“Necesitamos dejar de ser súbditos para ser ciudadanos de pleno derecho”
Los casi 200 estudiantes que protagonizarán la ficción de la reforma constitucional en la Universidad Pablo de Olavide defenderán las posturas del partido que les toque en este “juego de roll”. Sin embargo, todos traen sus ideas sobre cómo podría cambiarse la Constitución y qué es lo que está haciendo falta. Estos son los casos de David y María.
David estudia de Ciencias Políticas de la Universidad de Granada y pertenece a la Fundación Triángulo. Este año le ha tocado ser miembro y defender las posturas del partido ficticio Alianza Liberal. Pero sus propuestas personales serían estas:
Un estado republicano: “Si yo pudiera cambiar la Constitución lo primero que reformaría es el modelo de estado. Para seguir como ciudadanos de pleno derecho y en igualdad de condiciones tenemos que dejar de ser súbditos de una vez por todas. Cualquier ciudadano debería poder acceder a un cargo público como la jefatura del Estado si es el elegido en las urnas”.
Impulsar las Iniciativas Legislativas Populares: “Creo que en 30 años se han tramitado dos o tres y no estoy seguro de si se han aceptado. Es necesario crear nuevos cauces de participación de la ciudadanía en el Congreso, que realmente sus propuestas se debatan y puedan aprobarse sin tantas trabas administrativas”.
Incluir el matrimonio homosexual: “En el artículo 14.2 de la Constitución Española se hace referencia a la no discrimianción de los ciudadanos por razón de sexo. Pienso que la Consitución debería proteger el derecho a casarse con personas del mismo sexo!
María estudia quinto de Ciencias Políticas en la Universidad Complutense de Madrid, en la realidad milita en las juventudes socialistas, y ejercerá en la ficción de secretaria general de la coalición de izquierdas.
Educación y Sanidad, derechos fundamentales.
Educación y Sanidad, derechos fundamentales: “Para proteger el estado del Bienestar hay que blindar los derechos sociales, que se contemplen en la Constitución como derechos fundamentales. Hay que invertir en formación y evitar que el talento siga emigrando como hasta ahora”.
Un estado laico: “Soy creyente, pero creo que para garantizar la igualdad de todos los ciudadanos es necesario un estado totalmente aconfesional, en el que ninguna religión, por muy mayoritaria que sea, tenga privilegios frente a otras”.
Pasar la página de la Transición: “Hay que buscar ese espíritu de consenso de la Transición, pero dar un paso más. Creo que para redactar esta Constitución los partidos cedieron mucho, perdieron su esencia. Creo que hubo falta de valentía política, sobre todo, en la elección del modelo de estado con un régimen de comunidades autónomas que no funciona”.
