Obispo Munilla: “La ley de Eutanasia es un atajo”

'La dignidad de la vida humana'. Así titula el obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, un artículo publicado en su blog personal y también remitido a los medios de comunicación en el que lamenta que en España esté “latente la tentación de coger el 'atajo' de la ley de eutanasia”.

“Tras la solicitud explícita de la eutanasia, está latente una implícita petición de ayuda de cuidados paliativos formulada desde una situación de profunda impotencia”, reflexiona. “En España”, añade, “todavía no existe una ley nacional de cuidados paliativos con su asignación presupuestaria correspondiente y todo lo que ello abarca: especialidad médica, unidades del dolor o programas de acompañamiento a pacientes y familiares”.

De ahí, el obispo deduce que “se ha avanzado mucho en este terreno, pero no lo suficiente. Por desgracia, está latente la tentación de coger el 'atajo' de la ley de eutanasia ahorrándose el esfuerzo que requiere la apuesta humanitaria de una ley de cuidados paliativos”.

Munilla se olvida de que Euskasi sí cuenta con la Ley de Garantía de los Derechos y de la Dignidad de las Personas en el Proceso Final de su Vida, que no menciona ni la eutanasia ni el suicidio asistido, pero se garantiza que las personas que estén en el proceso final de su vida' tengan derecho a rechazar los tratamientos, pese a que se pueda poner en riesgo su vida.

En su artículo, Munilla considera que “llama la atención que, a diferencia del caso del aborto, los estados occidentales son mucho más reticentes a la hora de asumir el supuesto derecho a la eutanasia”. “¿Acaso será porque es imposible combatir la lacra social del suicidio al mismo tiempo que se legaliza la eutanasia. ¿ O por el temor razonable a precipitarse en una pendiente sin retorno? ¿O porque, a diferencia del aborto, los hipotéticos sujetos pasivos de la eutanasia mantienen todavía el derecho al voto?”, se pregunta el obispo.

Y en esta pendiente, el obispo se lanza a criticar a Holanda y Bélgica, donde “se ha llegado a justificar la eutanasia para los enfermos psíquicos y los niños recién nacidos, obviamente, sin necesidad de consentimiento personal alguno. ¿Acaso será porque, a diferencia del aborto, los hipotéticos sujetos pasivos de la eutanasia mantienen todavía el derecho al voto?”.

Munilla vuelve a la carga contra la eutanasia cuando recientemente dos familias han hecho llegar al Congreso más de 260.000 firmas recogidas a través de change.org en para reclamar una ley que permita la eutanasia en España. La familia de Maribel Tellaetxe, una mujer enferma de alzhéimer desde hace 12 años y que había pedido a sus hijos que le practicasen la eutanasia cuando se olvidase de ellos es una de ellas. La otra es la viuda de Luis de Marcos, enfermo de esclerosis múltiple que murió en agosto de 2017 a causa de esta enfermedad.

Dignidad de la vida humana

En opinión de Munilla, “la clave última para abordar el debate de la eutanasia, al igual que el del aborto, es afrontar la cuestión de la dignidad de la vida humana”. “Tanto los creyentes de cualquier confesión religiosa como los no creyentes necesitamos construir nuestra convivencia social sobre un derecho natural: el hecho de que el inicio y el final de la vida no nos pertenezcan tiene una razón de ser: la dignidad de la condición humana está muy por encima de la del resto de la naturaleza”, ha agregado.

Munilla concluye que el cuidado de los padres “dignifica a los hijos, además de preservarnos de la frivolidad de la vida”