El calendario variable del PP
En el PP comienzan algunos a ponerse nerviosos a la hora calcular cuándo será el momento en que hagan público el candidato que en principio competiría en las próximas elecciones autonómicas con Susana Díaz del PSOE y Antonio Maíllo de IU, ninguno de los dos designados tampoco todavía pero bien posicionados, y además dispuestos a dar el paso. Lo que le pasa al PP es que Juan Ignacio Zoido, aunque ha dicho que no quiere, tampoco lo ha hecho con una claridad como la de esta semana José Antonio Griñán y anteriormente Diego Valderas.
En el PP se remiten a que no es eso lo que importa ahora a los andaluces, cuando la sangría del paro parece crónica y todavía faltan tres años para los comicios. Pero en su interior saben que no se pueden quedar colgados mucho tiempo en la indefinición. Su portavoz en el Parlamento de Andalucía, Carlos Rojas, ha dicho este miércoles que su formación no tiene previsto adelantar su elección. “El calendario será el que elija el propio partido y, por supuesto, el que designe nuestro presidente Juan Ignacio Zoido. La ruta en tiempo y forma que él elija será la que todos vamos a apoyar”, ha aseverado.
Ese calendario fijado del que habla tenía en principio prevista la designación para después de las elecciones europeas (mayo de 2014). Sin embargo, depende quién consulte la agenda, porque ya a comienzos de año, en el Congreso Autonómico del PP, su secretario general José Luis Sanz decía que la designación del candidato tendría lugar tras las elecciones municipales de 2015. Y para rematar, off de récord, muchos populares aseguran que se sabrá antes de las próximas fiestas navideñas, previsiblemente a vuelta del verano. Precisamente con el objetivo de aprovechar las elecciones europeas para que el elegido vaya haciendo carrera.
Se abren a partir de ahí varias posibilidades. La primera es que Juan Ignacio Zoido al final dé un paso adelante, pese a que son muchos los que en el partido entienden que respira demasiada 'sevillanía' para convencer fuera de las fronteras de la capital hispalense y porque además él también sabe que el repaso que le dio a la izquierda en Sevilla en las elecciones municipales no es trasladable a Andalucía. Lo que ocurre es que, si no es él, a los populares se les abren demasiadas opciones sin que ninguna convenza a la mayoría.
La rutina en estos casos dicta que si no es el presidente del partido, lo sea su secretario general, que aunque es de la provincia de Sevilla (alcalde de Tomares) se ha pateado toda Andalucía con el cargo y se presenta como el sucesor natural. Pero hay más nombres -algunos presumen en el PP que lo que les pasa es que les sobra la gente preparada para el cometido- e incluso una mujer: la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, que está en un buen escaparate y lo está aprovechando.
Junto a esos nombres, cuenta con bastante consenso otro alcalde de mayoría absoluta, José Antonio Nieto (Córdoba), y con menos fuerza, porque se le conoce poco, figura Juan Manuel Moreno Bonilla, secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, quien aunque nació en Barcelona se ha criado en Málaga, la tierra de sus padres.