Un muro contra los rumores racistas
'No te dejes enredar por los rumores racistas y xenófobos'. Esta es la campaña que ha puesto en marcha la Comisión de Ayuda al Refugiado en Euskadi (CEAR) para evitar la difusión de rumores racistas y xenófobos en los medios de comunicaciónque fomenten el odio y la discriminación. La campaña cuenta con el apoyo de la Asociación Vasca de Periodistas y el Colegio Vasco de Periodistas.
El objetivo es evitar la estigmatización de estos colectivos a través de mensajes falsos e interpretaciones equivocadas o malintencionadas de sucesos reales. Las asociaciones vascas de periodistas asumen la importancia de que los profesionales de la comunicación contrasten este tipo de informaciones y apliquen un “filtro eficaz” que impida que este tipo de mensajes, sin importar su procedencia, acaben convertidos en verdad ante los ojos de la audiencia.
El código deontológico elaborado por la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) recomienda a extremar el celo profesional para respetar los derechos de los más débiles y mantener una especial sensibilidad en informaciones u opiniones de contenido eventualmente discriminatorio o susceptibles de incitar a la violencia o a prácticas humanas degradantes.
La iniciativa de CEAR y de los medios de comunicación se suma al movimiento antirumores surgido en Barcelona en 2010. Un movimiento que con el paso del tiempo ha ido prendiendo en otras ciudades. Es el caso de Getxo (Bizkaia) y Bilbao, dos de las urbes más activas de España en el combate de los prejuicios hacia la población inmigrante. Una pieza básica de la estrategia son los conocidos como agentes antirumores que, en la práctica, podría ser cualquier ciudadano. Basta con concienciarse de la importancia de la labor y de que hacer correr de boca en boca que los rumores sobre los inmigrantes que prenden en la conciencia social carecen de fundamento.
Sembrar la duda
La población diana de estos agentes antirumores es una mayoría social que se muestra ambigua y sujeta a la influencia de muchos factores, como elementos culturales, discursos políticos, medios de comunicación, el entorno emocional, el impacto de elementos externos como la crisis económica.
En Getxo, la primera generación de agentes antirumores está integrada por profesores y técnicos de la Universidad del País Vasco. Alrededor de 20 personas trabajan dentro del programa, cuyo objetivo pasa no por convencer, sino por sembrar la duda en personas en los que ya han hecho un hueco los prejuicios contra los inmigrantes. La red de agentes antirumores de Getxo ha tratado con 12.000 personas solo en 2013.
El Gobierno vasco editó en 2012 la guía Frenar el rumor, en la que analiza los 12 rumores más habituales que se relacionan con la población inmigrante y los combate con datos y argumentos.
