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Opinión - ¿Respeto a Milei y al resto de la ultraderecha? Por Rosa María Artal

“Para formar gobiernos están los resultados, pero también la percepción de quién ha ganado”

Antonio Pradas en el Parlamento de Andalucía.

Olga Granado

El diputado Antonio Pradas (El Rubio, Sevilla, 1963) es desde julio de 2014 secretario de Política Federal del PSOE, “el hombre fuerte de Susana Díaz en Ferraz”. Proveniente del municipalismo -ha sido alcalde de su pueblo y tiene una larga trayectoria en la Diputación de Sevilla- este licenciado en derecho encabezará por primera vez la lista del PSOE por la provincia. Cuando faltan menos de dos meses para las elecciones generales, saca un hueco en la apretada agenda y nos recibe en un despacho del grupo del PSOE-A en el Parlamento de Andalucía.

Después de que lo hiciera Felipe González y, durante tres décadas, Alfonso Guerra, encabeza usted la lista por Sevilla para el Congreso de los Diputados. ¿Vértigo?

Yo ya estaba contento hace cuatro años cuando fui elegido para ir en la candidatura por Sevilla [entonces fue el quinto]. Pero encabezarla después de sólo haberlo hecho Felipe González y Alfonso Guerra es un honor y un plus de responsabilidad. Sé cómo responde esta provincia en unos comicios, por lo que esa responsabilidad está compensada porque cuento con mucha gente. Y, ahora que me muevo por toda España, puedo decirlo con más rigor todavía: tenemos la mejor agrupación del PSOE, con todo el respeto a las demás.

Como su caso, en las ocho provincias se ha renunciado a incluir en las candidaturas nombres más conocidos, también por el caso ERE. ¿Se ha cambiado de estilo? ¿Por qué?

Lo que pasa es que hay casi una generación perdida del partido, porque compañeros como Alfonso Guerra, Felipe González, Manuel Chaves, Carmen Hermosín... entraron muy jóvenes en la política, con menos de 30 años, por lo que los que teníamos por entonces 18 hemos esperado mucho para incorporarnos. Ellos van superando los 60 y dejan paso. No sólo los ocho cabezas de lista, sino que ha habido una renovación del 75% en las candidaturas. Ha coincidido con un cambio en toda la situación política del país, donde hay una renovación de los liderazgos y la irrupción de partidos nuevos. De hecho, el único partido que se ha quedado un poco descolgado en la materia es el PP, anclado tanto en sus estructuras como en el personalismo de Mariano Rajoy.

Bueno, no ha sido un secreto la tensión con Pedro Sánchez por la imposibilidad de imponer su criterio a la hora de elaborar las listas en varias federaciones, entre ellas, Andalucía...

En el caso de Andalucía siempre se ha dejado una autonomía porque es una federación con la suficiente madurez y potencia como para que tenga sus propios liderazgos. Sólo hubo una petición de que personas que integramos la ejecutiva federal formáramos parte de las candidaturas. Es posible que en alguna comunidad autónoma donde hay menos liderazgo se haya intentado aprovechar para colocar a alguna persona de la ejecutiva federal o de relevancia para que fortalezca la imagen del partido en esos territorios, pero en Andalucía no es necesario.

Sevilla es el granero del PSOE, no sólo por tener la agrupación más importante del país, sino porque nunca ha perdido unas elecciones generales. ¿Está en condiciones de decir que seguirá de esta manera?

Estoy convencido. Incluso en momentos muy dulces para la derecha, como pudo ser la mayoría absoluta de 2011 o en el segundo Gobierno de José María Aznar, Sevilla se ha resistido siempre a esas políticas. Creo que en esta ocasión, todavía con más razón porque el Gobierno de Mariano Rajoy es el que más daño ha causado a España, pero muy especialmente a esta provincia. Es un error considerar que la única provincia que no le votó -tampoco ganó en Barcelona pero con una dispersión del voto mayor- tiene que ser castigada. Eso nos anima a todo lo contrario. Si entonces se ganó por muy pocos puntos, ahora se va hacer por mucho más.

En 2011, por Sevilla fueron 6 diputados para el PSOE, 5 para el PP y 1 para IU. Con las encuestas que ustedes manejan y guardan con tanto celo, hágame un pronóstico para el 20D.

Lo primero es que se visualice una mayor distancia con el PP. Pero teniendo en cuenta que estamos en un mapa político que es absolutamente diferente a hace cuatro años y eso lógicamente va a tener un reflejo en las elecciones generales. Lo que queremos y es muy importante que el PP quede totalmente desautorizado por las políticas que ha llevado a cabo y que el PSOE salga reforzado porque no le ha hecho sólo una labor muy fuerte de oposición, sino también como alternativa desde Andalucía. Hemos demostrado desde Andalucía que se puede gestionar la política de otra manera, porque hemos cumplido, con muchas dificultades, nuestro objetivo de déficit, pero incrementando las partidas de sanidad, educación y servicios sociales.

Ese discurso lo explotan ustedes mucho, ¿seguirá siendo el centro de la precampaña y la campaña?

Queremos que ocurra como pasó con las elecciones autonómicas en las que se visualizó perfectamente que hay dos formas de gobernar y que los ciudadanos castigan cuando se ejerce el poder de forma arbitraria contra sus intereses y premian cuando se intenta salvaguardar una serie de derechos que nos costado muchos años conseguir. Estoy convencido de que Andalucía va a aportar un número importante de escaños al Congreso de los Diputados. Vamos a ser una provincia decisiva dentro de Andalucía y esta comunidad autónoma lo será para el resultado a nivel nacional.

Y supongo que en la ejecutiva federal ya han dejado constancia de que tienen que tenerlos muy en cuenta, ¿no?

También están convencidos de ellos los compañeros de Madrid y vamos a trabajar porque sea así. Porque sería un error confiarnos en que los ciudadanos nos tienen ya asignado un número de diputados, sino que habrá que convencerlos de que nuestras políticas, sobre todo de cara a la gestión de la crisis y de cómo ofrecemos una forma distinta de afrontar la recuperación de manera más justa.

Conoce bien la provincia. ¿Cómo se plantea la precampaña y campaña?

Creo que hay que intentar visitar cada rincón para llevarle las propuestas del PSOE y eso es lo único que sé hacer medianamente bien. También hay que tener en cuenta el momento en que se va a desarrollar, en plena campaña navideña con un puente larguísimo por medio. Son unas fechas complejas, lo que le va a dar a estas elecciones generales un carácter muy diferente. Por eso hemos empezado ya la precampaña, por lo menos en Sevilla.

¿Cree que la corrupción sigue dañando más al PSOE que al PP como han dicho siempre?

Eso es porque tenemos un electorado y una militancia más exigentes que el PP. La derecha habría tenido que dar respuesta política a una corrupción generalizada que afecta al PP en todos los territorios. Pero el PP ha tenido una dificultad muy grande porque Mariano Rajoy no ha asumido nunca estas responsabilidades de casos ocurridos bajo su mandato. En todo caso, creo que la derecha ha empezado ya a pagar un precio por la corrupción, como en Valencia o Madrid. No podemos olvidar que la corrupción nos daña a todos los políticos.

Por cierto, que ahora hablan ustedes menos de la desafección de la ciudadanía. ¿Esto es porque ya no perciben este problema o porque dicha frustración ha sido encauzada por los nuevos partidos?

Los propios resultados de participación decantan esa preocupación. Se vio en las elecciones europeas de 2014, donde hubo más participación de la esperada. Más todavía en las elecciones catalanas recientes. Eso tranquiliza. Es bueno que el malestar o bienestar que pueda sentir la ciudadanía se canalice a través de la participación. También es cierto que una parte del malestar ciudadano que se canalizaba antes a través de la abstención ahora lo hace a través de otras fuerzas políticas que han emergido. Pero entra un poco en contradicción con lo que decían esas fuerzas políticas que hablaban mal del sistema y eran la alternativa. Ellos también lo han eliminado de su discurso porque ahora son fuerzas políticas.

En muchos casos las promesas de estas fuerzas políticas coinciden con las que ustedes no han sabido llevar a cabo todos estos años...

En parte sí las han incorporado. La educación o la sanidad universal, por ejemplo, son banderas del PSOE que han hecho suyas. Nos parece estupendo. Pero tenemos que intentar demostrar que nuestras propuestas se pueden desarrollar. Somos una fuerza de cambio posible frente otras formaciones que han tenido que retirar ofertas a la hora de plasmar sus programas electorales. Nosotros no hemos retirado ninguna porque cuando hacemos una oferta, sabemos que podemos cumplirlas, porque, con los errores que hayamos podido cometer, lo hemos hecho en el pasado. Como cuando hablamos de mantener el estado de bienestar, que lo hemos hecho en peores condiciones y con menor renta per cápita que la que ahora mismo tiene este país. Por eso en un momento de recuperación que viene, podemos hacerlo todavía mejor.

Parece que ahora sí se han creído la recuperación de la que habla Mariano Rajoy, ¿por qué?

Mire, la situación de la economía del país es mejor que hace unos años, pero todo lo buena que dice el PP y no manifestamos nosotros, sino todas las autoridades en la materia. No se han cumplido en ninguno de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) los objetivos de déficit. Los números no son los que dice el PP. Y en segundo lugar la situación de las familias es lo suficientemente grave como para que tengamos que hacer todavía un gran esfuerzo. Y no es un esfuerzo de una legislatura, sino de dos o tres.

Pero, ¿han dejado estos cuatro años de derecha mejores números que el PSOE antes?

En este momento hay más personas en paro, más que han tenido que emigrar y una deuda de 300.000 millones de euros más que cuando llegó el PP. Esa teoría de que tiene que venir la derecha a arreglar la economía no es cierta. Lo que sí pueden tener seguro los ciudadanos es que va a haber una mayor sensibilidad por parte del Gobierno de la Nación en relación a las personas que lo están pasando peor y no han sentido en sus carnes que las cosas han empezado a mejorar. No es que la derecha venga solucionar siempre los problemas de este país, sino que más bien se ha demostrado que hay dos formas de gobernar la crisis.

¿Y qué margen tiene un diputado de defender a la provincia por la que es elegido?

Cuando se está en la oposición y con una legislatura rodillo como ésta, es muy complicado. Un ejemplo: se han aprobado cinco PGE en cuatro años. Desde Sevilla el PSOE ha presentado cientos de enmiendas, y desde Andalucía han sido miles, y no se ha recogido ninguna. Ni una sola en cuatro años. Cuando ha habido un gobierno del PSOE, Sevilla ha estado mejor que con uno del PP. Y eso ha sido límite en este caso de Mariano Rajoy. Ha habido gobiernos del PP en otras épocas que han tenido a bien establecer un plan especial con época de sequía o inundaciones. Lo hicieron Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, pero también José María Aznar y eso hay que reconocerlo. Pero nunca lo ha hecho Mariano Rajoy.

¿Qué grandes proyectos cree que han sufrido más esto?

Por ejemplo la SE-40. El PP también hizo de esos proyectos un ariete contra el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Recuerdo a los dirigentes del PP distribuyendo octavillas en los atascos a la entrada de Sevilla reclamando la SE-40. Pero no han hecho absolutamente nada en cuatro años. Los únicos tramos ejecutados son los licitados por gobiernos del PSOE. Entendemos que no haya habido momentos para grandes inversiones en los últimos años, pero eso es una cosa, y otra es que Sevilla haya sido sistemáticamente maltratada. Estamos en los 10 últimos puestos en inversión por habitante.

Está la reivindicación eterna de un plan especial de empleo para Andalucía, que también necesita Sevilla, claro. Entonces, ¿sería lo primero que tendría que otorgar a Andalucía un Gobierno del PSOE?

Bueno, el primer compromiso es de financiación, especialmente con las comunidades autónomas que están infrafinanciadas como Valencia, Baleares, Andalucía... con un déficit no sólo por el propio sistema, sino por la aplicación que se ha hecho del mismo. Lo primero que necesitamos es un sistema justo que permita a Andalucía desarrollar todo su potencial. Luego a partir de ahí si hay los niveles de desempleo, vamos a exigir que nos volquemos con los territorios más castigados por el paro. Bajar un punto de desempleo en Andalucía es una bajada muy importante en España por lo que si es bueno para esta comunidad autónoma, lo es para toda España.

¿Ve exportable a La Moncloa el modelo de Andalucía de ese pacto de investidura -y algo más- con C's? En realidad ustedes tienen más cosas en común con Podemos, y Pedro Sánchez no lo descarta si llegara el caso.

No sólo se trata sólo de programas electorales sino también de actitudes. Puede haber cuestiones programáticas en las que podamos coincidir más con Podemos que con C's. Pero ahora mismo en Andalucía no están priorizando el interés de la ciudadanía sino que están en un posicionamiento de confluencia con el PP. Ya tendrán que explicárselo a sus bases y a sus votantes. Nosotros vamos a conseguir mayoría en el Congreso de los Diputados y creo que podríamos gobernar en solitario. Lo estamos demostrando en Andalucía.

Hará falta mucho diálogo...

Pero no es sólo una actitud de diálogo, sino también una capacidad, y hoy día eso está demostrando que la tiene el PSOE más que el PP. El PP no sé por qué, posiblemente por no haber sabido afrontar la corrupción o por el rodillo ejercido los últimos años, se ha quedado aislado del resto de las fuerzas políticas, pese a que confluya ideológicamente con algunas. De C's y los partidos nacionalistas de derecha, por ejemplo, se ha ido alejando el PP.

¿Y si no fueran los más votados? ¿Tendrían derecho a intentar formar gobierno?

No contemplamos ese escenario.

Bueno, pero todo puede pasar, ¿pelearían por gobernar sin ser los más votados?

Va a depender del resultado y, en segundo lugar, de la actitud de las fuerzas políticas. En el resultado de unas elecciones hay un componente aritmético muy importante, pero también hay uno de percepción por parte de la ciudadanía. En el caso de las últimas elecciones autonómicas en Andalucía, la ciudadanía tuvo la sensación de que el PSOE-A había sido el gran ganador, incluso habiendo sacado los mismos escaños que tenía y sin mayoría absoluta. Y a nadie se le habría ocurrido articular una mayoría alternativa porque la percepción de la ciudadanía era ésa.

¿Por eso han peleado por gobiernos de capitales de provincia donde no han sido los más votados? Caso de Sevilla, por ejemplo...

En el caso de las elecciones municipales se ha visto también que la aritmética no lo es todo. El PP ha podido ganar por muy poco, pero la percepción ha sido que fue el gran derrotado, y en base a eso se han articulado gobiernos con otras fuerzas políticas, y también en comunidades autónomas. No sabemos el resultado del 20D y tampoco cuál va a ser la percepción de la ciudadanía en función del mismo, por lo que no tenemos que obsesionarnos en decir qué va a pasar el día después. Será todo mucho más fácil si el PSOE saca más votos que el segundo.

¿Y en Ferraz? ¿Siguen las tensiones por disparidad de criterios?

No he notado que existan diferencias en cuanto a estrategias, si acaso en cuanto a alguna medida o la prioridad que se le marque. Pero el PSOE-A haya habido coincidencia o no, siempre ha tenido una actitud de gran responsabilidad y una enorme disciplina. Y no sólo en esta ejecutiva regional, sino siempre. Estoy convencido en que desde Andalucía va a haber una aportación fundamental a la victoria al PSOE. Y eso tiene que ver con ese grado de compromiso que a nivel orgánico se tiene con el PSOE.

Sí, pero si pierde Pedro Sánchez, ¿no será sólo culpa suya, no? ¿Habrá que saber compartir responsabilidades en un fracaso? Máxime cuando lo aupó el PSOE-A a la secretaría general.

El PSOE-A es tremendamente solidario. Sabemos que podemos contribuir con un plus que no hay en otras comunidades autónomas. Hay que apretar más en algunos sitios para compensar los resultados. El conjunto de la organización sí debe reflexionar sobre por qué eso se produce siempre, desde hace muchísimos años, por lo que posiblemente en otros sitios habría que hacer las cosas de otra manera. Para que no seamos nosotros los que tenemos que hacer el mayor esfuerzo... No sé cómo explicarlo... Sería importante no sólo contabilizar los votos de Andalucía, sino también incorporar a la estrategia de partido algunas cosas como se hacen aquí. Eso lo que intentamos siempre que estamos en los órganos federales que se traslade: nuestra experiencia y buen hacer en algunas cosas para que se vaya haciendo cada vez más equilibrado y no tengamos que hacer siempre el esfuerzo desde Andalucía.

¿Qué cosas por ejemplo?

Sobre todo, y eso ha mejorado mucha a raíz de la última renovación en la secretaría general del PSOE, el utilizar el modelo de Andalucía en la gestión en el discurso. Es importante que toda la organización se sienta orgullosa de ello. Tener siempre como bandera el caso de Andalucía en la gestión. Y luego a la hora de movilizar el partido, Andalucía también tiene mucho que exportar a otras comunidades autónomas. Lo veo. El nivel de movilización política que tiene aquí un municipio de 5.000 habitantes, no lo ves en una ciudad de 200.000 fuera de Andalucía. No voy a decir nombres para que ninguna se sienta mal. Eso es por una estructura de partido muy activa, en la que desde luego hay que invertir a nivel federal.

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