Albaola Itsas Faktoria, en la localidad guipuzcoana de Pasaia, ha acogido en la tarde de este viernes la botadura de la nao San Juan, réplica de un ballenero del siglo XVI. Impulsada por Xabier Agote —fundador y presidente del museo-astillero sin ánimo de lucro de Albaola—, la construcción de esta réplica ha sido una combinación, a lo largo de los años, de “construcción naval tradicional, investigación rigurosa de la tecnología marítima vasca del Renacimiento y recuperación de conocimientos acerca de uno de los capítulos más trascendentales de nuestra historia”.
Desde Albaola han recordado, según informa Europa Press, que el proyecto requirió de la creación de una infraestructura humana y material capaz de reactivar oficios casi desaparecidos, como la carpintería de ribera, la herrería, la velería o la cordelería. Estas actividades se han desarrollado frente al público en un espacio que desde su apertura ha recibido más de 340.000 visitantes, entre ellos alrededor de 80.000 escolares y estudiantes. El pecio fue localizado en 1978 en Red Bay (Labrador, Canadá), gracias a las investigaciones de la historiadora Selma Huxley y a las campañas del Servicio de Arqueología Subacuática de Parks Canada, dirigido por Robert Grenier. El estudio y catalogación de miles de piezas permitió definir con precisión el casco y las técnicas constructivas del siglo XVI, convirtiendo al San Juan en una referencia internacional para la arqueología subacuática. Albaola, desde 2014, ha abordado la construcción de la réplica científica basándose en el minucioso informe elaborado por la agencia gubernamental canadiense, explican.
El lehendakari, Imanol Pradales, ha participado en el acto de este viernes. “Fuimos pioneros en la navegación y las relaciones comerciales transoceánicas. Partícipes de los albores de la globalización”, ha señalado. Los trabajos, de más de una década, han reflejado, según el lehendakari, “un proyecto de país”; la nao, ha dicho, “simboliza lo que fuimos, somos y queremos seguir siendo”.
La botadura del casco marca el cierre de la fase en tierra y el inicio de la fase de construcción en el agua, que se desarrollará íntegramente en la zona portuaria de la bahía de Pasaia. Este proceso supondrá el equipamiento integral del barco, que incluirá 4 kilómetros de cabos, dos juegos de velas (de 600 metros cuadrados cada uno), anclas forjadas, chalupas balleneras, calderos de cobre, barricas y otros pertrechos, todos ellos elaborados con materiales y técnicas de época.
El objetivo es convertir al San Juan en un barco “plenamente navegable”. En los próximos meses, la nao pasará a ser un barco-museo visitable, un espacio abierto al público para conocer en detalle la tecnología naval del siglo XVI y la vida a bordo de aquellos navegantes. La siguiente etapa será el viaje de la nao San Juan a Canadá, tal como lo hizo el navío original hace casi 500 años.
Botadura de la nao San Juan, réplica de un ballenero del siglo XVI reconstruida en Albaola de Pasaia
Botadura de la nao San Juan, réplica de un ballenero del siglo XVI reconstruida en Albaola de Pasaia
La nao, réplica reconstruida en Pasaia
La nao, réplica reconstruida en Pasaia
Botadura de la nao San Juan, réplica de un ballenero del siglo XVI reconstruida en Albaola de Pasaia
Botadura de la nao San Juan, réplica de un ballenero del siglo XVI reconstruida en Albaola de Pasaia
La nao, réplica reconstruida en Pasaia
La nao, réplica reconstruida en Pasaia
Botadura de la nao San Juan, réplica de un ballenero del siglo XVI reconstruida en Albaola de Pasaia
Botadura de la nao San Juan, réplica de un ballenero del siglo XVI reconstruida en Albaola de Pasaia
Botadura de la nao San Juan, réplica de un ballenero del siglo XVI reconstruida en Albaola de Pasaia
Botadura de la nao San Juan, réplica de un ballenero del siglo XVI reconstruida en Albaola de Pasaia
La nao, réplica reconstruida en Pasaia
0