500 catedráticos y profesores reclaman un control más estricto en la universidad para evitar casos como el de Cifuentes
Movidos por la indignación generada por el caso del máster de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, cerca de 500 catedráticos y profesores de todas las universidades públicas españolas han firmado una petición exigiendo un control más estricto de los títulos de posgrado y criticando el silencio de la Conferencia de Rectos de las Universidades Españolas (CRUE) ante el caso Cifuentes.
En su manifiesto, los profesores critican la decisión de la CRUE de escudarse en la Fiscalía para evitar pronunciarse sobre el escándalo del máster de la presidenta madrileña. Aunque en su comparecencia del pasado 11 de abril el presidente del organismo, Roberto Fernéndez, apuntó que existían “graves irregularidades”, los profesores entiende que tendría que haber sido más contundente. “Tememos que su llamativa discreción pueda ser confundida con corporativismo o solidaridad con quienes se entregan a malas prácticas y corruptelas”, aseguran.
Los catedráticos de la Universidad de León, la Universidad de Sevilla, la Autónoma de Madrid o de la propia Universidad Rey Juan Carlos (URJC) reclaman un “control más estricto” de este tipo de titulaciones y pide que el control sea particularmente exhaustivo en las universidades de titularidad privada. Para conseguirlo piden que se incrementen los medios para que exista un “efectivo control y verdadera inspección de calidad” en todos los títulos universitarios.
“La inquietud actual ha de ser acicate para un análisis riguroso de cómo se organizan y se gestionan los títulos, especialmente los de segundo y tercer ciclo, en todas las universidades, con particular atención a algunas universidades privadas”, puede leerse en el manifiesto de catedráticos y profesores.
Además de esto, se insta a las universidad públicas a que “se centren en sus objetivo científico y docente antes que en el económico”; y a las universidades de titularidad privada a que comprendan “que el único factor que las legitima es el servicio que prestan antes que la búsqueda de lucro o de influencia social”.
Todo ello rechazando la “hiperburocratización” a la que se ha llevado a la universidad pública y los estudios universitarios. Una excesiva burocratización que ha generado “controles puramente aparentes” e “inútiles” que no han sabido prevenir los “oscuros negocios y chiringuitos” que se han llevado a cabo en la universidad, como en el caso del máster de Cristina Cifuentes.
Sobre este escándalo los catedráticos critican que se haya utilizado para cuestionar el funcionamiento de la universidad pública. “Incidentes graves como el que actualmente afecta a la URJC y a determinado máster de ella dependiente no deben usarse para la crítica genérica e indiscriminada de las universidades públicas españolas y de los estudios que ofrecen”, escriben, recordando el “esfuerzo y el sacrificio” que hacen los profesores y los alumnos en este tipo de titulaciones.