La ruina inminente de un edificio del siglo XVI en Zaragoza: “Supone la pérdida de otro elemento de valor patrimonial”

El edificio número 12-14 de la calle Estébanes, en pleno Tubo de Zaragoza, afronta su posible demolición tras el derrumbe parcial registrado el pasado viernes. Se trata de una de las construcciones civiles más antiguas del centro histórico, con orígenes en el siglo XVI y una reforma en 1880 firmada por el arquitecto Antonio Miranda. Tras la inspección, el Ayuntamiento mantiene la declaración de ruina inminente mientras los patrimonialistas piden que se conserve y se rehabilite. 

El inmueble, catalogado como de Interés Arquitectónico B según el Plan General de Ordenación Urbana, conserva elementos singulares de gran valor histórico, como pilares de piedra con arcos góticos, vigas de madera originales y una escalera central que comunicaba sus cuatro plantas. Según la asociación Apudepa, que ha solicitado participar en la inspección técnica, “el valor patrimonial del inmueble es enorme, pues se trata de uno de los pocos edificios civiles de finales del siglo XV o principios del XVI que perviven en la ciudad, y además con una integridad estructural y material más que notable”.

La entidad destaca que todavía se conservan piezas “muy singulares”, entre ellas “tres pilares de piedra de estilo tardogótico prácticamente únicos en Zaragoza, las vigas boceladas del forjado y la fachada principal renacentista de ladrillo con galería de arquillos de medio punto, enmascarada desde 1880 pero prácticamente intacta”. También subrayan la importancia de su caja de escaleras y los patios interiores.

Apudepa considera que el edificio “debería conservarse en su integridad, rehabilitándose de manera concienzuda”, aunque si no fuera posible una restauración completa, pide proteger al menos los elementos estructurales y decorativos más relevantes, como la fachada, las vigas, los patios y los pilares de piedra. La asociación insiste en que una restauración parcial “solo debería contemplarse como segunda opción”.

Tras la inspección técnica realizada este lunes por tres arquitectos municipales, el Ayuntamiento de Zaragoza ha decidido mantener la declaración de ruina inminente del edificio. Los técnicos han confirmado que todos los cuerpos del inmueble presentan una degradación severa, sobre todo por el deterioro de la madera estructural.

Han comenzado ya los trabajos de estabilización por la parte trasera —junto a la Terraza Libertad y El Plata—, que consistirán en un apuntalamiento completo y la retirada de peso para evitar nuevos colapsos. Estas labores, que se realizan de forma manual, podrían prolongarse durante un mes.

Una vez garantizada la estabilidad y la seguridad en la zona, se prevé reabrir la calle y permitir la reapertura de los locales de hostelería afectados. Después comenzará una segunda fase de intervención: la demolición. Según el Ayuntamiento, “todo apunta a que deberá ser completa o casi en su totalidad”, aunque se intentará mantener la fachada principal si las condiciones lo permiten.

Durante la inspección se han identificado varios elementos de interés —como columnas de piedra, piezas de forjado y elementos de herrería— que serán puestos a salvo antes de la demolición siguiendo los protocolos de protección patrimonial.

El edificio de Estébanes 12-14, deshabitado desde hace años, representa un ejemplo singular de la arquitectura tradicional zaragozana entre medianeras, con cuatro plantas y una historia que combina la Zaragoza renacentista del siglo XVI y la estética ecléctica del XIX.