Susana Díaz: del “me quedo en Andalucía” al “me presento en Madrid”
Desde la dimisión de Pedro Sánchez, en el comité federal del 1 de octubre de 2016 que todavía avergüenza a muchos socialistas, se han sucedido los mensajes que, o bien Susana Díaz o bien otros, han ido lanzado para despejarle el camino hacia Ferraz. Su candidatura la anunciará el 26 de marzo en Madrid, después de que los barones hayan precipitado esta cita, dado que ella tenía previsto esperar a que se convocaran las primarias. Pero en realidad, con todo lo dicho hasta el momento, la noticia sería que Susana Díaz no se presentara.
“Lo que tenga que ser será”
La cuenta atrás empezó hace meses. En abril de 2016, en vísperas de las elecciones generales del 26J, Susana Díaz ya comenzó a insinuar sus planes en previsión de que Pedro Sánchez volviera a perder los comicios. Ya no se descartaba para la secretaría general llegado el momento. “Lo que tenga que ser será, y no pasa nada”, comentó cuando se le preguntó si había pasado su momento. Era la primera vez que no se descartaba como había hecho hasta entonces. Para apostillar: “También dijeron que era tarde para ser madre”.
“Donde crean mis compañeros que soy útil”
No había caído todavía Pedro Sánchez, pero ya se barruntaba que preparaban un golpe contra él. Sólo 24 horas antes de las dimisiones en bloque en su ejecutiva para dejarlo en minoría, Susana Díaz comenzó a preparar ya su paso al frente de cara a la opinión pública. En unas escuetas declaraciones que hizo a los periodistas en Puerto Real (Cádiz) el pasado 27 de septiembre: “Donde crean mis compañeros que soy útil, en la cabeza o en la cola, ahí estaré”. Ya no se debía exclusivamente a Andalucía como había hecho bandera.
Sin embargo, recibir el apoyo de Felipe González era clave, especialmente después de que el expresidente dijera hace más de un año que si fuera ella no se presentaría a la secretaría general del PSOE ni pelearía por ser candidata a las elecciones generales. El pasado 17 de noviembre, en Sevilla, el expresidente protagonizó el Foro Joly. Se resistió a darle su apoyo, si bien tenía asumido que Susana Díaz iba para adelante y matizó su posicionamiento. “Sería una desgracia que yo me pronunciara sobre eso. Ningún candidato al que he apoyado ha ganado”, se limitó a decir, sin darle el espaldarazo que ella y los suyos esperaban.
Los ánimos le han llegado sobre todo de los barones, el más entregado el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, quien en un acto que le organizó el partido en Umbrete (Sevilla) el 9 de diciembre, auguró que la presidenta de la Junta de Andalucía iba a “mandar mucho” en el partido: “Los dioses del socialismo y de la política la cubren con un manto más poderoso del que la cubrían hace un año”.
Días después, en Jaén, el 16 de diciembre, se homenajeó a José Luis Rodríguez Zapatero por el décimo aniversario de la Ley de la Dependencia, en un acto convocado para que Susana Díaz recibiera también el calor del expresidente en su carrera a Ferraz. Y él sí que se lo ofreció para satisfacción de un público entregado: “Todo mi cariño, todo mi afecto y todo mi apoyo a Susana Díaz”.
“Estaré donde me pidan mis compañeros”
Con el comienzo del año, se celebraba otro comité federal del PSOE, y a su llegada, Susana Díaz era abordada por los periodistas, ante los cuales, de nuevo, no se descartaba como candidata: “Esto no se trata de mí. Estaré donde me pidan los compañeros. Hoy no estamos en eso”.
Era fundamental, pues, trabajar que se lo pidieran sus compañeros. Dos semanas después, el 30 de enero, otro barón haciendo cábalas: el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, durante una entrevista de televisión, daba por hecho que se presentaba. “Ya es muy complicado en estos momentos cualquier otra opción que no fuera el que fuera candidata”. Todo un vaticinio viniendo de alguien muy cercano a ella y que la había definido semanas antes como “ganadora” y como “un cañón comunicando”.
“Tengo ganas, tengo ilusión y me encanta ganar”
Pero sin duda, el acto que el pasado 11 de febrero le sirvió en bandeja el alcalde de Vigo, Abel Caballero, en Madrid, fue el más decisivo porque la obligó a dar un paso más para no defraudar las expectativas de sus fieles: “Tengo ganas, tengo ilusión y me encanta ganar”.
El acelerador se pisó con motivo de los actos en torno al 28F, Día de Andalucía. De este modo, el 25 de febrero en el marco de la celebración en Castilla la Mancha coincidía con su presidente, Emilio García Page, y éste daba por hecho que Susana Díaz se presentaría. Le pedía tanto a ella como a los otros aspirantes que lo hicieran para conseguir resultados: “No vale apoltronarse en el sillón”.
“No quepa duda de que hablaré”
Y justo un día después, también con motivo de esta efeméride, la propia Susana Díaz lanzaba otro mensaje en la misma línea en su coincidencia en la Comunidad Valenciana con su presidente, Ximo Puig: “Habrá momento de hablar de quién y no quepa duda de que hablaré”.
“El 26 hablamos del partido”
Finalmente, el pasado domingo, se filtraba a la prensa que el anuncio sería el 26 de marzo en Madrid después de que, tanto en su entorno como entre sus más firmes defensores como la mejor apuesta para el PSOE, comenzara a ser insoportable el nerviosismo por la tardanza de Susana Díaz para confirmar su candidatura mientras Pedro Sánchez y Patxi López seguían con su precampaña por toda España. “El 26 hablamos del partido”, insistía el pasado miércoles la presidenta cuando era de nuevo abordada por la prensa en busca de detalles.
Por eso ha sido un anuncio de un anuncio con dos semanas de antelación que la presidenta de la Junta de Andalucía se habría querido ahorrar. “Lo hemos decidido entre todos así”, se ha limitado a señalar cuando se le ha preguntado por la fecha y el lugar elegidos y emplazando a ese momento para responder sobre “cuestiones de partido”.
Lejos quedan sus palabras de 2015 cuando, en vísperas de las elecciones autonómicas que ganó hace justo dos años, se veía obligada a decir: “Me quedo en Andalucía porque es aquí donde quiero estar”. Claro que también ha evidenciado que incluso si ganara la secretaría general del PSOE, no tiene prisa ni por dejar la presidencia ni el mando del partido en Andalucía.