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Antonio Maíllo: “Es papanatismo que venga Emilio Botín y parezca que viene dios del cielo”

IU cree que "la Junta debe personarse como perjudicada y no defender a nadie en los ERE"

Lucrecia Hevia / Olga Granado

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Llega solo hasta una cafetería en el centro de Sevilla. Lamenta el retraso pero asegura que “ahora el tiempo es vuestro” mientras se sienta al sol de invierno. Antonio Maíllo da la impresión de saberse en una carrera de fondo. Quizás por eso no le preocupa que su grado de conocimiento todavía no sea elevado ante una candidatura para las futuras elecciones autonómicas que muchos dan por segura. Y quizá por eso también reniega de los “híperlíderes” que no le han dado tan buenos resultados a la coalición de izquierdas.

El coordinador regional de IU se define como férreo defensor del debate y del diálogo, amigo de la conversación, de la acción y de tener “un poco de tiempo para pensar”, conversa con eldiario.es/andalucia de los próximos procesos electorales, pero también de las últimas fricciones con el PSOE-A y del nuevo modelo económico que planean ambas fuerzas para Andalucía. Porque “no somos lo mismo que el PP, pero tampoco que el PSOE”.

¿Siguen escociendo en IU las palabras del consejero José Sánchez Maldonado en referencial Plan Andaluz de la Bicicleta o la garantía de servicios mínimos que piden ustedes?

Le animaría al consejero a que concentre los esfuerzos en lo que lo tiene que hacer la Junta de Andalucía, que es en la creación de empleo. Le pido prudencia y sosiego, pero este asunto no tiene más recorrido.

¿Por qué la propuesta para luchar contra el desahucio energético está encontrando tanta resistencia en el PSOE-A?

No lo sé. No se puede frivolizar con la consecución de un derecho básico. En el debate interno los queremos convencer, igual que tuvimos que hacerlo con la Ley de la Función Social de la Vivienda.

Precisamente, se le ha reprochado a IU que ofrezca medidas que están siendo muy efectistas pero no tan efectivas, es decir, que se está dedicando más a apagar fuegos que a provocar cambios estructurales. ¿Qué piensa?

Son unas medidas que tienen un carácter excepcional para tiempo excepcionales, pero al mismo tiempo se deben sentar las bases para configurar medidas de carácter estratégico y con voluntad de permanencia. Eso se llama Ley de Renta Básica e inclusión Social. Se ha ido retrasando mucho tiempo. En la anterior legislatura IU presentó una proposición de ley y no se consiguió, pero ahora, como somos determinantes, se ha dado un paso con un grupo de trabajo. Es la clave de lo que debe ser la política de inclusión. Pero eso no desmerece medidas puntuales que hacen falta para responder a situaciones urgentes.

Sí, pero ¿el socio cómo lo ve?

Hay un acuerdo programático. Sobre este tipo de debates sería oportuno mantener una cierta prudencia para abordar internamente lo que son discrepancias normales. Somos partidos diferentes. Es indudable que IU presenta la parte más audaz del Gobierno de Andalucía.

En el pacto está recogida también la revisión de la fiscalidad, y hasta ahora se han visto discrepancias, por ejemplo en la tasa a las grandes superficies. ¿Cómo va esta negociación?

Debemos hablar este año, en el marco de diagnóstico, de la política de ingresos de la Junta de Andalucía y de progresividad en los impuestos. Pero, sobre todo, debemos estar en el gran debate de este año, que es el modelo de financiación. Y ante eso, Andalucía debe tener una posición clara que no va a coincidir con la propuesta del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas.

¿Por qué no se ha afrontado ya este debate?

Es la gran reforma que Mariano Rajoy no hace. Ha hecho la reforma laboral, la de la administración local, la de educación, la de las pensiones… Y la única que no hace es la más necesaria: la fiscal. No se afronta el fraude fiscal y la capacidad de ingresos para mantener los servicios y derechos de la ciudadanía. Y sin esto no hay salida de la crisis.

Pero el margen de Andalucía es muy limitado ¿no?

Sí, pero en ese margen limitado tenemos que abordarlo. Queremos unir el debate del modelo de financiación con la capacidad tributaria. Hacer un diagnóstico de cuál es la capacidad tributaria de Andalucía y el nivel de recaudación. Creemos que hay que centrarse en los sectores que deben aportar más a los ingresos, y partiendo de un principio: las rentas del trabajo no pueden soportar más este país. La comunidad autónoma tiene que diagnosticar y ver qué desequilibrios existen, de qué formulas, pese a estar vigentes, no se recauda de ellas (por ejemplo por las tierras improductivas), y abordar impuestos vinculados a sectores muy específicos, como el de las grandes superficies.

Esta última no ha tenido el éxito esperado en otras comunidades autónomas a la hora de recaudar.

Eso no puede ser base legitimadora para no imponer la tasa. Si conseguimos en torno a 15 millones de euros de este impuesto para sostener al pequeño comercio, que mueve en torno a 500.000 personas en empleo, se establece un giro en las preferencias del Gobierno de Andalucía.

¿Cómo se lleva con los empresarios?

Tengo muy buena relación. Me he reunido con varias agrupaciones de empresarios, aunque no con la CEA (Confederación de Empresarios de Andalucía) porque no me ha dado tiempo.

¿Entiende que la CEA no es representativa de todo el empresariado?

Tenemos claro que la CEA en los acuerdos de concertación no ha reflejado, desde nuestro punto de vista, lo que supone el verdadero tejido empresarial de Andalucía: las pequeñas y medianas empresas, los autónomos, la economía social. Debe ser el momento para abordar la hoja de ruta del nuevo modelo económico.

¿Le convencen las ideas que ha ido esbozando la presidenta sobre el nuevo modelo económico?

Necesita mucha más concreción. Sí coincido con ella en que si algo debe definir el modelo económico es la diversificación. Para evitar errores como el de la construcción.

El paro es el principal problema de Andalucía. Dentro de ese nuevo modelo económico del que hablan, ¿cuál es la solución?

Vincular la política del empleo a una política de inversión pública. Sólo se puede hacer con una reforma fiscal que aumente los ingresos y la lucha contra el fraude. Sin reforma fiscal no hay ingresos; sin ingresos no hay papel del estado inversor; sin papel del estado inversor no hay reactivación de la economía; y sin reactivación de la economía no hay creación de empleo. Por tanto, convirtamos en positivo ese círculo vicioso.

¿Qué le parecen las negociaciones de la presidenta con las empresas del IBEX 35?

El modelo productivo de Andalucía o se hace con la pequeña y mediana empresa o no hay expectativas de creación de empleo. La desproporción entre la importancia estratégica de las grandes empresas y la traducción en creación de empleo en Andalucía es absoluta. Me parece de papanatismo que venga Emilio Botín y parezca que viene dios del cielo. Ha hecho una operación financiera que está entre el 4% y el 6%, así que menos lobos, caperucita. Viene con sus reglas del juego, y por cierto, es uno de los responsables de esta crisis. ¿Necesitamos liquidez? Sí, pero esa no es la solución. El problema está en la prohibición al Banco Central Europeo de dar créditos directamente a los estados, lo que nos hubiera permitido ahorrar en los intereses de la mediación. Es fundamental cambiar las reglas del juego en Europa.

¿Cómo afrontan las europeas, por cierto?

Queremos centrarnos en la pedagogía entre nuestra gente para explicar la importancia que tiene votar en las europeas. Queremos que los nuestros no se queden en casa. Las europeas siempre dan la oportunidad de que surja algún partido nuevo, pero por la izquierda a nosotros no nos adelanta nadie. IU ha crecido sobre todo porque ha tenido un mensaje coherente y no cómodo, sino el que ha salido de nuestra reflexión.

¿Les ha beneficiado la crisis?

Hemos de reconocer que la crisis ha abierto los ojos a mucha gente que pensaba que estaba en un modelo sostenible y que la estafa convertida en sufrimiento propio le ha hecho despertar y tomar conciencia de que no los engañábamos cuando lanzábamos nuestros mensajes.

¿Irá Willy Meyer encabezando las listas?

En IU asistimos a un modelo de mucha madurez democrática. Me espantan los debates nominalistas porque no contribuyen a prestigiar la política.

Pero los líderes hacen falta…

Los líderes sí, pero los híper líderes... Si hablamos de cómo han acabado y cómo han puesto en riesgo el proyecto de IU… Lo importante es tener un proceso colectivo. El 1 de marzo tendremos todo resuelto. Cuando pasen las europeas, será un buen momento para tener la referencia de las autonómicas.

¿Cree que tiene un problema de desconocimiento para ser posible candidato?

Me sorprendió que al mes y medio me conociera ya el 21% según las encuestas. Pero ¿no deberíamos cambiar los códigos de una política que necesita reconciliarse con la ciudadanía? ¿Deben ser los referentes de liderazgo los mismos que hasta hace nada? ¿Es el híper liderazgo la mejor medicina para afrontar ilusión en el colectivo? Ya tenemos trayectoria suficiente para saber qué ha pasado con los híper líderes. No me quita el sueño el grado de conocimiento. No se me va a olvidar una alcaldesa [por Rosa Aguilar] a la que esta organización le dedicó todos sus recursos. Se acostó como alcaldesa de Córdoba por IU y se levantó como consejera del PSOE. Eso desanima a cualquiera. Eso es vieja política.

¿Cómo van a encajar las relaciones con el PSOE-A cuando pelean por el mismo espacio?

Hay mucha gente cansada del bipartidismo. Esta crisis es también la del bipartidismo, que no ha resuelto los problemas de este país.

Sí, pero con las municipales, ¿augura nuevas tensiones?

En Andalucía hemos vivido demasiados años con esa sensación de rodillo donde no tenía cabida ningún debate porque el PSOE con su aritmética lo neutralizaba. Un gobierno que debate es mucho más fuerte que el que se impone por rodillo. Hay que reivindicar la política de los justos, de la gente que quiere cambiar las cosas para mejor. Nosotros no hemos participado de esa orgía del dinero fácil. IU ha estado limitada y marginada. Somos la fuerza política con más autoridad moral en ese sentido.

¿Cómo encajan las críticas sobre la radicalidad que IU ha impuesto al Gobierno de Andalucía?

Con mucho morbo. Ya nos gustaría. Es un chute de autoestima. Evidentemente este gobierno es de acuerdo programático, de centro progresista y de izquierda. Lo importante es que la mayor presencia de IU es directamente proporcional a una mayor capacidad de transformación y cambio. En la proporción entre la representación que tenemos en Andalucía y nuestra capacidad de incidencia, les puedo decir que estamos por encima.

O sea, que mandan más de lo que les correspondería...

No se trata de mandar más, porque descubrimos que una cosa es estar en el Gobierno y otra cosa tener el poder. Hay mucha gente poderosa que no se presenta a las urnas, pero condiciona el Gobierno.

¿Quién les presiona a ustedes?

No es concreto. Es que las reglas del juego están muy determinadas por la élite financiera.

¿Cómo ve el conflicto catalán y la mediación de Susana Díaz?

Esta cuestión necesita mucho diálogo. No comparto el cierre de filas que deja heridas en el camino del debate. Pero esas sobreactuaciones de convertirse en mediadores…

¿Y su visión de esta cuestión, cuál es?

No hay que tener miedo a nada que suponga la expresión de la opinión de la gente. Yo tengo muy claro que no soy partidario de la independencia, pero hay que escuchar a la gente. Eso sí, creo que los territorios vivimos mejor adheridos a un país. Artur Mas ha hecho una obra maestra en girar una política de recortes bestial que estaba haciendo y convertirla en un debate territorial. Y el PP celebra que si se habla de debate territorial no se habla de recortes y de crisis, y eso le beneficia. Hay una alianza entre partes aparentemente encontradas.

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