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Opinión - Junts, el bolsillo y la patria. Por Neus Tomàs

PSOE y Unidas Podemos tratan de minimizar sus diferencias por el envío de tanques a Ucrania

Margarita Robles, con Irene Montero e Ione Belarra durante los actos del Día de la Constitución

Alberto Ortiz / José Enrique Monrosi

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La guerra de Ucrania y la reacción de los países aliados para apoyar al gobierno de Zelenski frente a la invasión de Putin vuelve a retratar las diferencias entre las dos almas que conviven en el Consejo de Ministros de coalición. Ha ocurrido de manera recurrente desde el inicio del conflicto, hace casi un año, por el envío de armamento, y ahora vuelve a pasar a cuenta de los tanques Leopard. Tras el sí de Alemania, el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha confirmado su disposición para contribuir en la aportación de este tipo de carros de combate. Una decisión que rechazan en Podemos que esta vez ha rebajado el tono de la crítica. 

La secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, se pronunció el miércoles en contra de la decisión, pero centró sus declaraciones en la petición de que el Gobierno lidere la vía de la diplomacia en Europa. Horas más tarde, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, sin pronunciarse expresamente en contra del envío de tanques, advirtió de que la decisión podría suponer un “salto cualitativo” en el conflicto, y se remitió a continuación a las palabras de Sánchez el día anterior sobre la necesidad de que Europa lidere una “posición estratégica autónoma”. Con sus matices, ninguna de las dos dirigentes usó palabras gruesas o pidió una reunión de seguimiento de la coalición como en choques anteriores por este asunto.

En la Moncloa valoran que su socio de gobierno no haya recurrido, por el momento, a actitudes de choque frontal y de críticas encendidas, como cuando la ministra y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, llegó a referirse al PSOE como “partido de la guerra” por decidir apoyar el envío de armas a Kiev. Una acusación que encendió a Ferraz y que provocó la intervención directa del presidente del Gobierno para intentar reconducir el conflicto político derivado de aquellas palabras. 

“Ellos tienen una posición legítima y agradecemos que, normalmente, circunscriban sus críticas al ámbito de su partido”, dicen desde el ala socialista del Ejecutivo, donde intentan restar trascendencia política a las posturas sobre la guerra. “Somos formaciones políticas diferentes y son normales las discrepancias. Nosotros no alimentamos este tipo de polémicas no porque no ayuden al Gobierno, sino porque no ayudan a Ucrania”, zanjan. 

La ministra de Defensa, que también ha protagonizado a lo largo de la legislatura diversos enfrentamientos públicos con dirigentes de Podemos con las que comparte Consejo de Ministros, como Ione Belarra o Irene Montero, ha preferido por el momento mantener la prudencia respecto a los planes de su departamento y también respecto a las críticas de otras fuerzas políticas. “Todos queremos la paz”, respondió este jueves Margarita Robles tras ser cuestionada por el posicionamiento de socios del Gobierno como el propio Podemos, pero también ERC o Bildu. 

“España está firmemente comprometida con la paz”, dijo la ministra, esquivando entrar en conflicto con ninguna formación política. “Entendemos que la mejor manera de apostar por la paz es el envío coordinado de material defensivo, porque hay que recordar que este material tiene por objeto defender a la ciudadanía de Ucrania que está siendo cruelmente masacrada por Putin. Todos queremos la paz y que cese la invasión”, insistió. 

Este jueves por la tarde la ministra de Defensa participó junto a sus homólogos de países aliados como Italia, Portugal, Francia o Canadá en una reunión telemática convocada a iniciativa del ministro de Defensa alemán. En esa cita, los dirigentes abordaron los planes del envío de tanques Leopard a Ucrania teniendo en cuenta la disponibilidad de cada país para determinar cuántos se van a enviar. En el caso español, la propia Margarita Robles confirmó que España dispone de varias unidades, concretamente en Zaragoza, y que ya se han establecido contactos con la industria militar española para la reparación de algunos de ellos, reconociendo que otros muchos están inservibles.

Podemos pide a Sánchez liderar la “vía diplomática”

La posición sobre este asunto no es monolítica en Unidas Podemos. El miércoles, tras conocerse la confirmación del envío por parte de España, Ione Belarra alertó de una “respuesta imprevisible” por parte de Rusia si el entorno de la OTAN tomaba la decisión de enviar esos vehículos de combate. Un movimiento así solo contribuiría, dijo, a una “escalada bélica”, por lo que pidió a Sánchez que lidere la vía diplomática dentro de Europa. La misma línea que siguió el jueves, cuando le volvieron a preguntar por el tema: “Aspiro a que, del mismo modo que España ha adoptado un liderazgo en Europa con las negociaciones sobre el mercado energético, no adopte ahora una posición de seguidismo”. 

Fuentes de su entorno reconocen que el presidente se ha ganado un prestigio en el ámbito europeo con la negociación de los fondos europeos primero y del mecanismo ibérico después, por lo que le piden que aproveche ahora ese liderazgo para promover una solución “dialogada y diplomática” por la paz. 

Por su parte, Yolanda Díaz también habló el miércoles por la tarde sobre el tema en unas declaraciones en las que condenó “expresamente” la invasión ilegal de Putin y advirtió de que lo que se estaba produciendo, en referencia a la decisión de enviar los Leopard, es un “salto cualitativo que causa enorme preocupación en la sociedad española y europea”. “Tenemos que ver las vías democráticas y las salidas por la paz”, dijo, en un mensaje muy similar en este punto al de la líder de Podemos, que luego acompañó con un guiño a Sánchez: “Este salto debe ser medido y la vía se debe centrar, como dijo ayer el presidente, en mantener una posición estratégica autónoma”.

La vicepresidenta se refería así a la respuesta que dio el presidente al portavoz adjunto de Unidas Podemos, Enrique Santiago. Santiago había centrado su intervención en el Congreso en advertir de un “escenario de alto riesgo de catástrofe atómica” mientras “se construyen alianzas en Europa para enviar tanques de última generación” y había lamentado que “no existe una sola iniciativa de la comunidad internacional para alcanzar un armisticio, un alto el fuego o un acuerdo de finalización del conflicto”.

Para tratar de consensuar una posición común en el espacio y de evitar un nuevo choque que pusiera en riesgo la coalición en pleno año electoral, la vicepresidenta aprovechó una reunión del espacio confederal que había convocada el miércoles para tratar el asunto, aunque fuentes de Podemos aseguran que Belarra tuvo que salir del encuentro antes de tiempo sin que se abordara ese tema. En cualquier caso, y a pesar de los matices entre las posiciones de ambas dirigentes, el tono del conjunto de Unidas Podemos parece bastante alejado del que usaron cuando Sánchez decidió enviar armamento a Ucrania por primera vez, en los primeros compases del conflicto, o cuando decidió aumentar el gasto en Defensa, en verano, cuando la coalición llegó a un momento de especial tensión. Fuentes del entorno de Belarra, no obstante, defienden que su posición no ha variado y que en todo caso ha cambiado la sensibilidad en la sociedad hacia una posición negociada, por lo que van a seguir dando la batalla en este asunto hasta lograr que el presidente cambie su decisión.

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