Directores de FP amenazan con dimitir por los recortes en las ayudas para gastos de mantenimiento
La relación entre el nuevo departamento de Educación y los directores de la escuela pública no ha empezado con buen pie. Ayer desde Lakua trataron de calmar los ánimos con una reunión en la que recibieron a los portavoces de las asociaciones de primaria y secundaria, Sarean y BIHE respectivamente. El tema a debate eran los recortes en las partidas para gastos de mantenimiento de los centros educativos públicos y las formas con las que se han llevado a cabo. Y como antecedente a la cita, la amenaza de dimisión de varios equipos directivos de institutos de FP si la situación sigue así en septiembre.
BIHE y Sarean comenzaron la reunión de ayer explicando a los responsables del departamento de Educación la situación en los centros. “Y el mal ambiente que se ha creado por las formas que han tenido”, apunta Xabier Mendizabal, coordinador de la asociación de directores de institutos públicos. “Ellos también reconocieron que no han sido las más adecuadas”, añade. Desde su punto de vista, debería quedar claro que el dinero no es para los centros educativos sino para sus gastos. “Los verdaderos perjudicados de esta medida van a ser las empresas proveedoras de los institutos cuando no les podamos pagar”, explica Mendizabal.
Aunque todos los centros educativos públicos se han visto afectados por el recorte, los que han recibido la peor parte son aquellos que manejan un mayor presupuesto. El azar también ha tenido algo que ver, ya que sólo se ha tomado como referencia el remanente en caja con el que contaban los colegios a finales de 2012 para calcular la aportación de este año. Por estos motivos, aquellos que hubieran adelantado gran parte de los pagos apenas lo han notado mientras que los que concentran sus desembolsos a partir de enero se han visto muy afectados.
Los centros de FP tienen unas necesidades para gastos de mantenimiento especialmente altas al contar con talleres, maquinaria, equipo de laboratorio y otras herramientas delicadas o caras. A pesar de ello, varios de ellos no han recibido ni en euro por ese concepto y ven que no van a poder pagar sus facturas cuando llegue el nuevo curso. “El efecto es mucho mayor en estos institutos porque son mucho más grandes y la situación les tiene muy preocupados”, argumenta el coordinador de BIHE.
Ante esta tesitura, varios directores han amenazado con el único arma que tienen a su disposición: la dimisión. De materializarse, la protesta empañaría los esfuerzos realizados durante los últimos años por Lakua para estabilizar las plantillas. A día de hoy ya había conseguido llegar a que el 51% de los colegios públicos tengan un equipo directivo voluntario.
En el transcurso de la reunión de ayer, Educación dejó entrever que el replanteamiento en el presupuesto del Gobierno vasco podría hacer que retiraran o moderaran la medida, pero sus responsables evitaron tomar un compromiso en firme. “Nosotros les dejamos claro que ahora tienen una oportunidad para arreglar la situación”, comenta Mendizabal. “Y cuando lo hagan, lo más importante es que se reúnan con todos los directores y les expliquen lo que han decidido”, añade. Una resolución que debería tomarse con presteza teniendo en cuenta que sólo falta un mes para que termine el curso.
