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El 'Aita Mari', a la espera del permiso para salvar migrantes: “La resolución del Open Arms no nos beneficia porque España se ha mantenido al margen”

Aita Mari

Maialen Ferreira

El 'Aita Mari' quiere volver a zarpar para rescatar migrantes. El atunero guipuzcoano reconvertido en un barco de rescate se encuentra actualmente en el puerto de Pasaia, donde se le han realizado unas mejoras después de haber navegado hasta Grecia, concretamente a Lesbos, lugar al que llevaron material humanitario a los campamentos de refugiados y ayudaron en temas sanitarios. Una vez realizados los arreglos correspondientes, su intención es marchar a Libia la próxima semana, concretamente el próximo 24 o 25 de agosto, pero, para ello, es necesario que el Ministerio de Fomento dé el despacho necesario para poder navegar en aguas internacionales y realizar las labores de rescate de personas.

“Nosotros nos estamos preparando para salir, esa es nuestra obligación moral. Vamos a pedir permiso pero somos conscientes de que cabe la posibilidad de que nos lo denieguen. Solo falta que el Gobierno español quiera. Hemos pasado las inspecciones y tenemos todo lo necesario para navegar. El 24 o 25 pediremos el permiso para que nos dejen salir y en un Estado de derecho lo normal sería que nos dieran el permiso en 24 horas”, ha indicado a eldiarionorte.es Daniel Rivas, portavoz de la ONG Salvamento Marítimo Humanitario (SMH).

El barco regresó a Pasaia desde Grecia para realizar unas reparaciones. Ahora que ya está listo, su intención es salir a la zona de Libia, pero Rivas asegura que “hasta que no tengan el permiso, dadas las experiencias previas que han tenido al respecto, no quieren lanzar campanas al vuelo”.

El Gobierno español, al margen

Con respecto a la resolución de la Justicia italiana, que ha ordenado a Italia permitir al 'Open Arms' su entrada a aguas italianas, Rivas no se muestra optimista y señala que “como España se ha mantenido al margen y no ha dado pasos para dar una solución, ya que ha sido Italia la que ha permitido que el Open Arms pueda entrar a puerto, la situación del 'Aita Mari', cuyo permiso depende exclusivamente del Estado español, no tiene relación con ello y la resolución no les beneficia directamente”.

“No ha sido la mediación de España la que va a llevar a Open Arms a entrar en puerto, ha sido la acción judicial del Open Arms y del Estado italiano sobre Matteo Salvini y al final la acción judicial, pero también la legislación internacional. Yo creo que esto puede ser un aviso también para el Gobierno español, pero el Gobierno lo único que tiene que perder es imagen, entonces les da igual, porque si sale alguna resolución de ese tipo va a ser dentro de muchos meses y posiblemente no está aparejado a esta vorágine mediática que hay ahora en torno al Mediterráneo. Yo creo que ellos juegan con el tiempo, como han hecho siempre y que no les va a importar. No han hecho nada por mediar para que Open Arms pudiera desembarcar en Italia o en Malta, no ha sido su acción la que ha llevado a Open Arms a que desembarque, entonces no se ve que se estén dando pasos hacia una solución de esta situación. Es una situación que está enquistada, que está relacionada con esa idea de que si ponemos todos los obstáculos posibles esto quizás desaparezca del mapa, pero que si vas a la ley o a todo lo que Europa se ha comprometido a cumplir, no se sostiene por ninguna parte”, ha manifestado Rivas. 

En dique seco

No es la primera vez que el buque vasco se encuentra con un bloqueo burocrático. La Capitanía Marítima del puerto de Pasaia, dependiente del Ministerio de Fomento, denegó el pasado 18 de enero el despacho al barco vasco para zarpar al Mediterráneo central, la ruta que une Italia y Libia. Sin embargo, el pasado 23 de abril el atunero llegó a las islas griegas de Quíos y Lesbos para distribuir ayuda humanitaria en sus campos de refugiados, después de que el Gobierno español le impidiese realizar labores de salvamento en el Mediterráneo Central. Las razones para no concederle el permiso para salvar migrantes, por aquel entonces, eran las condiciones del barco rescatista, que, según el Gobierno, no cumplían los requisitos necesarios.

“Cuando hablan de que no tenemos condiciones de seguridad para rescatar, no hay otro barco que tenga mejores condiciones. Nos han hecho revisiones de todo y las hemos pasado. Tenemos balsas salvavidas, 500 chalecos, el propio barco con capacidad para 120 personas en condiciones de seguridad y una depuradora del agua que produce 3.000 litros de agua al día. Además de un hospital con equipo sanitario, cosa que Salvamento Marítimo no tiene”, explicó el pasado febrero a eldiarionorte.es Juan Rodríguez, oficial del 'Aita Mari'.

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