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Podemos trata de rearmar su estructura territorial con perfiles del núcleo duro de la dirección

La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, interviene junto a Irene Montero, durante el acto "Ahora más que nunca".

Alberto Ortiz

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Podemos ha lidiado desde sus inicios con numerosos problemas para articularse en los territorios. La irrupción sin precedentes de un partido que llegó a colocarse con 69 escaños en el Congreso con apenas año y medio de vida nunca ha terminado de crear una estructura sólida a nivel autonómico pese a los buenos resultados que cosechó de la mano de las confluencias en plazas importantes como Galicia o Aragón en aquellos años. Ahora, en su momento más delicado en estos diez años de andadura, la dirección del partido se ha propuesto recomponer su estructura territorial después de una cascada de dimisiones y crisis internas en lugares relevantes como Madrid, Catalunya o Asturias. 

La secretaria general del partido, Ione Belarra, recordaba hace una semana en un acto en Madrid los problemas de implantación territorial que ha experimentado Podemos desde sus inicios y avanzaba que se iban a dedicar a partir de ahora en cuerpo y alma a poner remedio a ese problema. “En los próximos días llevaremos adelante las renovaciones de las direcciones autonómicas que están pendientes”, anunció en el mismo acto en el que propuso a Irene Montero como candidata para las elecciones europeas. 

El partido comenzará este mismo martes un proceso de primarias para renovar los liderazgos en prácticamente la mitad de los territorios. Son aquellos en los que los mandatos actuales caducaban por estatutos pero también los territorios en los que en los últimos meses se produjeron dimisiones o afrontan crisis internas desde hace tiempo. En concreto, Madrid, Catalunya, Comunitat Valenciana, Baleares, Aragón, Asturias, Murcia y Canarias afrontarán primarias en los próximos meses. 

Según explicó el lunes la coportavoz del partido María Teresa Pérez el proceso se iniciará el 26 de diciembre y finalizará el día 2 de febrero. En esos días se irán dando los pasos de cara a las asambleas ciudadanas autonómicas que culminarán la renovación de liderazgos: la inscripción de candidaturas individuales, la recogida de avales, la conformación de listas y el registro de documentos.

Apenas unos días después de que se conociera la decisión comenzaron los anuncios de candidaturas. De momento, cuatro personas han anunciado ya que se presentarán en sus respectivos territorios y las cuatro pertenecen a la dirección del partido. La primera en hacerlo fue el pasado lunes Isa Serra, portavoz estatal, que tratará de hacerse con el control de la formación en Madrid. También se ha postulado María Teresa Pérez para dirigir Podem en la Comunitat Valenciana; Conchi Abellán para Catalunya y el diputado en el Congreso Javier Sánchez Serna lo hará en Murcia. 

Todos esos nombres forman parte del secretariado, la ejecutiva del partido, y cuenta con la confianza de Ione Belarra. Aunque todavía queda otra mitad de los territorios y a las candidaturas ya anunciadas les pueden salir rivales, el objetivo de la dirección es ahora tratar de colocar perfiles del núcleo de confianza de la secretaria general en los territorios para tratar de alinear las estrategias, después de unos meses en que algunos líderes autonómicos han mostrado divergencias sobre la decisión de la dirección de romper con Sumar. 

Sin ir más lejos, el partido en Madrid ha quedado descabezado tras la dimisión de Jesús Santos, que argumentó su marcha del partido precisamente con críticas a la estrategia de ruptura con Sumar. “En vez de hacer valer su capital político para influir sobre el rumbo estratégico de esta nueva herramienta”, señaló en su despedida, en alusión al proyecto de Yolanda Díaz, “la dirección de Podemos entendió este proceso como una competición por la propiedad del espacio”.

Santos llegó a la dirección del partido en Madrid en 2020 como candidato de consenso de la dirección, pero se fue distanciando poco a poco. La brecha se ensanchó cuando Yolanda Díaz comenzó a hacer públicos sus planes de construir una nueva plataforma política y Podemos asumió ese proceso con suspicacias que después de dos años han terminado en una ruptura total. Esas divergencias también han terminado con la salida del partido de sus dos últimos candidatos: Alejandra Jacinto y Roberto Sotomayor. 

Si Serra consigue ganar las primarias, tendrá por delante una tarea muy delicada. El partido es extraparlamentario en la comunidad y en la ciudad tras los resultados del 28M y pelea electoralmente a la izquierda con una fuerza consolidada como Más Madrid. A su favor, la portavoz de Podemos vuelve a un terreno que le es conocido. En 2019, en medio de la repentina ruptura del sector errejonista para lanzar Más Madrid, Serra asumió la candidatura de su partido y logró evitar su salida de la Comunidad de Madrid con siete escaños. Fue portavoz allí hasta 2021, cuando dejó el puesto tras las elecciones del 4M en las que había sido candidato Pablo Iglesias.

Serra anunció en ese momento que pasaría a desempeñar funciones a nivel estatal. En esa decisión pesó seguramente la condena a un año y siete meses de inhabilitación para el sufragio pasivo que le había impuesto el TSJ de Madrid por unos altercados durante un desahucio en 2014 y que más tarde confirmaría el Tribunal Supremo. El pasado abril, el TSJ comunicó a Serra que ya no estaba inhabilitada y que podía presentarse a unas elecciones. 

En Catalunya la situación es diferente principalmente porque el partido está integrado en En Comú Podem, la coalición con los comunes de Ada Colau que tiene presencia en el Parlament. Pero en las últimas semanas la formación también ha entrado en crisis. Primero con la dimisión de la mitad de la ejecutiva, a raíz de un expediente del partido por publicar un comunicado sin consenso a favor de integrarse con Sumar durante las negociaciones de la coalición para las generales. 

Después, a raíz de la salida de Podemos al Grupo Mixto en el Congreso, sus perfiles más fuertes, aunque ya hace tiempo distanciados de la dirección, también anunciaron su dimisión: Jéssica Albiach, portavoz de ECP en el Parlament y el exdiputado Jaume Asens. 

Conchi Abellán, también muy cercana a la dirección y que de hecho ha participado en algunos de los actos con los que Podemos ha buscado relanzarse este otoño, ha anunciado ya que aspirará a hacerse con el liderazgo del partido allí. Y lo ha hecho después de lanzar en los últimos días mensajes duros sobre la autonomía de la formación y reforzando la idea de la prohibición de la doble militancia. 

Otro de los territorios descabezados tras las elecciones del 28M es la Comunitat Valenciana. Allí Podem se llevó un duro golpe con la salida de Les Corts y sin poder alcanzar un asiento en el ayuntamiento de la capital. La coordinadora autonómica entonces, Pilar Lima, presentó su dimisión tras esos resultados que supusieron además la salida del partido del Gobierno autonómico. María Teresa Pérez, también portavoz del partido, que durante la legislatura pasada fue directora del Injuve en el Ministerio de Derechos Sociales que conducía Ione Belarra, tratará ahora de recomponer el partido allí. 

También se presentará a las primarias en este proceso Javier Sánchez Serna, que aspira a revalidar su liderazgo en la Región de Murcia. Serna fue uno de los perfiles que eligió Belarra para las listas de Sumar al Congreso de los Diputados el 23J y acabó sacando el escaño precisamente por Murcia. También forma parte de la ejecutiva de Podemos como secretario de Educación. 

El partido también quedó en manos de una gestora en Baleares tras las elecciones de mayo con la dimisión de la dirección que encabezaba Antònia Jover. El partido pasó de tener una vicepresidencia en el Govern a quedar con un solo escaño en el Parlament, la diputada Cristina Gómez. Aunque todavía no se han anunciado candidaturas, la dirección cuenta allí con Lucía Muñoz, que fue diputada durante la legislatura pasada y que en las últimas municipales consiguió un escaño en el Ayuntamiento de Palma. 

Una plaza más difícil de gestionar será Asturias, donde el partido vive sumido en una crisis interna desde hace años, que ha derivado en la suspensión de militancia de su última candidata al Principado de Asturias y actualmente diputada autonómica, Covadonga Tomé, expulsada del partido este mismo fin de semana. El partido arrastra allí un conflicto desde la celebración de las últimas primarias de la Asamblea Ciudadana autonómica, que ganó la candidata de la dirección, Sofía Castañón, entre acusaciones de fraude por el bando perdedor. El partido lo conduce una gestora después de la dimisión el año pasado de la coordinadora autonómica. 

Podemos inicia esta recomposición territorial en un momento muy complicado a todos los niveles. Los resultados del 28M y después del 23J forzaron al partido a realizar un ERE que se llevó el 90% de las estructura autonómica, sin recursos tras abandonar cinco de los seis gobiernos en los que participaba durante la legislatura pasada y salir de algunos parlamentos autonómicos muy importantes como el de Madrid y Valencia. 

El partido encara este nuevo periodo desde el Grupo Mixto y ya fuera del Gobierno, pero fía su supervivencia política a las elecciones europeas que se celebrarán el próximo verano y en las que se presentará por separado, en competición con Sumar. Para preparar ese escenario, Irene Montero ya ha anunciado que se presentará a las primarias para ser candidata.

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