CCOO-A se coloca por primera vez por delante de UGT-A tras un año clave en elecciones sindicales
En diciembre toca hablar también de otras elecciones: las sindicales. Éstas se celebran permanentemente porque dependen de cada centro de trabajo, si bien 2015 se ha caracterizado por haber aglutinado el 70% de las convocadas para los nuevos mandatos, un proceso dinámico pero que a fecha de hoy ha dejado una ventaja de más de 600 delegados sindicales más para CCOO-A por delante de UGT-A, que son los dos sindicatos que aglutinan el 75% de los representantes. De este modo, a falta de que el 31 de diciembre se cierren oficialmente los registros, y teniendo en cuenta que los datos varían día a día porque hay nuevos procesos, la organización liderada por Francisco Carbonero tiene más de 13.100 delegados sindicales frente a los casi 12.500 de la encabezada por Carmen Castilla, según los datos presentados a la autoridad laboral.
Es la primera vez, por lo menos en dos décadas, que CCOO-A se coloca por delante. De hecho, le ha dado la vuelta a los datos, si se compara con 2012, el último año de cierre de proceso del que se disponen datos: UGT-A tenía 16.863 y CCOO-A, 16.279. De hecho, UGT-A ha estado habitualmente por encima CCOO-A con una diferencia más o menos igual que la que ahora se da pero a la inversa o con situaciones de casi empate empate técnico por oscilar en torno a un centenar de delegados sindicales a favor de los primeros.
No obstante, y pese a que copan sólo el 25%, otras organizaciones han ganado peso como resultado de estos procesos. De este modo, los dos mayoritarios suman 25.500 delegados sindicales, de poco más de 34.000 (también a fecha del 9 de diciembre), lo que quiere decir que más de 8.500 restantes se los reparten más de 100 organizaciones diferentes que también han participado en estos procesos, así como las candidaturas que lo han hecho a título independiente. En este proceso, tanto UGT-A como CCOO-A han cedido terreno frente a las mismas, más los primeros que los segundos. De hecho, CCOO-A ha perdido medio millar de delegados sindicales menos que UGT-A a favor de terceros.
Por otra parte, otro dato que destaca es la poca renovación porque de los 15.711 mandatos que han caducado, tras completarse el 2012-2015, menos de la mitad (7.194 hasta la fecha) se han renovado, mientras que 8.517 no lo han hecho. La poca renovación, en todo caso, ha permitido que suban otras organizaciones a costa de la referida caída de UGT-A y CCOO-A.
Lo que está en juego es el papel de interlocución tanto con las administraciones como en la negociación colectiva, dado que es el peso obtenido en estos procesos el que determina el protagonismo de cada organización. Por provincias, UGT-A sigue dominando la mayoría, si bien CCOO-A le ha ganado en las grandes: Sevilla, Málaga y Cádiz. Igualmente, se ha hecho fuerte en sectores como la banca, la industria, la enseñanza y la sanidad. Por el contrario, UGT-A sigue controlando los servicios a la ciudadanía, es decir, las administraciones locales, especialmente las más pequeñas donde mantiene la hegemonía.
En la mayor empresa de la comunidad autónoma, que es la Junta de Andalucía, el Sindicato Andaluz de Funcionarios (SAF) se hizo con la victoria la pasada primavera, más del 50% de representatividad en la mesa sectorial y más de doble de votos que el segundo, el CSIF. En estos momentos, el SAF arrasa con 106 delegados sindicales. En todo caso, tanto UGT-A como CCOO-A experimentaron un notable incremento en la administración general, especialmente los segundos, que subieron 10 delegados sindicales.