100 días en Málaga: gobernar ya no es lo que era

¿Ha cambiado en algo la forma de gobernar Málaga? Francisco de la Torre retuvo el poder en precario y la ciudad es el último gran bastión del PP. No es muy original comenzar un análisis de 100 días de Gobierno evocando eso de “cambiar algo para que nada cambie”. De tan manida, puede que la cita de El Gatopardo se haya convertido en una frase maleable para ser usada a conveniencia. Pero en Málaga ésa es precisamente la cuestión: ¿han cambiado formas y fondo para que todo siga igual?

En una entrevista reciente en Sur, De la Torre comentó que ahora “hay más diálogo” y “más consenso”. Si ahora hay más diálogo, antes habría menos. También dijo algo sorprendente: “En campaña pedíamos mayoría absoluta para gobernar como si no la tuviéramos”. El caso es que no la tiene y que los acuerdos son fruto de la necesidad más que de la virtud. Los hay porque tiene que haberlos: el equipo de gobierno (13 concejales de 31, a los que sumó el apoyo de los tres de Ciudadanos en la investidura) tiene que buscar el apoyo o la abstención de grupos de la oposición para sacar adelante las iniciativas. La única forma de gobernar como si no se tuviese mayoría absoluta es no tenerla.

La supuesta voluntad pactista se extiende extramuros y hasta se pretende acabar con históricas rivalidades geográficas y políticas: el primer gran anuncio post-electoral fue el proyecto para establecer un eje económico Málaga-Sevilla. La idea, que se presentará a la Comisión Europea, debe ser aún perfilada por los equipos de trabajo, pero levantó pronto las suspicacias de los regidores de otras capitales andaluzas que la consideran excluyente.

La geometría variable: del acuerdo de Ciudadanos al acuerdo por el Polo Digital

La geometría variable: del acuerdo de Ciudadanos al acuerdo por el Polo DigitalLa geometría variable es la sorpresa de la temporada. En junio se suponía que Ciudadanos sería muleta. Cassá, portavoz de Ciudadanos, y De la Torre firmaron un acuerdo que garantizaba la quinta legislatura del alcalde (todas las anteriores con mayoría absoluta) condicionada a un programa de mínimos. El líder de Ciudadanos se comportó durante unos días casi como si fuese miembro del equipo de Gobierno, pero aquello se enfrió: primero, por la polémica a propósito de los nombramientos de los directores de distrito. Ciudadanos exigió acabar con la libre designación y De la Torre maniobró hasta donde pudo para mantener su equipo de confianza, aprovechando incluso la ausencia de dos ediles en algún consejo de administración.

También hizo daño en la relación el hecho de que el PP se fuera con otro para aprobar uno de sus proyectos estrella, el Polo Digital. Francisco de la Torre aprobó la creación de un centro para la formación y la incubación de nuevas empresas de nuevas tecnologías con el apoyo in extremis del PSOE y Cassá se lo tomó mal: acusó a los socialistas de haber dinamitado con anterioridad lo que ahora apoyan y vaticinó que el proyecto sería un “triste ejemplo de despilfarro”. A cambio, el PSOE obtuvo el apoyo del PP para aprobar una moción que prevé destinar dos millones de euros a la instalación de ascensores en viviendas que carezcan de ellos.

El último desencuentro se conoció este martes. De la Torre quiere revisar la continuidad del Instituto Municipal del Libro, cuya supresión está prevista en el acuerdo con Ciudadanos, y Juan Cassá ha respondido que aquel documento es “innegociable”: “Se está cargando de faltas en el primer cuarto”.

Rectificaciones del gobierno e iniciativas de la oposición

Rectificaciones del gobierno e iniciativas de la oposiciónLa pérdida de la mayoría absoluta del PP permitió que todos los grupos de la oposición se pusieran de acuerdo para salvar el Hostal La Mundial. El proyecto del hotel diseñado por Rafael Moneo prevé la demolición del edificio, convertido en símbolo de resistencia. Durante la pasada legislatura el PP modificó el planeamiento urbanístico para permitir construir diez alturas y concedió a la promotora Braser hasta tres aplazamientos para el pago del convenio, pero en cuanto los demás reunieron más concejales aprobaron proteger la antigua pensión, levantada en el siglo XIX.

Lucha De la Torre por que nada cambie, pero ya no se basta con sus votos. Y andan los demás como buscando su sitio, porque les han cambiado de paradigma. No es un tópico, es un hecho: por primera vez en 15 años es necesario hablar con otros para aprobar propuestas. Todos los grupos aprobaron un plan de emergencia social que ha servido para ampliar durante el verano el servicio de comedores escolares y pretende facilitar el acceso a viviendas de alquiler para personas en riesgo de exclusión.

De la Torre también ha rectificado en el asunto más polémico de la anterior legislatura. Corregirá las tarifas de la empresa municipal de aguas, a las que se opusieron en la calle vecinos, asociaciones de consumidores y oposición. Casi dos años después, el PP admite el error.

Las polémicas: suciedad, feria y sucesión en el PP

Las polémicas: suciedad, feria y sucesión en el PPMenos ideas se tienen para mejorar la limpieza. La acumulación de porquería en todo lo que no sea el centro es un problema grave. Parece que la solución se confiara al baldeo de la meteorología, que no suelta gota. Las aceras hace tiempo que no son blancas, cualquier señal de tráfico o arqueta presenta en su base una densa mancha renegrida y no es raro que aparezcan ratas en zonas de tránsito habitual. Como solución, el Ayuntamiento anunció el viaje en furgoneta del concejal de Medio Ambiente para conocer cómo se las ingenian en otros lugares en los que también llueve poco. Un road trip a gastos pagados por FCC, el principal socio privado en la empresa mixta de limpieza.

El verano se consumió con el debate sobre el modelo de una feria que ha consolidado el botellón como principal oferta del centro histórico. El alcalde dijo que “en sentido clásico” no hay botellón y la concejala Teresa Porras pidió civismo en una entrevista a Málaga Hoy con una frase de significado confuso y sensibilidad arrabalera: “El año pasado venían las niñas con las bragas en la mano para que se les secaran”. Porras es la responsable de Fiestas y fue salvada de la dimisión por Ciudadanos.

El día de su investidura el alcalde aseguró que ya esperaba los cambios, pero un gesto feo después de su nombramiento reveló su falta de previsión y quizá algo más. Durante dos meses, los cuatro concejales del grupo municipal Málaga Ahora fueron confinados a una entreplanta, una especie de no-lugar sin equipamiento donde apenas llegaba el wifi. Sólo cuando protestaron públicamente se aceleraron las obras para adecuar un lugar decente.

De telón de fondo el PP dirime el cambio de cara: ¿Quién sustituirá a De la Torre? La batalla promete titulares. Elías Bendodo, número uno del PP provincial, nunca fue el favorito del regidor, que al poco de las elecciones le asestó el primer mandoble: “Quizás habría sido mejor que Bendodo no hubiese sido el número 2 de la lista”. Lo dijo “con cariño”, aclaró luego. También ha sugerido la posibilidad de que su sucesor se elija con una encuesta. Y Bendodo, que quiere ser el alcalde en lugar del alcalde, sólo ha acertado a replicar: “¿Qué quieren que les diga? Son las cosas de Paco”. Una cosa es el cambio y otra muy distinta, una encuesta.