de la representación política y democrática de la ciudadanía, rompe el principio constitucional de separación entre religión y Estado”.

También ha afirmado que “la celebración anual de este acto con contenidos religiosos, junto con otros en Sanfermines y Semana Santa, demuestra que en estos cuatro años ni EH Bildu, ni Geroa Bai han dado paso alguno en la necesaria visión laica de las instituciones, incumpliendo así el acuerdo programático de 2015”.

Más allá del acuerdo programático, el artículo 16 de la Constitución garantiza tanto la libertad de culto como la separación entre las instituciones civiles y religiosas, pero también indica que los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones.

Una más de las muchas ambigüedades del texto legal de referencia en nuestro ordenamiento jurídico, que regula las relaciones entre el Estado español y el Vaticano a través de cuatro acuerdos firmados el 3 de enero de 1979, en los albores de la democracia, y que sustituyeron al Concordato firmado por el régimen franquista en 1953.

Entre otras ventajas, la Iglesia católica está exenta de pagar el IRPF -hasta 2006 tampoco pagaba IVA-, la conservación de sus edificios patrimonio cultural está garantizada con fondos públicos y es obligatorio que los centros de primaria y secundaria ofrezcan la asignatura de Religión. En los últimos tiempos, además, existe una controversia por las inmatriculaciones de bienes llevadas a cabo por la Iglesia aprovechando el poder legal de los obispos para actuar como fedatarios públicos.

Antes de visitar el Ayuntamiento, la efigie ha llegado a las 11 horas a la puerta principal del Palacio de Navarra, portada por el párroco de San Nicolás, César Magaña, a quien acompañaba el capellán del santuario de Aralar, Mikel Garciandia.

Recepción en palacio con el Himno de Navarra

En el zaguán ha sido recibida por la presidenta de Navarra, Uxue Barkos, el vicepresidente Manu Ayerdi, la consejera Ana Ollo y el consejero Fernando Domínguez, junto con cerca de un centenar de personas, bajo los acordes del Himno de Navarra (Marcha para la entrada del Reyno) interpretado por la Banda de Trompetas y Timbales del Gobierno de Navarra.

A continuación, se han desplazado hasta la capilla, donde el párroco de la iglesia de San Nicolás, Cesar Magaña, ha presidido la eucaristía. Tras la ceremonia, se ha despedido a la efigie en la puerta principal del Palacio de Navarra, mientras sonaba de nuevo el Himno de Navarra.

Preguntada hoy por la conveniencia de la recepción, la portavoz del Gobierno, María Solana, ha manifestado que el debate en torno a si hay que recibir o no al Ángel de Aralar en las instituciones “viene de lejos” y “habrá opiniones para todos los gustos”. “Es libre ir o no y habrá quien quiera seguir manteniendo una tradición como esa”, ha expuesto.

La portavoz ha indicado que “ha habido modificaciones” esta legislatura del cambio, ya que “el Ángel ya no visita los departamentos” del Gobierno, pero “la visita al Palacio sí se ha mantenido”.

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