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Navarro, prudente con el proyecto del parque eólico de Plasencia

José Luis Navarro, consejero de Economía e Infraestructuras Extremadura, en el pleno de este jueves

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El consejero de Economía, José Luis Navarro, ha manifestado su prudencia respecto al proyecto de generación de energía eólica en el Parque “Merengue” de Plasencia puesto que ya ha habido otros proyectos en la región que no se han llevado a cabo.

Navarro explica que junto a este proyecto hay otros tres en las mismas condiciones que han pasado desapercibidas. Esas tres solicitudes son para las localidades pacenses de Burguillos del Cerro y Fuente del Maestre, y la otra entre los municipios de Navas del Madroño y Brozas (Cáceres).

En total, los cuatro proyectos se han presentado después de que el anterior gobierno extremeño del PP derogara, hace aproximadamente un año, el anterior decreto de energía eólica de 2010. El consejero ha recordado que con esa norma de 2010 se presentaron unas 100 solicitudes, pero la moratoria de energías renovables en 2012 tuvo un efecto “demoledor” para Extremadura porque todos los proyectos, tanto solares como de biomasa, se abandonaron.

A su juicio esta legislatura, tanto la nacional como la regional, han sido “perdidas” para las energías renovables mientras que entre 2007 y 2011 se habían instalado en el país cientos de plantas fotovoltaicas, varias de biomasa y 17 termosolares, con una inversión superior a los 6.000 millones de euros.

Las solicitudes que se han presentado no están acogidas a ningún Decreto autonómico sino que se tramitan en función de la legislación nacional, por lo que no existe ningún compromiso de creación de puestos de trabajo ni de pago de canon a los ayuntamientos, ha añadido.

Navarro ha señalado que la Junta va a colaborar en todo lo posible con el promotor y el Ayuntamiento de Plasencia para que el parque pueda tener las autorizaciones con la mayor brevedad.

Para esto ha empezado el procedimiento administrativo, que se pretende que esté solucionado en menos de un año, a diferencia de cuando lo desarrollan los Ministerios de Industria y Medio Ambiente, que suele tener una duración de tres o cuatro años.

Tras el proceso administrativo la empresa podrá tomar la decisión de empezar las obras y que “ojalá las comience”, ha asegurado Navarro, puesto que tienen una asignatura pendiente con la energía eólica. Por otro lado, aún hay 15 proyectos que, a pesar de la derogación, se les daba la oportunidad de seguir con la tramitación y decidieron continuar, aunque tienen un plazo para construir porque si no perderán la autorización. 

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