Aníbal González, siempre presente entre los sevillanos

Sí, amigo lector, lo he pensado, ¡el arquitecto Aníbal González está siempre presente entre los sevillanos!

Haciendo un pequeño recordatorio, Aníbal se bautizó en la parroquia de San Marcos de Sevilla y muchos años después rehabilita la preciosa torre de la iglesia. ¡Cuántos sevillanos se han bautizado en San Marcos!   

¿Qué sevillano no ha paseado por el parque de María Luisa, donde están presentes cuatro glorietas realizadas por D. Aníbal? Las señalamos: la reforma de la glorieta del poeta Gustavo Adolfo Bécquer; la de Más y Prats, escritor y periodista astigitano; la del escritor, ateneista y creador de la Cabalgata de los Reyes Magos de Sevilla, el gran José María Izquierdo; y la glorieta más grande y más regionalista de todas: nos referimos a la dedicada a los Hermanos Álvarez Quintero, Serafín y Joaquín, escritores costumbristas, originarios de Utrera (Sevilla). Todas estas glorietas dispersas por el parque las hemos visitado y fotografiado los sevillanos y foráneos.

Aníbal González está presente en la magnífica Plaza de América, diseñada, urbanizada y ejecutada no solamente la plaza sino también los tres grandes pabellones, el Mudéjar, Pabellón Real y el de las Bellas Artes (museo Arqueológico). Por otro lado, la mayor y fantástica obra de Aníbal González, nada menos que la Plaza de España, donde los sevillanos hemos disfrutado de ver ese museo al aire libre de cerámica vidriada, ladrillo visto, hierro forjado y fundido, mármol de Onteniente y madera tallada que constituyente estilo ecléctico (renacentista, mudéjar y barroco) que hacen disfrutar la vista de los sevillanos y nos hace pensar que estamos en nuestra propia casa.

¡Cuántos sevillanos nos hemos montado de pequeños en el cochecito de caballo de Leren, cuántos sevillanos nos hemos montado y fotografiado en las barcas de la Plaza de España! ¡Qué sevillano no se ha paseado por esta grandiosa Plaza!

¡Cuántos sevillanos nos hemos montado de pequeños en el cochecito de caballo de Leren, cuántos sevillanos nos hemos montado y fotografiado en las barcas de la Plaza de España! ¡Qué sevillano no se ha paseado por esta grandiosa Plaza! ¡Cuántas personas vestidas de Primera Comunión o de novias no se han fotografiado en este extraordinario escenario, único en el mundo!

Seguramente sabrán que recientemente ha sido nombrada la Plaza de España como el segundo monumento más bello del mundo y que la Academia Europea de cinematografía recomienda este lugar, como privilegio para poder rodar películas, anuncios, etc. Por eso las autoridades sevillanas, autonómicas y estatales tienen la obligación de conservar este lugar como ejemplo de una Sevilla histórica, artística y abierta a todos los pueblos del mundo, especialmente, a los países iberoamericanos.

Aníbal se hace presente en las calles de Sevilla, bien por haber conseguido una ampliación urbanística de calles o bien por la cantidad de edificios proyectados por él. Un lugar importante por donde los sevillanos de ambas orillas pasamos, es el puente de Triana, donde se saluda a la Virgen del Carmen en esa fantástica capilla, realizada por Aníbal.

Paseando por Sevilla, nos vamos a la avenida de la Constitución: aquí el arquitecto está presente especialmente en el primer tramo de la avenida, entre el Ayuntamiento y la esquina de García Vinuesa. Solo en este tramo Aníbal diseña cuatro edificios, a cada cual más bonito, interesante y con estilos diferentes: son los numeros 6, 10 , 12 y 14.

En la plaza de San Francisco pasamos muchas veces por delante del edificio Cajasol, donde Aníbal González tuvo que reconstruir entera esta gran casa-palacio, antigua Audiencia de Sevilla, por un voraz incendio, lo que algunos sevillanos desconocen. La gran reforma que el arquitecto realizó le dió aún más prestancia al edificio.

Vecina a la Plaza de toros está la casa de la Maestranza, edificio que Aníbal González proyectó por encargo de los Maestrantes. Un edificio muy singular con una fachada elegantísima y con una portada un tanto barroca

Ahora acabamos de terminar nuestra Feria de abril y este año la plaza de la Maestranza estaba llena hasta la bandera con gran éxito de toreros y de toros. Pues bien, Aníbal se hace presente en la plaza, achica el coso para añadir trece filas de gradas para mayor aforo, reforma los vomitorios para la entrada y salida de espectadores dentro de la plaza, arregla el Palco del Príncipe y otras partes. Los sevillanos disfrutamos de estas obras de Aníbal, en las corridas de toros.

Vecina a esta Plaza de toros está la casa de la Maestranza, edificio que Aníbal González proyectó por encargo de los Maestrantes. Un edificio muy singular con una fachada elegantísima y con una portada un tanto barroca. Los paramentos de la fachada son totalmente blancos y avitolados. En su esquina derecha resuelve ese ángulo magistralmente en una terraza y arcos que ayudan a visualizar, a su vez, la parte posterior de este magnífico edificio, que también los sevillanos disfrutamos. La capilla que se aloja en el interior de la casa de la Maestranza, fue realizada por el arquitecto regionalista Aurelio Gómez Millán, cuñado de Aníbal González.

Si hemos comentado sobre algunos edificios de la Exposición del 29 u otros edificios públicos, también podemos señalar las más de cuatrocientas intervenciones por la ciudad, repartidas en el casco histórico de Sevilla, donde muchos sevillanos no solo pasean delante de estos inmuebles, sino que también en muchos casos habitan edificios realizados por Aníbal. Vamos a nombrar solo algunos de ellos, como el edificio que hace esquina de la calle San José número 1, de estilo regionalista-neomudéjar, realizado entre 1912 y 1914, con la calle Conde de Ibarra. Destaco también, los elegantes edificios números 3 y 5 de la calle San José, de estilo regionalista (1924-27), cuyo promotor fue el Conde de Ibarra.

Un proyecto muy importante es el edificio de la Plaza de la Campana, esquina con la calle Santa María de Gracia número 5 y Martín Villa número 2. Hoy se le conoce como el edificio Bankinter. Es un proyecto en el cual Aníbal González cambia de estilo de un modernismo a un historicismo-regionalismo. Aquí el arquitecto ensaya una serie de arcos que luego hará en el Pabellón Mudéjar de la Plaza de América. En ocasiones, cuando paso por este lugar, veo gente que se queda admirando este edificio e incluso fotografiándolo. A los sevillanos también nos gusta verlo. Fue realizado entre 1907-08.

Así podríamos pasear por muchas calles de Sevilla, donde disfrutamos de la siempre presencia de las obras artísticas del arquitecto sevillano más universal.

No olvidemos que tenemos que conservar sus obras para las generaciones venideras de sevillanos y visitantes.