Erik S. Maskin: “La economía mundial no pinta mal para los próximos seis meses”
Erik S. Maskin, de formación matemática, profesor de la Universidad de Harvard, ha explicado este lunes en la Fundación Cajasol de Sevilla su “Teoría de económica del Diseño de Mecanismos”, que le llevó a convertirse en premio Nobel de Economía en 2007. Neoyorkino de 65 años, de cuidadas formas y aficionado al clarinete, se formó en la universidad en la que ahora enseña, y pasó también por la británica Cambridge, el MIT, y Princeton, donde ocupó la vivienda que un día fue de Albert Einstein.
Su convicción de que la labor de un economista es “intentar representar el mundo en un modelo” y de que con él es posible “cambiar un sistema económico, ya que hay cierto control sobre él”, le ha llevado a dedicar su vida a la búsqueda del equilibrio, o, mejor dicho, de los distintos equilibrios que, según él, se pueden producir en un sistema económico determinado, para llegar a la conclusión de todos ellos pueden ser óptimos en una circunstancia dada.
Ideas, pues, que no sólo ha aplicado al estudio teórico de la Teoría de Juegos, sino a su aplicación práctica en las relaciones contractuales entre distintos agentes económicos, o las decisiones de política económica.
La austeridad se ha convertido en el paradigma del debate económico europeo de los últimos años, especialmente en los países del sur. Pero parece que los vientos empiezan a cambiar …
Sí. Para empezar, estoy convencido que el énfasis en la austeridad ha sido un error. Una de las causas que explica que los Estados Unidos se recuperaran mejor que Europa fue que en 2009 y 2010 introdujeron un gran plan de estimulo de 800.000 millones de dólares. Volvió a poner la economía en marcha, de una manera más lenta de lo que hubiera sido óptimo, es cierto, pero produjo una recuperación, mientras que en Europa se ha vivido una doble recesión (con recaída)
Lo cual quiere decir que …
Que estoy convencido de que la diferencia entre el comportamiento de la economía de Estados Unidos y la de Europa se explica por las políticas de austeridad. En definitiva, a mi parecer, los planes de estimulo son importantes en tiempos de recesión, mientras que las políticas de austeridad son contraproducentes.
¿Está usted de acuerdo, entonces, con los que piensan que las políticas monetarias de recorte de tipos de interés están agotadas, y que es necesario volver a políticas de expansión fiscal?
Sí. La política monetaria es importante, y ayuda. Pero los estímulos fiscales también son necesarios, como demuestra la experiencia estadounidense.
A los economistas no les gusta mucho predecir, pero ¿cuál es su opinión sobre la actual inestabilidad económica global? ¿Irá a más?
Cierto, no me gusta hacer predicciones. Pero no tiene porque ser así. Estados Unidos sigue creciendo, Europa parece mejorar, particularmente España, China no va tan bien y es un aspecto preocupante… Pero, en general, las cosas no pintan tan mal. No hay garantía de que la situación económica que vemos hoy vaya a pintar igual dentro de tres o seis meses, y eso es lo que me lleva a resistirme cuando me piden predicciones, pero creo que dentro de seis meses la economía mundial no andará mal.
¿Qué opina del Brexit?
Que es una idea terrible
¿Por qué?
Porque implicará un gran debilitamiento de la Unión Europea, que, en términos generales, ha sido beneficiosa para Europa. Es cierto que necesita arreglos, pero es mucho más fácil arreglar algo cuando hay colaboración que cuando hay división.
Si ocurre, ¿quién sufrirá más, Gran Bretaña o la Europa continental?
Ambos sufrirán daños. Sería un resultado muy malo para ambos, y sus repercusiones irían mucho más allá. Vivimos en un mundo globalizado, así que serían malas noticias para los Estados Unidos, y para China, y… es decir, el Brexit debe preocupar al mundo, no sólo a los europeos.