Braulio Medel acepta comprar Banco Ceiss, pero no fusionarlo
Braulio Medel, presidente de Unicaja, sigue sin dar su brazo a torcer y exigiendo que el Estado se haga cargo del cien por cien del coste de reflotar el Banco Ceiss, la antigua Caja España-Duero.
Según el documento enviado por Unicaja a la CNMV pasadas las dos de la madrugada de este miércoles, y tras tres duros y largos años de negociaciones, el Consejo de Administración de la entidad malagueña acepta por fin comprar el Banco Ceiss. Eso sí, de su reunión nocturna de ayer salió una condición previa: que Bruselas dé el visto bueno a la operación, incluida una inyección adicional de unos 241 millones de euros por parte del Estado español para hacer frente a las posibles reclamaciones de los preferentistas de la antigua caja castellana.
Cifra que, por tanto, se sumaría a los cerca de 1.200 millones de euros ya aportados a medias entre el Fondo de Garantía de Depósitos y el FROB para reflotar la entidad. “No se trata de que la operación no salga si no se pone el dinero, sino que la operación se hace siempre que salgan las cuentas, y sin esa aportación no salen”, dicen fuentes de la entidad. Esas mismas fuentes recalcan que lo que queda claro es que hay voluntad de cerrar la operación opor todas las partes. “El Frob ya dijo hace tiempo que liquida Banco Ceiss le costaría 7.000 millones, mucho más que los 241 que faltan”.
Braulio Medel impone también un plazo máximo para el visto bueno de las autoridades europeas a la operación, y por tanto para la reaspuesta del Gobierno Rajoy, el 31 de marzo de 2014. Si para entonces Bruselas no ha dicho sí, la operación de compra será definitivamente abortada.
Compra que no fusión
De hecho, fuentes de la entidad explican que Medel ha renunciado ya a realizar una fusión al uso entre su entidad, Unicaja, y el Banco Ceiss. Se limitará a comprarlo y gestionarlo a parte con el fin de garantizar que, se encuentren con lo que se encuentren, sus cuentas no contaminen las de la caja malagueña. Así, hará lo mismo que en su día hizo el presidente del Santander, Emilio Botín, con Banesto. Lo compró tras su saneamiento a cuenta de los presupuestos del Estado y lo mantuvo separado y sion integrarlo en su cuenta de resultados durante cerca de década y media.
Ello implica, por lo tanto, que la otra parte conflictiva del hecho relevante, remitido en la madrugada de este miércoles por Unicaja a la CNMV, no afectará a la red de oficinas ni al personal de la caja malagueña, y se refiera sólo al Banco Ceiss. Según el comunicado, a la reducción de 1.200 empleados pactado con el comité de empresa de Banco Ceiss el pasado verano se deberá añadir una disminución adicional de plantilla y oficinas del 5%. Además de otras duras condiciones como la reducción de su volumen de negocio.
Así las cosas, Braulio Medel, una vez más, vuelve a aguantar la presión desde el fondo de la pista y deja una pelota envenenada en la línea del campo del ministro de Economía, Luis de Guindos. Y del de Hacienda, Cristobal Montoro, que es quien deberá rascarse los bolsillos.