¿Quién era Mary Read, la mujer que conquistó el Caribe junto a Anne Bonny?
Durante el llamado Siglo de Oro de la piratería, el Caribe se convirtió en un tablero estratégico en el que se enfrentaban imperios, comerciantes y corsarios. Entre nombres como Barbanegra o Calico Jack, dos figuras femeninas rompieron las normas de género y desafiaron el orden establecido: Mary Read y Anne Bonny. Su historia ha sobrevivido gracias a fuentes como A General History of the Robberies and Murders of the Most Notorious Pyrates, publicado en 1724 y atribuido al escritor Charles Johnson, obra que recopila testimonios judiciales y relatos contemporáneos de quienes las conocieron.
Criada como un hijo varón
Según dicho libro, Mary Read nació en Inglaterra alrededor de 1685. Su madre, para evitar perder una pensión familiar tras la muerte de su hijo legítimo, decidió criarla como si fuera un niño. Esta identidad masculina, adoptada inicialmente por necesidad, le permitió acceder a espacios vetados para las mujeres. Así, Mary pudo trabajar como paje y posteriormente alistarse en el ejército, donde combatió durante la Guerra de Sucesión Española (1701–1714). Según el mismo relato, allí se enamoró de un compañero de armas, reveló su verdadera identidad y se casaron, retirándose juntos para abrir una posada en Flandes.
Al fallecer su marido, Mary retomó su antigua identidad masculina y embarcó hacia el Caribe, según recoge también el historiador David Cordingly en su obra Seafaring Women (2001), uno de los estudios más completos sobre mujeres en la historia naval.
Del ejército al abordaje
Durante el viaje, el barco en el que viajaba fue capturado por piratas. En lugar de resistirse, Mary optó por unirse a ellos voluntariamente. Así comenzó su vida como pirata, bajo el mando de John “Calico Jack” Rackham, un conocido capitán que operaba en las aguas del Caribe. Fue en esa etapa cuando conoció a Anne Bonny, también mujer y también disfrazada de hombre para combatir.
Ambas se ganaron rápidamente una reputación de ferocidad. En el General History, Johnson describe que “luchaban con más valentía que muchos hombres a bordo” y que solo revelaban su sexo cuando era necesario. Laura Sook Duncombe, autora de Pirate Women (2017), destaca que Read y Bonny rompieron no solo las leyes del mar, sino también las normas sociales de su época, ejerciendo un rol activo y visible en una esfera reservada casi exclusivamente a los hombres.
Captura y juicio
El final llegó en octubre de 1720, cuando la embarcación de Rackham fue capturada por las autoridades coloniales británicas cerca de Jamaica. El juicio se celebró en Spanish Town, y la mayoría de la tripulación fue condenada a muerte. Mary Read y Anne Bonny invocaron la llamada “plead the belly”, una cláusula legal que protegía a mujeres embarazadas de la ejecución inmediata. Se les concedió una prórroga de la pena.
Según los registros del juicio, recopilados en los Jamaica Records y citados en obras académicas como Pirates and Privateers (Marley, 2010), Mary Read murió en prisión pocos meses después, probablemente de fiebre, en abril de 1721. No se conserva información oficial sobre el hijo que esperaba ni sobre una ejecución formal. Anne Bonny, por su parte, sobrevivió, aunque su destino posterior sigue siendo desconocido.
Más que piratas
La historia de Mary Read y Anne Bonny ha trascendido el relato folclórico para convertirse en objeto de estudio histórico y feminista. Ambas figuran en los archivos del juicio y en crónicas de la época como ejemplos singulares de mujeres que rompieron las barreras de clase, género y legalidad. Historiadores como Marcus Rediker (Villains of All Nations, 2004) destacan cómo su presencia en la piratería visibiliza las fisuras del orden colonial, y cómo incluso estructuras criminales como estas ofrecían márgenes insólitos de agencia para mujeres en el siglo XVIII.
Más allá de la leyenda, Mary Read fue una figura real que tomó las armas, desafió el sistema y vivió, aunque brevemente, en los márgenes del poder establecido. Su historia, como la de tantas mujeres olvidadas por los grandes relatos, sigue interrogando a quienes escriben la historia del mar y de la resistencia.
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