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“Cansados” de vivir con “miedo” en la Ronda Urbana Norte: los vecinos exigen medidas urgentes para frenar accidentes

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Sara Rojas

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Cuatro siniestros mortales en dos meses convirtieron la Ronda Urbana Norte en el principal punto negro de Sevilla capital a principios de 2023. La estadística llevó entonces a los vecinos a movilizarse para exigir medidas urgentes y al gobierno local —dirigido todavía por el socialista Antonio Muñoz— a reforzar la seguridad vial con nuevas señales luminosas y radar de semáforo.

No obstante, meses después, los accidentes siguen siendo frecuentes y el “miedo” continúa acompañando a quienes habitan las inmediaciones del tramo urbano de la SE-30. “Se respira miedo a poner un pie en la carretera porque los coches pasan muy rápido y no respetan a los peatones”, explica Ignacio, uno de los promotores de la Iniciativa Ciudadana RUN, transmitiendo el malestar que le trasladan sus vecinos.

Desde esta plataforma, se está canalizando la demanda del vecindario en favor de medidas más contundentes que vengan a reducir “la siniestralidad vial” que acumula esta vía considerada urbana desde 1992, pero que “a efectos prácticos actúa como si fuera una autovía”, como denuncia Ignacio, quien presenció el último incidente registrado en la ronda, a la altura de la glorieta de Pino Montano, cuando chocaron la conductora de un patinete que cruzaba por el paso de peatones en verde y un coche que hacía lo propio porque el semáforo estaba en ámbar.

A este respecto, el joven de 23 años comprometido con la mejora de su entorno señala como principal reivindicación el soterramiento de la vía, con vistas a convertir la Ronda en un bulevar por el que los peatones podrían pasar con seguridad al desviar el tráfico. De esta forma, se aboga por una demanda histórica de los vecinos de la zona y por una medida que el anterior alcalde ya planteó como “solución definitiva” a los recurrentes atropellos. Asimismo, el soterramiento de la RUN también forma parte de la cartera de medidas que conforman el proyecto de ciudad del nuevo regidor de Sevilla, José Luis Sanz, tal y como él mismo manifestó en su discurso durante el pleno de investidura.

Un proyecto “viable”

Mientras que el equipo de gobierno de Sanz concreta este proyecto, la Iniciativa Ciudadana de Ignacio y Celeste ha adelantado trabajo elaborando un informe con “necesidades detectadas en la Ronda Urbana Norte y propuestas de mejora”. El documento incluye un anexo dedicado al soterramiento con sugerencias y mediciones que avanzan que “puede ser viable en paralelo a la construcción del metro”, apuntando así a la oportunidad de aprovechar tales obras para este otro cometido, como ya esbozó Antonio Muñoz durante el acto de inicio de las obras del tramo norte de la línea 3 del Metro.

Dicho informe, remitido a las tres administraciones involucradas en la línea 3 (esto es, Gobierno de España, Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Sevilla), apela a la “colaboración entre las diferentes instituciones”, por cuanto se considera “imprescindible la cofinanciación entre los distintos niveles de gobierno”. De esta forma, los autores del escrito pretenden dotar de solvencia un proyecto que reconocen es “ambicioso” pero necesario para mejorar el bienestar de quienes viven a un lado y otro de la Ronda Urbana Norte, sin comprometer “la fluidez del tráfico”.

En efecto, se trata de una de las arterias más concurridas de la ciudad, por la que circulan a diario decenas de miles de vehículos, como recoge el último informe de intensidades medias diarias de tráfico del Ayuntamiento de Sevilla publicado en 2021. “Un paso de vehículos excesivo para ser zona urbana”, como señala en su escrito la plataforma ciudadana, pues también es un lugar de tránsito frecuentado por personas “que cruzamos porque hay un instituto, centro de salud, parques, comercios, supermercados...”, en palabras de Ignacio.

Alternativas a la contaminación

Más allá de la cuestión de la seguridad vial, el soterramiento de la vía acompañado de una remodelación urbanística de la ronda creando un bulevar en superficie serviría para paliar los “problemas de contaminación” —tanto acústica como medioambiental— que concentra la zona, cuyos “niveles emitidos superan el máximo legal permitido”, según un informe de la Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía al que se alude en el documento de Ignacio y Celeste.

Precisamente, ese fue uno de los argumentos por los que el pleno municipal aprobó hace justo seis años “la construcción de un bulevar en Ronda Urbana Norte y Juventudes Musicales con zonas verdes”, si bien no se ha avanzado en este sentido desde entonces. De ahí que “dada la urgencia y los retrasos en la construcción y cierre con otras alternativas como la SE-35 o la SE-40”, como señalan desde Iniciativa Ciudadana RUN, “se solicita el compromiso real para llevarlos a cabo”.

Si bien el soterramiento y el bulevar se perfilan como los dos grandes objetivos “a largo plazo”, Ignacio y Celeste, con el respaldo de las organizaciones vecinales, proponen otras medidas a corto y medio plazo. Por un lado, arguyen la necesidad de instalar radares de velocidad en diferentes puntos y direcciones de la vía o “en su defecto, un radar de tramo que controle la velocidad”, pues dado que la ronda urbana “no cambia su aspecto en relación a la propia circunvalación de la SE-30”, es habitual que los conductores superen el límite de 50km/h que establece la Dirección General de Tráfico para el trazado urbano.

Objetivo: poner freno a los accidentes

Por eso, otra de las propuestas de mejora incide en promover “un cambio visual en la zona” con la instalación de “paneles luminosos” en las vías de acceso a la RUN, “donde se indique que entra en zona urbana” y se recuerde la limitación de velocidad. Todo ello pensando en que “los vecinos están hartos de ver un accidente tras otro, día y noche”, como deplora Ignacio, quien lamenta además que “no se respete” a los peatones y a menudo “se culpe nos culpe” cuando se producen atropellos como el que tuvo lugar el pasado miércoles.

Según las primeras pesquisas de la Policía Local, es la dueña del patinete la que realizó “una maniobra incorrecta” al cruzar subida al monopatín por el paso de peatones. “Pero al conductor ni si quiera se le realizó una prueba de alcoholemia como se suele hacer en estos casos”, recrimina este joven que fue testigo del incidente. Al respecto, fuentes municipales justifican la decisión en que el conductor del turismo implicado no presentaba síntomas de alcoholemia.

En cualquier caso, en 2022 la Comisión de Control y Fiscalización del Gobierno municipal contabilizó un total de 53 siniestros en la barriada próxima a Pino Montano, de los cuales uno se corresponde con el fallecimiento de una persona, dos se saldaron con heridos graves y 37 leves, así como trece daños materiales. “Estos datos suponen casi una media de un accidente por semana”, condenan desde Iniciativa Ciudadana RUN, antes de añadir: “En lo que llevamos de 2023 han ocurrido tres accidentes mortales y se han notificado accidentes continuos a través de las cámaras de tráfico y emergencias Sevilla, además de usuarios que viven y transitan por las barriadas colindantes”.

Estos datos y la peligrosidad palpable a ojos de quienes cruzan a diario por esta vía urbana (a pie o en coche) genera un sentimiento de “impotencia” entre los vecinos que viven a un lado y otro de la carretera, como Ignacio y Celeste. Una pareja que ha crecido con el “miedo” de que les pueda tocar algún día y ya ha convertido en rutina despedirse con un “avisa cuando llegues”.

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