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El fenómeno de los pluridesahuciados, cuando se acaba todo

La Policía desaloja a cuatro concejales para ejecutar un desahucio.

Eduardo Azumendi

Los servicios sociales en España atienden ya a 8,5 millones y medio de personas. Y la lista no para de crecer. El informe sobre el Estado Social de la Nación 2015, elaborado por la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales y que recopila datos de informes nacionales e internacionales, alerta de que se está saliendo de la crisis con más pobreza y con más desigualdad. Y una prueba evidente de esto es el fenómeno que está emergiendo: el de los pluridesahuciados.

El informe advierte de que tal vez sea la situación más dura con la que se están encontrando los profesionales de los servicios sociales. Familias que han sufrido primero el desahucio de su vivienda habitual por el impago de la hipoteca y que meses o años después han vuelto a perder su casa por el impago del alquiler y otra vez se ven en la calle. Gente que asegura sentirse “exiliada” de su propia vida.

La burbuja inmobiliaria es el origen de esta situación. El endeudamiento excesivo ha ido ligado a la adquisición de vivienda, cuya consecuencia ha sido el incremento de los desahucios. Ya en 2002, el 43,6% de los hogares tenía “algún tipo de deuda financiera” y, dentro de este endeudamiento, la compra de vivienda representaba el 21,6% del total. Mientras en el periodo 2002-2011 los hogares más ricos redujeron su deuda, en el resto de hogares se incrementó.

“La carga de la deuda hipotecaria en un hogar deja de ser prudente si consume más del 30% de los ingresos mensuales disponibles. Si esta llega al 40%, se considera que está sobreendeudado, en zona peligrosa y, por tanto, presenta riesgo de impago”, recalcan los directores y gerentes de los servicios sociales. “Las familias españolas presentan unos niveles de deuda muy elevados que unidos al problema del desempleo y a la pérdida de capacidad de pago suponen una trampa mortal de largo plazo”, advierten.

La última estadística oficial refleja que el pasado año se produjeron 28.877 desahucios. De ellos, tres de cada cuatro se produjeron en primeras viviendas.

Muchos de los ayuntamientos recién constituidos han convertido en una prioridad la paralización de los desahucios. Pero su falta de experiencia, en algunos casos, está impidiendo que su actuación sea eficaz. En un intento de paliar este vacío, la Asociación de Directores y Gerentes de Servicios Sociales ha publicado una guía de actuación para que los nuevos ayuntamientos y gobiernos autonómicos sigan una estrategia para dar una respuesta efectiva a los desahucios.

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