Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Maquiavelo en Sevilla

Monedero, "cansado" de las "niñerías" de Errejón sobre las primarias de Podemos Madrid

Montero Glez

Las relaciones de poder, en un entorno determinado, reciben el nombre de relaciones políticas. Esto es así desde que Maquiavelo desvirgase a la política en nombre de la ciencia y pusiese por escrito el resultado en un manual imprescindible para todo tipo de oficios.

Con el maquiavélico motivo de consolidar dichas relaciones y de esta manera fortalecer el falso relato de la Transición en beneficio del Régimen del 78, la Fundación Cajasol ha patrocinado unos encuentros que tuvieron lugar en Sevilla, durante la pasada semana. Bajo un enunciado tan tópico como “España ¿Mito o realidad?” se dieron cita una buena cuerda de pseudointelectuales del Régimen.

No los vamos a nombrar pues para eso ya están otros medios, pero sí que vamos a advertir que no es la primera vez que se dan cita bajo el antedicho patrocinio bancario. En una anterior ocasión, el encuentro se hizo con el propósito de instrumentalizar la figura de Chaves Nogales en beneficio de “esa” derecha reconvertida en demócrata que sitúa a Chaves Nogales en una posición equidistante, entre los que agredieron y los que se defendieron de la agresión. Equidistante o ecuánime, que  suena mejor.

Pero no me quiero despistar, lo que venía a decir aquí es que, en esta ocasión, en Sevilla, destacó la ponencia de Juan Carlos Monedero sobre las demás y lo hizo con el brillo de una pepita de oro entre un montón de chatarra. En su exposición, el Mick Jagger de la ciencia política abrió úlceras en algunos estómagos presentes.  La España fea, católica y sentimental del Marqués de Bradomín, abriría fuego contra la España vertebrada en su esqueleto de aire lorquiano. La metáfora antigua, la que soporta el peso de la realidad y que subyace en el temperamento artístico, fue arrasada por obra y gracia de un levantamiento militar en el año 1936 y desde entonces, España quedó convertida un erial donde hoy abundan los pseudointelectuales patrocinados por la mutación franquista.

No sé quién dijo que la historia escrita es como la postura del misionero, una acción ejecutada desde arriba para hundirse en el cuerpo de abajo. Maquiavelo, en su tratado El Príncipe, nos enseñó que toda acción de defensa del cuerpo oprimido es legítima. Pero en un país donde los pseudointelectuales se han empeñado en cortarnos, de raíz, la cultura política, utilizan a Maquiavelo en beneficio propio, evitando citar la legitimidad que contiene toda acción cuando un pueblo se defiende de sus agresores. Esto mismo, con palabras más científicas, es lo que vino a denunciar Monedero el otro día, en Sevilla.

Etiquetas
stats