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La coalición andaluza de izquierdas negocia un “encaje político” para Podemos pero sin acceso directo a la financiación

De izquierda a derecha, Pilar Távora (Izquierda Andalucista); Tasio Oliver y Esperanza Gómez (Más País); Francisco Sierra; Mar González (Equo), Sebastián Martín Recio; Toni Valero (IU); José Antonio Jiménez (Iniciativa del Pueblo Andaluz); Nico Sguiglia (Podemos) y Ernesto Alba (PCA).

Daniel Cela

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Se puede pactar todo con Podemos, menos el reparto del dinero. Los seis partidos de la coalición de izquierdas 'Por Andalucía' –IU, Podemos, Más País, Equo, Iniciativa del Pueblo Andaluz y Alianza Verde– se han reunido este lunes por vía telemática para dar carpetazo al lío jurídico en el que están encharcados desde el viernes por la noche y consensuar la fórmula política con la que integrar a la formación morada en la candidatura.

El primer paso ha sido descartar de inmediato la opción de presentar un recurso ante la Junta Electoral Central, tras el rechazo del órgano andaluz al escrito de subsanación con el que los cuatro partidos de la coalición original pretendían incluir a Podemos y a Alianza Verde fuera del plazo legal establecido.

“Es un camino hacia ninguna parte, porque todos sabemos que lo van a tumbar”, admiten fuentes de la negociación, que entienden que “lo más razonable” es cerrar el capítulo jurídico y pasar página cuanto antes del “esperpento” vivido en la noche del viernes, cuando Podemos apuró hasta el límite el plazo para inscribir la coalición ante la Junta Electoral, con ánimo de lograr más poder dentro de la candidatura, y no llegó a tiempo para registrar su firma cuando alcanzó un acuerdo con IU y renunció al candidato que había ganado sus primarias internas, Juan Antonio Delgado.

La reunión de este lunes venía precedida por declaraciones públicas de todos los dirigentes implicados en esta confluencia para que quedase claro que “no hay un plan B”, es decir, que el acuerdo político prevalece sobre el desfase jurídico y que Podemos no se desmarcará en el último momento para concurrir en solitario a las elecciones andaluzas del 19 de junio.

En la reunión, de hora y media, se ha acordado encargar al equipo jurídico de los seis partidos la redacción de un documento político que deje claras dos cosas: una, que 'Por Andalucía' es una “coalición política” de seis partidos que concurrirán juntos el 19J; y dos, que nada de lo que se pacte por la vía política puede alterar lo que establece el formulario de registro de la coalición jurídica ante la Junta Electoral. El plan es que los dirigentes de los seis partidos presenten públicamente la coalición ante los medios el próximo miércoles en Sevilla.

A partir de ahí, la mesa de partidos se ha topado casi con las mismas dificultades de negociación que antes de registrar la marca 'Por Andalucía', y con las dificultades sobrevenidas después del registro. Nada fluye todavía como esperan los actores principales para poder centrar todas sus fuerzas en lanzar a su candidata a la Presidencia de la Junta, la diputada de IU Inma Nieto, y empezar a hablar del “programa, programa, programa” y la estrategia de campaña electoral.

El problema de fondo es cómo conciliar los términos del acuerdo de los cuatro partidos de la coalición original –el único validado jurídicamente por la Junta Electoral de Andalucía– con el acuerdo bilateral suscrito in extremis por IU y Podemos la noche del registro. Los dos documentos rozan y chocan en algunos puntos y, además, Más País, Equo e Iniciativa no aceptan todos los términos de esa negociación paralela. Al no formar legalmente parte de la confluencia, Podemos no está en los órganos de dirección y coordinación de 'Por Andalucía“. El formulario de registro de la coalición, en el punto cuatro, deja abierta la puerta a integrar a nuevos partidos, incluso dotándoles del mismo peso político (nunca jurídico). En el logotipo de la coalición no está Podemos y eso ”no tiene arreglo“.

Ese escollo se podría sortear, pero luego hay otras dos dificultades para las que, por ahora, no hay solución a la vista: una es la imposibilidad legal, a juicio de todos los juristas expertos consultados, de repartir con Podemos las subvenciones electorales y los fondos parlamentarios, que están muy tasados y controlados por el Parlamento y por el Tribunal de Cuentas. La formación morada no podrá tener un acceso directo al dinero, pese a haber pactado con IU que le correspondería el 60%.

Fuentes de la coalición 'Por Andalucía' señalan que la mesa de partidos solo ha trasladado este lunes a Podemos la necesidad de “modificar aspectos relativos a las fórmulas de financiación ya que, al quedar fuera de la coalición por llevar al límite los tiempos del registro, el método de financiación, tal y como estaba establecido, no cumpliría con la normativa del Tribunal de Cuentas”.

Además, recuerdan que 'Por Andalucía' es un proyecto “netamente andaluz” y que por tanto “es importante que las conversaciones se den en el ámbito andaluz, sin interferencias de las direcciones federales de los partidos”, en clara alusión a la intervención directa de la dirección nacional del partido morado. En los minutos de descuento de la negociación, fue la secretaria de Organización de Podemos, Lilith Vestrynge, quien asumió en primera persona los términos del acuerdo. Aunque del lado de IU también fue fundamental la intervención del equipo de la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, que terminó implicándose directamente en el proceso a través de su jefe de gabinete, Josep Vendrell.

Cargos y listas electorales

Además del problema de la gestión del dinero, también está el reparto de los cargos electos en la Cámara –la Mesa del Parlamento, las presidencias en las comisiones– y en los órganos de extracción parlamentaria, como la RTVA o la Cámara de Cuentas. Este reparto de sillones también es discutido por Más País y el resto de partidos.

Por último, está el reparto de los candidatos en las listas provinciales, cuyo plazo de confección y registro se abre este miércoles y finaliza el próximo lunes 16 de mayo. Los morados han manifestado hoy su determinación por incluir a sus candidatos figurando como independientes en las listas, siempre que se respeten los puestos pactados con IU –cuatro puestos de salida en Córdoba, Cádiz, Huelva y Granada–.

Antes de la fecha tope del 16 de mayo, todas las dudas jurídicas y políticas deben quedar resueltas para que la confluencia eche a andar de una vez por todas. Pero, en este momento, la desconfianza mutua y los recelos siguen atrapados en el debate interno entre los integrantes de la coalición. Singularmente Podemos, que mientras estaban reunidos los dirigentes de los seis partidos ha difundido un mensaje para acusar a IU de “rechazar” el acuerdo político que firmó con ellos en el minuto de descuento, para lograr que la formación morada entrase en la coalición. Desde la mesa de partidos se traslada, en cambio, la idea de que se está buscando construir un acuerdo político que concite el consenso de los seis.

La confluencia 'Por Andalucía' será, por tanto, un híbrido entre la coalición legalmente constituida y la coalición política pactada en paralelo por los dos socios mayoritarios. No hay una base legal para que Podemos reclame lo que ha acordado con IU, de modo que el pegamento de la alianza es la confianza mutua. Algo que genera muchas dudas a los morados, porque todos vienen de una confluencia anterior –Adelante Andalucía– que ya saltó por los aires por discrepancias profundas entre sus socios fundadores. La formación morada ha insistido en que tiene en mente los mecanismos para situarse dentro de la coalición en igualdad de condiciones que el resto, pero nada se sabe de esas fórmulas.

Reglamento interno

El formulario de registro de la coalición de cuatro partidos deja pendiente la elaboración del reglamento del futuro grupo parlamentario, que sentará las bases de las reglas internas de los miembros de la confluencia. Este documento se exige a todos los grupos ahora y tiene especial importancia desde la reforma del reglamento del Parlamento que se aprobó ad hoc para encuadrar la expulsión de Teresa Rodríguez y otros 10 diputados de Adelante, acusados de tránsfugas. El vacío legal en aquel litigio estaba precisamente en la ausencia de un reglamento interno de la coalición. Ahora, los seis partidos tendrán que negociar su normativa interna y en ese margen, los miembros de Podemos pueden recuperar parte del peso político perdido al quedarse fuera de la coalición.

En mitad de esta crisis política, la dirección nacional de Podemos ha salido a defender la confluencia andaluza como “el primer paso” del frente amplio de la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz. Esta, sin embargo, ha dado este lunes un visible salto atrás respecto a su implicación con el proyecto andaluz, distanciándose prudencialmente del embrollo en el que se encuentra inmersa. El equipo de Díaz ha participado activamente de la negociación final del acuerdo, para lograr que finalmente Podemos e IU se entendieran y aparecieran juntos bajo las mismas siglas. Díaz se fotografió con todos sus integrantes el jueves pasado, durante la Feria de Sevilla, donde les instó a “sumar proyectos y diferencias”. Luego se paseó por el real abrazada a Inma Nieto, candidata de la confluencia.

Este lunes, sin embargo, ha aclarado: “Mi proceso de escucha nada tiene que ver con lo que estamos viendo en Andalucía. Será un proceso transversal, ancho y transfronterizo. Los partidos no estarán en el centro. Tendrán que estar pero no son el ser. Lo que estamos viendo en Andalucía es lo que aleja a la gente de la política”.

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