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Ertzaintza: 157 mandos con coche oficial, 5.667 de gasto medio anual y 350.000 euros en dietas

Beltrán de Heredia, Zubiaga y Aldekoa (de frente) con los jefes de Seguridad Ciudadana e Información de la Ertzaintza

Iker Rioja Andueza

Un total de 157 mandos de la Ertzaintza, integrantes de las escalas ejecutiva y superior, tienen asignado un coche oficial, según la información actualizada a 2015 enviada al Parlamento por la consejera de Seguridad, la peneuvista Estefanía Beltrán de Heredia. Esa misma documentación muestra que el coste medio anual de cada automóvil de esa flota fue de exactamente 5.667 euros y que, además, esos mismos agentes percibieron más de 350.000 euros en dietas. Estos datos sobre el uso de coches oficiales en la Ertzaintza fueron solicitados en la Cámara por Nerea Llanos (PP).

La Policía vasca, además de esta flota que utilizan intendentes, comisarios y subcomisarios, dispone para el servicio de 351 patrullas, 136 todoterrenos, 87 furgonetas antidisturbios, 70 vehículos de atestados, 58 patrullas de tráfico, 200 vehículos especiales (motocicletas, camiones, transportes caninos y hasta un camión ‘botijo’ en desuso) y 1.164 automóviles camuflados. Los agentes demandan una renovación de la flota que está acumulando retrasos. De los 157 vehículos a disposición de la cúpula policial, un 30% están asignados a la base central del cuerpo, ubicada en Erandio. Las comisarías de las capitales y las bases de Iurreta, Oiartzun y Berrozi son los otros centros con más coches oficiales.

Seguridad informa de que el coste medio anual por coche asignado es de 5.667 euros anuales, lo que incluye el ‘renting’, en su caso, y el consumo de combustible, peajes, mantenimiento, revisiones y seguros. El coste total, por lo tanto, ascendería a 889.719 euros. Asimismo, Llanos también interesaba un desglose del “importe de los gastos de dietas y manutención sufragados” a los mandos con coche a su disposición en el mismo período. Según los datos de Beltrán de Heredia, el gasto total en dietas alcanzó los 353.632 euros. Se da la circunstancia de que la única comisaría sin coche oficial, la de Galdakao, tuvo un gasto en compensar desplazamientos y otros gastos por razón de servicio de exactamente 5.667 euros, lo mismo que el coste medio del vehículo asignado.

La Ertzaintza lleva años sumergida en la polémica por el uso de coches oficiales y el pago de dietas a los agentes con más galones. El sindicato Sipe denunció que el abono de dietas no justificadas, en algunos casos a funcionarios que ya tenían el transporte cubierto con el coche oficial, había supuesto durante años un sobresueldo no justificado de hasta el 20 ó 30% para los beneficiarios. Lo hizo ante el Tribunal de Cuentas y ante un juzgado de lo contencioso-administrativo de Bilbao que, a su vez, derivó el caso a la jurisdicción penal.

Sentencia del Tribunal de Cuentas

En su sentencia, el Tribunal de Cuentas dejó constancia de que “se han realizado pagos a agentes de las escalas superior y ejecutiva que no pueden considerarse justificados en concepto de indemnizaciones por razón del servicio”. Sin embargo, rechazó que las directoras del Departamento de Seguridad Miren Karmele Arias y Guadalupe Camino devolvieran de su bolsillo los alrededor de los 2 millones de euros en que se fijó el efecto económico de estas irregularidades ya que interpretó que no actuaron con dolo o negligencia: aplicaron un decreto de indemnizaciones aprobado por el anterior consejero de Interior, el socialista Rodolfo Ares.

En cuanto a la vía penal, en la que están imputados no sólo Arias sino también decenas de mandos que percibieron los pagos, la instrucción está en 'stand by', según fuentes judiciales. Faltaría que el juzgado determine si se procede a la apertura de juicio oral o se archivan las diligencias, como confía el Gobierno siguiendo la estela de lo ocurrido en el Tribunal de Cuentas.

En todo caso, las denuncias sobre irregularidades han motivado algunas medidas “correctoras” en los últimos años. La más significativa fue la decisión del Departamento de Seguridad de regularizar con Hacienda una cantidad próxima a los 1,5 millones en concepto de IRPF no abonado correspondiente a las dietas, facturas que luego se individualizaron entre los mandos, lo que provocó una auténtica crisis interna. En paralelo, también se planteó compensar esta situación con una subida salarial exclusiva para la cúpula mediante un “complemento de jefatura” que ya está aprobada por ley pero que aún no ha sido activado por parte del equipo de Beltrán de Heredia mediante la aprobación del consiguiente decreto.

Asimismo, el jefe de la Ertzaintza, Jorge Aldekoa, envió en marzo a todas las jefaturas una instrucción interna para evitar “abusos” en el uso de coches oficiales. Fueron cinco las órdenes, lo que da a entender algunos de los problemas que se habían producido en el pasado y que históricamente habían sido denunciados por los sindicatos: 1- No se permite ceder el vehículo a otro conductor; 2- Los usuarios no podrán intercambiarse el vehículo asignado; 3- Se ha de custodiar “diligentemente” el automóvil; 4- No se puede instalar un GPS o una silla de sujeción infantil; 5- Los agentes tienen que “velar por la realización puntual de las revisiones técnicas”.

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