Los jornales en el refugio del empleo
El 11% de las personas que Andalucía tiene un empleo trabaja en agricultura. Es el dato que arroja la última Encuesta de Población Activa, que hemos conocido esta semana, y que revela que ese porcentaje de empleados agrarios ha crecido más de 3 puntos en el último año. En términos absolutos son casi 90.000 personas las que han encontrado refugio laboral del campo. Durante el primer trimestre de 2013, 199.400 contabilizaba trabajadores en activo frente a los 288.900 de este año.
Tradicionalmente, ha sido un sector del que se ha huido en busca de mejores condiciones sociales y económicas. En Andalucía, cada provincia tiene un marco salarial distinto para las actividades agrarias y ganaderas que se negocia cada 3 ó 5 años según lo que acuerden las partes. Ahora mismo todos están vigentes y sólo en la provincia de Jaén tendrá que negociarse un nuevo convenio este año.
Lo que sí existe, como rasgo común, es la norma de establecer una cuantía diferente para los salarios de trabajadores fijos o eventuales. Los segundos ganan más, pero tienen el riesgo de la inestabilidad de una mala cosecha –por ejemplo la campaña de aceituna 2012-2013- y la movilidad constante adaptándose a las diferentes campañas agrarias. Las jornadas se miden igual, en torno a las 6 horas y 20 ó 30 minutos y alrededor de 38 horas semanales. Eso sí, en todos los convenios queda abierta una opción: las tareas a destajo, que se pacta directamente entre empresario y trabajador. Sólo en algunos muy específicos, como el espárrago o los frutales, se marca un mínimo salarias por kilo de fruta cosechada. Otro dato a tener en cuenta es que, a pesar de la crisis, muchos de ellos mantienen sus claúsulas de revisión salarial al alza.
Como norma general, los mejor pagados son siempre los técnicos, aunque según que provincias se valora más o menos la formación. Así en Almería, un técnico con formación universitaria superior tiene regulado un salario base de 1.501’8 euros mensuales, frente 1.130,32 que recoge el acuerdo de Granada.
Pero la mayor parte del empleo en el sector agrario se adscribe a categorías que requieren menor grado de formación y, por tanto, con remuneraciones inferiores. El jornal más bajo se paga en Córdoba donde el mínimo está en 25,9 euros al día –poco más de 4 euros la hora- para un peón fijo. El más alto se paga en Jaén, donde un maquinista de cosechadora para siega tiene establecido un jornal de 57,7 euros, más del doble.
Diferencias entre provincias
En Almería, el salario mensual más pequeño corresponde a los oficios sin cualificación específica y alcanza a 772’68 euros. De ahí, dependiendo de las tareas va subiendo en función de la cualificación y el manejo de maquinaria hasta los 1.136’20 que se reconoce a encargados o capataces. Es el caso de los trabajadores fijos. Para los eventuales, el convenio marca un precio por horas que oscila entre 5’80 y 6’97 euros.
En Cádiz, no se establece una tabla mensual sino precio de peonada. Los jornales oscilan entre 25,87 euros, en los oficios que no requieren cualificación, y los 32,42 euros que se les reconocen a los capataces o encargados. En el caso de los trabajadores eventuales, la hora se paga entre 5’97 y 6’85 euros, siempre según el grado de responsabilidad y cualificación.
En Granada los salarios para los trabajadores fijos son similares. Los peones cobran entre 29,63 y 32’50 por jornada. Para los eventuales el salario sube entre 12 y 13 euros más por jornal. Ese mismo caso se repite en Sevilla, donde las peonadas se pagan entre 28’4 y 31’25 euros (según cualificación y rango) a los trabajadores fijos, mientras que para los eventuales –que no cuentan con otros reconocimientos que incrementen la base, como la antigüedad- el jornal oscila entre los 43 y los 45 euros.
Aunque el convenio del campo en Huelva marca una cifra concreta (39,48 euros por jornal), hay variaciones acordadas en su día con los sindicatos para algunos frutales concretos.Huelva Así, en la recogida de la fresa, que supone la principal ocupación agrícola en la provincia, la jornada de 6,5 horas en la recolección (de enero a junio) se paga a 39,48 euros en bruto, mientras que en la plantación era de 41,16.
El convenio, por cierto, es el mismo del año pasado, al haberse prorrogado sin nuevas condiciones, y en su día supuso una subida del 2,2 por ciento del salario sobre las tablas definitivas de 2010. En algunas tablas contempla que la base son los 39,48 euros citados, aunque el peón no cualificado eventual cobra 37,23 euros y la recolección de naranjas quedará en 37,35 euros, así como el resto de frutales con hueso.
Una novedad en este convenio fue que se incluyó la figura del trabajador fijo discontinuo como modalidad de contratación. Para ello, es necesario que el trabajador preste sus servicios para una misma empresa durante dos campañas consecutivas o tres alternas, con un promedio de 236 jornadas reales trabajadas en la misma empresa, siempre que no se produzca una interrupción de la relación laboral superior a 15 días seguidos o bien 30 discontinuos.
La singularidad del olivar
El olivar también marca singularidades en los salarios. En Sevilla, por ejemplo, las peonadas oscilan entre los 42,8 euros en las tareas más básicas y los 49,5 para las que requieren más cualificación. En la provincia de Jaén, es el que más peso tiene en el convenio del campo. De hecho, en la redacción se sigue definiendo como oficios diferentes recogedores o vareadores, a pesar de que estas dos categorías laborales que tradicionalmente diferenciaban a mujeres (recogedoras) y hombres (vareadores) se han equiparado salarialmente en 50’36 euros al día. Es el mínimo. En este sector, el salario llega hasta 52’6 euros para quienes manejan algún tipo de maquinaria ligera.
En esta provincia el jornal incorpora el prorrateo de festivos y vacaciones. Así, según el convenio, el mínimo (49,28 euros) corresponde a un obrero sin cualificación de 16 a 18 años. Del jornal más alto, algo más de 57 euros corresponde a oficios que exigen cualificación y manejo de maquinaria como la poda, el injerto de plantas o la siega mecanizada.
En Jaén el convenio cumple este año. Los sindicatos parten de una posición de fuerza porque negociarán a la vez los dos convenios más importantes del sector: el del campo y el de la industria aceitera. El primero ha sido un ejemplo de lucha por la igualdad a lo largo del tiempo. El segundo constituye una potente arma negociadora, ya que las plantillas son más estables, los trabajadores están más organizados y tienen una importante posición de fuerza frente a la patronal a la hora de reivindicar mejoras laborales para un personal al que se le exige una mayor cualificación y especialización.
En Córdoba, como en la mayoría de provincias hay una distinción entre fijos y eventualess. A los primeros, la garantía del empleo les rebaja la peonada base a entre 25,9 y 27’05 euros, cuantía que compensan con otros complementos. En el caso de los eventuales, el jornal se sitúa entre 41’7 y 49’7 euros. En Málaga, el mínimo para los eventuales es idéntico pero el máximo se queda en 43'15 euros. Para los trabajadores fijos, el jornal básico oscila entre 26'75 y 29'59 euros.